Activista
ciego encarcelado acusa a la policía política de intentar matarlo
CAMAGÜEY, 8 de julio (Normando Hernández, CPIC /
www.cubanet.org) - El invidente Juan Carlos González Leiva, encerrado en
el cuartel del Departamento de Seguridad del Estado en la provincia Holguín,
acusa a ese cuerpo represivo de intentar matarlo con torturas de diversos tipos.
"Tengo un fuerte dolor en el pecho que me quedó como secuela de
una pastilla que tomé, prescrita por una siquiatra del Ministerio del
Interior, y que me hizo perder el conocimiento" -expresa el ciego en una
nota que logró redactar y sacar clandestinamente del sitio donde está
confinado. "El dolor es en el centro del pecho -precisa González- y
es como un ardor que ahora se extiende hacia ambos brazos, llega a las axilas,
me acalambra las manos. Por momentos es muy fuerte. Pero la doctora Dania Márquez
Cabrera, a cargo de la salud de los presos, me dice que no tengo nada, que si me
muero, me entierran y ya".
González, presidente de la Fundación Cubana de Derechos
Humanos, llama a las iglesias del mundo, a las organizaciones defensoras de los
derechos humanos y a la opinión pública a que intercedan por él
pues teme no salir con vida del cuartel de la policía política
donde está encerrado desde el 4 de marzo.
La carta de González, fechada el 25 de junio del presente año,
expresa en otra de sus partes: "Le dije a mi familia que no saldría
con vida de este lugar. De veras me siento en peligro de muerte". Y después
añade: "Yo pienso que ellos (los oficiales de la Seguridad del
Estado) están tratando de matarme poco a poco destruyendo mi sistema
nervioso y mi corazón". También señala el invidente
que por pedir auxilio médico (que se lo niegan) el recluso que comparte
la celda con él le robó las pertenencias, incluyendo medicamentos,
y lo amenazó con golpearlo hasta matarlo.
Con frecuencia la Seguridad del Estado usa a reclusos comunes para espiar o
agredir a prisioneros políticos. Estos criminales son reclutados por un
organismo del Ministerio del Interior conocido por las siglas TOS, cuyo
significado es Trabajo Operativo Secreto. El TOS recluta a reos comunes a cambio
de beneficios como doble ración de alimentos o visitas familiares o
pabellones conyugales extras.
"No me dejan coger sol ni aire, por lo que la claustrofobia que comencé
a padecer en este lugar me ha llevado a tomar más medicamentos para los
nervios. Me siento tan enfermo que sólo Dios puede abrir las puertas de
la prisión y sacarme con vida" -afirma González en su
escrito.
El ciego concluye pidiéndole a quienes intercedan por él que
también lo hagan por sus compañeros de causa, a quienes se les
quiere endilgar delitos comunes que nunca cometieron.
González, otros siete activistas y dos periodistas independientes que
cubrían la noticia fueron golpeados y arrestados por funcionarios de la
policía política el 4 de marzo, cuando realizaban un acto de
resistencia cívica en protesta por la golpiza que miembros del Ministerio
del Interior le dieron al reportero Jesús Alvarez Castillo. Hasta el
momento ninguno de los encarcelados ese día ha sido presentado ante los
tribunales.
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