El Nuevo
Herald, julio 23, 2002.
Ministro admite una baja en el turismo
Associated Press. La Habana
A Cuba le tomará más tiempo este año alcanzar el millón
de turistas debido a la recesión económica y la depresión
del flujo turístico internacional, vaticinaron las autoridades.
El año pasado, Cuba alcanzó el millón de turistas en
los primeros seis meses, mientras que este año lo hará en siete,
informó el ministro de Turismo, Ibrahim Ferradaz.
Aseguró que el volumen de vacacionistas en lo que va del 2002 no es
lo que el país deseaba debido a adversas circunstancias como la recesión
económica en mercados mundiales y bajas del movimiento turístico
en el mundo.
Sin embargo, ''es mejor de lo que pudo ser'', aseveró el ministro.
Ferradaz, citado ayer por el diario oficial Trabajadores, agregó que
para incentivar el turismo se recibirá euros en polos turísticos
de la isla a partir de octubre.
Ya desde el 1 de junio pasado, la moneda común europea es aceptada
como forma de pago en el balneario de Varadero, el principal del país.
Las autoridades de la isla estiman que más de 55 por ciento de los
turistas que visitan Cuba cada año provienen de naciones de la Unión
Europea, con una moneda común desde el primero de enero.
La Habana realiza casi el 40 por ciento de su comercio exterior con miembros
de la UE y más de la mitad de las empresas mixtas que operan en Cuba,
casi medio millar, cuentan con capital procedente de esas naciones.
Al cierre del 2001, el turismo en Cuba sólo creció un 0.03 por
ciento --555 visitantes más que el año anterior-- debido a los
efectos de los atentados terroristas del 11 de septiembre.
En el primer trimestre del 2002, el turismo en la isla bajó un 14 por
ciento, dijo Ferradaz.
El año pasado cerca de 1.7 millón de visitantes llegaron a
Cuba, que estimaba inicialmente alcanzar unos dos millones de turistas.
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Amenazan de muerte a Mederos en el juicio
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
El ex enfermero Eriberto Mederos, acusado de torturar a prisioneros políticos
en Cuba, fue sacado ayer con protección especial del tribunal federal de
Miami tras recibir una amenaza de muerte de una de sus presuntas víctimas.
Al término de la quinta jornada del juicio, Mederos, de 79 años,
fue escoltado por un custodio del tribunal, desde la sala del juez Alan S. Gold
hasta la salida del edificio.
Según confirmó la fiscalía, en horas de la mañana
una persona se acercó al nieto de Mederos y le dijo que atentaría
contra la vida del acusado. El nieto --que ha estado acompañándole
durante todo el proceso-- comunicó el incidente al juez, quien ordenó
la protección inmediata.
No se reveló la identidad del individuo que lanzó la amenaza.
El abogado David Rothman, quien representa a Mederos, declinó hacer
comentarios al ser abordado por El Nuevo Herald.
El juicio de Mederos entró ayer en su segunda semana con el
testimonio de cuatro ex prisioneros políticos presentados por la fiscalía.
''Mederos me dijo que me aplicaba el electroshock porque yo era un
contrarrevolucionario... que él podía matarme y no le pasaba nada
por eso'', relató Jorge A. Ferrer, de 56 años, al recordar su
primer encuentro con el acusado en la sala Castellanos del Hospital Psiquiátrico
de La Habana (Mazorra).
Mederos, encausado bajo cargos de mentir sobre su pasado durante el proceso
de naturalización, reconoce haber aplicado los electroshocks siempre bajo
prespcripción médica, nunca como método de tortura a
opositores políticos del régimen castrista.
Ferrer, que cumplió tres estancias en Mazorra entre 1968 y 1978,
estalló emocionalmente cuando Rothman trató de entrar en
pormenores de las sesiones electroterapeúticas recibidas a manos del
acusado.
''¿Cuántas veces quiere usted que yo le narre lo mismo? ¿Adónde
quiere usted llevarme? ¿Quiere que yo salga enfermo de aquí
recordando lo que no quiero recordar?'', se cuestionó Ferrer, quien
cumplió prisión por dos intentos de abandonar el país.
