Manuel Cereijo /
El Nuevo Herald,
julio 30, 2002.
Un análisis detallado de la situación económica cubana
al finalizar 2001 e incluyendo el primer semestre de 2002, indica que existe una
crisis de grandes proporciones. Esta situación se ha reflejado en un
descenso enorme en los renglones principales de exportación y un déficit
comercial de $1,920 millones.
El análisis sólo confirma lo que un ama de casa o un
trabajador cubano saben: que la economía ha estado decayendo desde 1996,
primer y único año donde hubo una ligera recuperación desde
la caída del bloque soviético. En 1996 la economía cubana
creció un 5.5% en comparación a 1995. Sin embargo, desde entonces
ha decaído, y en 2001 experimentó un crecimiento de sólo un
0.5%. La razón principal de la crisis económica es la caída
enorme de los precios, y la falta de producción de dos renglones básicos
para Cuba: azúcar y níquel. Al mismo tiempo, el alza sin
precedente en el precio del petróleo.
Los mercados agropecuarios, que en 1995 y 96 obtuvieron cierto éxito,
han decaído enormemente, entre otras razones por la presión
gubernamental. La industria turística no ha crecido, desde 1997, al nivel
esperado. En 2001 visitaron Cuba 1.2 millones de turistas, que dejaron una
ganancia neta para el gobierno de un 7% de las entradas brutas. Este retorno al
capital invertido se ha reflejado en una disminución del interés
por parte de nuevos inversionistas.
Prácticamente el 80% de la infraestructura turística proviene
del área dólar. Como punto de comparación, a la Florida,
similar a Cuba en población y tamaño, la visitan unos 45 millones
de turistas al año, los cuales aumentan cada año el dinero que
gastan en el estado, dejando ganancias por encima del 20%. Un área que sí
ha dado resultado a Cuba es el permitir el envío y uso de dólares.
Se estima que los cubanoamericanos enviaron en 1999, entre 800 y mil millones de
dólares a familiares y amigos en Cuba.
Estas remesas se han convertido en la entrada de dólares más
importante para Cuba. Sin embargo, después del 11 de septiembre de 2001,
y también debido a la situación económica de los Estados
Unidos, el envío de remesas también ha decaído.
Al mismo tiempo, las remesas están afectando la economía del
sur de la Florida. Porque no es solamente que esa cantidad de dólares se
envíe a Cuba, sino que no se invierte o gasta en la economía de
nuestra comunidad. No olvidemos el factor multiplicativo que los gastos, ahorros
e inversiones tienen en una economía. La generación de riqueza y
la inversión y ahorro de la misma dentro de la sociedad donde se vive es
esencial para promover una economía sana y estable. Esta falta de inversión
y gastos está afectando nuestra economía local.
El petróleo soviético era en un 90% producido por Rusia. No sólo
la producción de petróleo de Rusia ha disminuido en los últimos
5 años, sino que Rusia está necesitada de divisas, y no está
en disposición de canjes o de subsidios como hacía antes. No creo
que Castro, en la actualidad, pueda conseguir petróleo a base de canjes,
dadas las relaciones comerciales actuales en el mundo. O sea, la crisis
petrolera de Cuba es grande y grave. Tiene al país semiparalizado. Castro
tiene que conseguir petróleo en el mercado mundial, y para ello necesita
divisas, que no las tiene, y si las obtuviese, tendría que dejar de
utilizarlas en otras actividades comerciales y mercantiles.
En 1989, Cuba consumió 13 millones de toneladas de petróleo,
de las cuales unos 7 millones se utilizaron en la generación de corriente
eléctrica. En 2001, el consumo de petróleo de Cuba fue de 5.5
millones de toneladas. El petróleo doméstico, que a finales de los
80, y principios de los 90, era una posibilidad prometedora, se ha mantenido en
unas 1.2 millones de toneladas al año, sin esperanza alguna de que esto
aumente significativamente. Además, la calidad del petróleo
cubano, con un contenido de azufre de alrededor de un 10%, es muy pobre, muy
costoso para refinar, y lo hace no apto para ciertas aplicaciones como son las
plantas termoeléctricas de generación de potencia eléctrica.
La energía eléctrica es el indicador más preciso del
desarrollo general de una economía. Cada 200 kilovatios-hora anuales de
electricidad producida equivalen a la capacidad de trabajo de un obrero. En 1958
Cuba ocupaba el lugar 25 en el mundo, de 124 países, con 13.5
megavatios-hora anuales per capita. La media mundial era de 10 y sobre esta
media había sólo 29 países. Cuba ocupaba el primer lugar en
Latinoamérica y, por ejemplo, México tenía el puesto 42 con
6.4 y la Unión Soviética el número 22 con 15.8. Venezuela
tenía 11. Actualmente Cuba tiene 4.3.
Cada día existe en Cuba más desigualdad social, e inclusive
racial. El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) coloca a Cuba en
2001 en el penúltimo lugar de pobreza entre los países de América
Latina. En 1959 Cuba ocupaba el segundo lugar de riqueza económica en América
Latina.
Esta es la realidad socioeconómica existente en Cuba en 2002.
Ingeniero y profesor universitario cubanoamericano.
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