Marginalidad
y violencia en calles habaneras
Fara Armenteros, UPECI
LA HABANA, julio (www.cubanet.org) - La mendicidad y el alcoholismo ocupan más
espacio en el escenario capitalino, fenómenos que evidencian la mala
calidad de vida de los habaneros, atenazados por la marginalidad y la violencia.
Recientemente en la Habana Vieja, exactamente en la esquina de Águila
y Callejón del Suspiro, frente a la vivienda con el número 170, un
grupo de curiosos se aglomeraba en derredor del cadáver de un hombre al
que manos piadosas habían cubierto con unos sacos.
José Laborde Herrera le explicaba a los agentes de la policía
que investigaban la muerte que se trataba de un "chispero", o sea un
bebedor de "chispa de tren", alcohol comercial (llamado "de
bodega" en Cuba) presuntamente purificado a través de carbón
piedra.
"Murió en la calle porque vivía en la calle. Él me
contó que tuvo una casa en Peñalver entre Lealtad y Campanario,
pero se derrumbó y se quedó a la intemperie. Él era alcohólico.
Yo moriré igual que él, por la 'chispa' y porque estoy obstinado"
-dijo José el Carretillero, como llaman a Laborde en el barrio de Jesús
María, donde tuvo lugar la muerte del alcohólico.
El día anterior, frente al Capitolio Nacional, hoy sede del
Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, dos agentes de la
policía llamaron en forma descompuesta a un joven que conversaba con una
pareja de extranjeros. El muchacho les contestó que esperaran un momento.
Uno de los policías lo agarró y lo separó bruscamente de
los turistas al tiempo que le decía: "Cuando yo te llamo, es aquí
donde tienes que estar".
El joven trató de explicarle a los gendarmes que era amigo del
matrimonio de extranjeros, que no se negó a acudir al llamado de ellos,
sino que por educación le estaba explicando a la pareja lo que estaba
pasando.
Mientras, los turistas observaban la escena atónitos y con gestos y
palabras en su lengua desaprobaban la acción represiva de los policías.
Cuando los agentes, cuyas chapas de identificación tenían los
números 02202 y 02703, llamaron por el radio portátil y
verificaron la identidad del joven supieron que éste se llama Adonis Valdés,
de 17 años, y sin antecedentes penales. Sin embargo, le impusieron veinte
pesos de multa por acoso al turista.
En la Manzana de Gómez ese mismo día mujeres y niños
pedían limosna a los turistas que arribaron al lugar en el ómnibus
2886 de la corporación Transgaviota, matrícula MSM 764.
Cuando los turistas iban a bajarse del carro una mujer se introdujo en él
precipitadamente y le arrebató un bolso a uno de los extranjeros.
Desapareció tan rápido del lugar que nadie pudo alcanzarla. El
turista se quejaba porque había guardado en su bolso una moneda de oro de
mucho valor.
Estos hechos ocurrieron en una mañana, dos días después
de la gran marcha combatiente en la cual los nacionales reafirmaron que el
socialismo es intocable.
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