Accidentes:
un camino hacia la muerte
Claudia Vázquez Linares, Grupo Decoro
LA HABANA, julio (www.cubanet.org) - Cuando José Luis, adolescente de
13 años, caminaba como por una cuerda floja entre los muros de los
muelles del poblado de Casa Blanca, no se imaginaba lo que le ocurriría.
Un resbalón lo hizo caer entre grandes cables de electricidad de 440
voltios. La corriente penetró bruscamente por su espalda y salió
por sus pies. El accidente sumió a la familia en la desesperación,
pero el muchacho se restableció un tiempo después, luego de varias
operaciones.
Según datos oficiales, el primer trimestre del año en curso ha
reportado más muertes por accidentes que en todo 2001 en la capital del
país. La mayoría de las muertes se producen por accidentes de tránsito
y sumersión. Hasta el mes de abril había un total de 8,060 niños
accidentados.
Las lamentables estadísticas en lo que va de año muestran una
situación alarmante. El consumo de bebidas alcohólicas por parte
de los conductores de vehículos es común en nuestra población.
Las medidas para evitar tal situación no son drásticas por lo que
la gente piensa que conducir con unos tragos de más es permisible, y peor
aún, en sus conciencias la frase de que no va a ocurrir nada, prevalece.
Ahí es donde el descuido y los efectos del alcohol hacen de las suyas
y si llevamos menores en el auto, éstos sufren las tristes consecuencias
de los accidentes.
Muchos se preguntan cómo accidentes que pueden evitarse ocurren a
diario. A veces en el menor descuido está el primer escalón hacia
la muerte. La periodista del diario Juventud Rebelde María Elena Pacheco
se pregunta en un artículo hasta cuándo la presa del Parque Lenin
(sitio de recreación infantil) seguirá tragando adolescentes. La
periodista llama a la conciencia de los padres, pero no menciona nada acerca de
la responsabilidad del estado ante tal situación. Porque, ¿no existe
la posibilidad de que las autoridades de la localidad designen a alguien para
que custodie dicha presa e impida que los adolescentes vayan a nadar allí?
¿Acaso evitar el acceso de niños y adolescentes sería muy
costoso para los organismos encargados de la custodia del parque? Múltiples
pueden ser las medidas que el estado puede tomar para que estas preguntan tengan
respuesta.
La prevención de los accidentes también debe estar amparada
por los diferentes organismos e instituciones de la sociedad. Según
fuentes del sector de la salud, el Programa Nacional de Prevención de
Accidentes no se cumple a cabalidad. Proporcionar custodia a las presas y a
lugares cerca de las fábricas, aumentar la vigilancia en las playas,
sobre todo en el período vacacional, sancionar más severamente a
los choferes que provoquen accidentes y hayan consumido bebidas alcohólicas,
entre otras medidas, puede contribuir a evitar tragedias.
Muchos son los factores que provocan un accidente. Los culpables, el estado
o nosotros mismos, debemos aumentar los cuidados para que las estadísticas
no nos sorprendan, y peor aún, nos toquen de cerca.
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