Cuentos y más
cuentos: Una respuesta necesaria
Ramón Hugo Armas Guerrero, ACP
CAMAGUEY, junio (www.cubanet.org) - Los ilustrados panelistas de las ya
conocidas mesas redondas diarias, continúan la cruzada contra la sociedad
civil disidente, que trata de abrir las puertas de la democracia en Cuba.
Realmente no debemos reconocer nombres y apellidos a quienes no tienen voz
propia y cumpliendo órdenes de la dirección política del
gobierno vilipendian a defensores de derechos humanos y periodistas
independientes, quienes tienen el valor de decir lo que piensan, aún a
costa de su libertad.
Martí decía: "Sólo la opresión debe temer
el ejercicio pleno de las libertades". ¿A qué le temen? No
estamos obligados a un pensamiento paralelo a la línea política
del estado, es un derecho nuestro que se nos respete la individualidad de
pensamiento y la libre expresión, que nuestros hijos se eduquen sin
adoctrinamientos políticos, que existan libertades políticas y
económicas y que se respeten los derechos humanos en su totalidad. Por
pedir eso nos llaman mercenarios, anexionistas y tildan nuestras acciones de
subversivas.
El gobierno desde los primeros años apoya los movimientos armados de
varios países, ¿cómo ahora va a criticar que nuestros
hermanos del exilio nos ayuden a conquistar las libertades que nos faltan? ¿Cómo
hablar de anexionismo si estuvimos prendidos de la Unión Soviética
durante treinta años?
A cuarenta y tres años de "revolución" la economía
de Cuba ha decrecido en vez de crecer, la iniciativa individual ha estado
frenada y no ha permitido un crecimiento sustentable del país, la guía
política ha sido sectarista y totalitaria, la pluralidad de ideas ha sido
prohibida y muchos derechos han sido castrados; nos han puesto de parabán
"los logros" médicos y educacionales para vedarnos otras
libertades que también son necesarias.
Llegó la hora de cambiar las cosas y ponerlas en su sitio, queremos
hacerlo de forma razonable, sabia y decorosa entre nosotros mismos, pacifica y
ordenadamente, que nadie olvide lo que decía nuestro Apóstol: un
principio justo, desde el fondo de una cueva puede más que un ejército.
Martí y los demás patriotas cubanos para llevar a delante la
guerra necesaria de liberación contra el dominio español, contaron
con la ayuda de sus hermanos del exilio, Fidel recaudó fondos en México
y Estados Unidos para llevar a cabo la guerra contra Batista. Nosotros no
queremos guerra, no queremos derrocar a nadie, sólo queremos nuestros
derechos, sólo queremos democracia, cambios que beneficien al pueblo y
hagan avanzar al país.
Debería recordarse otra enseñanza del Maestro: Los que no son
capaces de defender sus derechos, por pudor deben tener la dignidad de respetar
a quienes los defienden.
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