Trabajar no
es negocio para nadie
Claudia Vázquez Linares, Grupo Decoro
LA HABANA, julio (www.cubanet.org) - Al gobierno cubano no le conviene que
la gente trabaje. Fuentes del Partido Comunista afirman que varios serán
los días feriados en conmemoración del 26 de julio, aniversario
del asalto al cuartel Moncada ocurrido en 1953. Se argumenta que al gobierno le
resulta muy costoso que los cubanos vayan a trabajar. El gasto en transporte y
alimentación es mucho comparado con lo poco que se produce en la Isla.
Según estas fuentes es mejor pagarle a las personas su salario y que se
queden en casa.
En los últimos días la situación del transporte ha
empeorado notablemente. Todavía Venezuela no ha renovado los envíos
de petróleo a la Isla, suspendidos luego de los sucesos del 11 de abril
en ese país. Según un reporte de la agencia Reuters, desde hace
dos años Petróleos de Venezuela venía suministrando 53 mil
barriles diarios a Cuba.
Los cubanos se preguntan por qué han disminuido las noticias sobre
Venezuela luego de los acontecimientos de abril. Algunos especulan que a Chávez
no le conviene estrechar las relaciones con el gobierno cubano para así
poder mantenerse sin mayores contratiempos. El alejamiento de ambos gobiernos es
notorio.
Unido a la falta de petróleo también ha habido un descenso del
turismo, una de las principales fuentes de ingresos de divisa. A esto hay que
sumarle la baja en los precios de productos tradicionales de exportación
como el níquel y el azúcar.
En medio de la crisis económica continúan las cortinas de humo
políticas que consisten en seguir entreteniendo a la población con
todo género de tonterías. Ahora el gobierno convoca a elecciones
generales para aparentar que su sistema es el más democrático del
mundo. ¿A quién pretenden engañar a estas alturas?
Asimismo, se anuncian campañas televisivas encaminadas a ensalzar el
sistema electoral cubano, unido esto a los reportes efusivos y alentadores del
Noticiero Nacional que proclaman los avances económicos del país.
Sólo se trata de mantenerse en el poder a toda costa, aunque la mesa del
cubano se encoja cada vez más.
Todo indica que la economía planificada es un atentado contra el
sentido común. Ahí está la experiencia socialista europea.
Somos hijos de aquella ineficiencia.
La historia nos ha jugado una mala pasada. El trabajo no resulta provechoso
ni siquiera para las autoridades de la Isla.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
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