Dos ex confinados de Mazorra que intentaron escapar con Ferrer en una balsa
en 1971, tomaron después el estrado.
Ambos eran entonces jóvenes desafectos con el sistema comunista, pero
sin ningún antecedente de enfermedades mentales.
Longobardo Delgado, que trabaja para una compañía de servicios
en West Palm Beach, relató cómo Mederos y dos asistentes suyos
forzaron a Ferrer a recibir un electroshock sobre un piso húmedo donde
había residuos de orina.
''Mederos le dio el electroshock y se lo repitió por segunda vez'',
contó Delgado. "Ferrer saltó en convulsiones, se puso morado
y echaba espuma y sangre por la boca... Nunca antes había visto una
crueldad así''.
Delgado dijo que vio sonreir a Mederos "cuando sacaba a Ferrer de la
celda, a una distancia de diez pies''.
En el interrogatorio cruzado, Rothman llegó incluso a acostarse en el
piso de la sala para ejemplificar la forma en que supuestamente fue aplicado el
tratamiento.
''Mederos le aplicó el electroshock [a Ferrer], se sonrió y le
dio una segunda descarga en las sienes'', testimonió el ex preso político
Rodolfo de Jesús González, actualmente empleado de mantenimiento
en Cayo Largo.
González y Delgado no recibieron tratamiento de electroshock durante
su permanencia de varias semanas en Mazorra en 1971.
A la sesión de ayer asistió Regina de Sosa Font, hija del ex
preso político Eugenio de Sosa Chabau, quien figuraba entre los testigos
clave de la fiscalía.
De Sosa Chabau, quien fue la persona que identificó a Mederos en un
hogar de ancianos de Hialeah a comienzos de los años 90, falleció
el pasado enero a los 85 años.
''Tres horas antes de morir mi padre me confesó que lamentaba que no
iba a poder estar en este juicio para llevar ante la justicia estadounidense a
este torturador'', dijo Regina de Sosa, quien viajó desde Dallas, Texas.
Gobernador de Estados Unidos en La Habana
Associated Press. La Habana
Con la esperanza de estimular el apetito de Cuba por alimentos
estadounidenses, el gobernador de Dakota del Norte llegó ayer en una misión
comercial que le convierte en el segundo gobernador de Estados Unidos en visitar
la isla en más de 40 años.
La visita de cuatro días del gobernador John Hoeven, del Partido
Republicano, se produce cuando otros funcionarios de estados agrícolas
presionan al Congreso en Washington para expandir una ley de hace dos años,
y que permite la venta de alimentos estadounidenses a Cuba.
Se trata de una excepción a las sanciones que vedan desde hace más
de 40 años la mayor parte del comercio entre ambos países.
''Estamos trabajando duro por lograr nuevos contratos por una mayor cantidad
de alimentos de Dakota del Norte'', dijo Hoeven a su llegada al aeropuerto.
''Nos concentraremos en los contratos de alimentos'', agregó.
Enfatizando que su visita era netamente de negocios, Hoeven declinó
comentar asuntos políticos, o sobre las sanciones comerciales
norteamericanas a Cuba, así como sobre intentos del Congreso en
Washington por permitir el financiamiento de las ventas a Cuba, y que ahora son
sólo en dinero en efectivo.
Pedro Alvarez, presidente de la estatal Empresa Cubana Importadora de
Alimentos (ALIMPORT), aseguró que Cuba espera que legisladores
norteamericanos eventualmente aprobarán el financiamiento de esas ventas.
La isla podría comprar en Estados Unidos entre 60 por ciento al 70 por
ciento del total de sus importaciones de alimentos, si se permitiera ese
financiamiento, dijo Alvarez.
''La Casa Blanca está muy preocupada por asegurarse de que esto sea
una misión comercial, y por supuesto, eso es lo que es'', indicó
el gobernador. El Departamento del Tesoro, sin embargo, autorizó el viaje
de la delegación encabezada por Hoeven. |