Antonio Maceo
cercado
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - De espaldas al mar, como está
indicado para los grandes hombres que no vieron el triunfo de su batallar, se
encuentra Antonio Maceo en su monumento de mármol y bronce. El italiano
Domenico Boni fue el encargado de esculpirlo. La obra costó cien mil
pesos, cifra significativa para la época.
El Titán de Bronce, nombre de leyenda por el cual los cubanos
conocemos a Maceo, nació el 14 de junio de 1845 y murió el 7 de
diciembre de 1896. Su muerte se produjo en una escaramuza militar contra las
tropas españolas.
El 20 de mayo de 1916, siendo Mario García Menocal presidente de
Cuba, quedó inaugurado solemnemente el monumento a ese capitán de
valientes.
Dicen historiadores que una pequeña cerca de piedras fue la que
impidió que el más grande de los generales que ha tenido Cuba
pudiera maniobrar para salir airoso de aquel encuentro con tropas españolas.
El área donde está erigido el monumento a este patriota, que
tiene unos 200 metros de largo por unos 50 de fondo, es conocida como Parque
Maceo y hace más de tres años una cerca de dos metros de altura
fue colocada en torno al perímetro para realizar labores de restauración.
La obra contemplaba la demolición de un pequeño anfiteatro que
nada tenía que ver con la arquitectura del lugar, el cual fue construido
por el actual gobierno. Durante bastante tiempo, en una de las paredes
exteriores del anfiteatro, estuvo escrita, entre banderas cubanas, una frase
pronunciada por el entonces secretario general de la Unión de Jóvenes
Comunistas de Cuba, Roberto Robaina (luego canciller y más tarde
purgado), en la que él expresaba: "Tenemos un comandante que le
roncan los coj...."
La restauración terminó en diciembre de 2000 y aunque en su
momento se informó a través de los órganos de prensa que la
cerca sería retirada una vez concluida la reparación, aún
continúa allí.
Pero no sólo continúa la cerca, sino que además han
agregado al entorno (algo totalmente anacrónico) custodios que permanecen
en el lugar siempre.
Hace unos días, tras cruzar la única entrada (ubicada en la
calle San Lázaro) que da acceso al Parque Maceo, le pregunté a uno
de estos custodios cuándo iban a quitar la cerca y él me respondió
que no sabía si la iban a quitar o la dejarían por mucho tiempo.
Hace 86 años que erigieron este monumento a Antonio Maceo y jamás
había existido una cerca en el sitio. Al parecer el Titán de
Bronce sólo ha estado cercado dos veces. Una por los españoles,
esa vez le costó la vida; y ahora por los comunistas que, queriéndolo
o no, impiden, en no poca medida, que las personas puedan acercarse a ver en su
quietud de bronce a quien se reconoce como un patriota intachable.
Aunque no se ha dicho, es muy probable que la justificación para
tener cercado a Maceo, en la zona donde se encuentra su monumento, sea para
evitar que vándalos rompan o destruyan lo que hace muy poco fue remozado.
Pero es que las cercas no educan.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|