Desmantelamiento
de la industria azucarera y congreso sobre azúcar
Reinaldo Cosano Alén
LA HABANA, julio (www.cubanet.org) - Parece un completo absurdo la celebración
en La Habana del Congreso Internacional sobre Azúcar y Derivados en los
precisos momentos en que se conoce del desmantelamiento de la quintocentenaria
industria azucarera cubana.
Al evento asistieron delegados de una veintena de países productores
de azúcar, en su mayoría latinoamericanos, para intercambiar
conocimientos, que debieron escuchar las justificaciones del régimen
sobre el crack azucarero cubano, basadas en los bajos precios del crudo en el
mercado internacional y en las maniobras especulativas de ese mismo mercado,
pero en manera alguna basadas en el mal manejo de esa rama productiva y de la
economía en su totalidad, signado por un centralismo estatal en exceso rígido
y demostradamente fracasado.
La retahíla de justificaciones llega al extremo de querer echar el
pesado fardo de la incompetencia nacional a Brasil, que ha emergido como
exportador dominante mundial, con el 31% de todo el azúcar que se
comercializó, según datos de 1999. Puesto dominante mundial y
secular que correspondió a Cuba hasta 1959, en que con la llegada de
Castro al poder y la implantación de sucesivas reformas agrarias impuso
la centralización más absoluta de tierras y medios de producción,
con lo que comenzó el descalabro y la ruina total de la economía
del país.
De los 150 centrales azucareros existentes o CAI (Complejo Agro Industrial,
por esa manía oficial de cambiar los nombres a todo, hasta a las
provincias y accidentes geográficos, lo que hace desconocido el
territorio nacional) sólo mal molieron caña 106, para obtener una
insignificante cifra de unos 3,2 millones de toneladas de azúcar, lo que
apenas alcanza para mantener la mínima e inalterable en cuarenta años
cuota de venta a la población y para la industria. Incluso, con
frecuencia el gobierno ha tenido que importar crudo, principalmente de República
Dominicana y también de Brasil (al que ahora repudian por marcar los
precios) para solventar en parte la demanda interna.
El ministerio de la Industria Azucarera tiene decidido hacer desaparecer
este mismo año 86 centrales declarados irrentables. Quedarán
activos -creemos que hasta que ocurra una nueva "racionalizacion"- sólo
setenta ingenios. So pretexto de obtener piezas de repuesto para las complejas
reparaciones de los que quedarán funcionando, los centrales declarados
difuntos serán arrasados en un real "canibalismo" que dará
el puntillazo final a la industria azucarera, de la que tanto se enorgullecía
el país. "Sin azúcar no hay país", se decía.
Hoy no tenemos ni azúcar ni país.
La decisión fue tomada porque dicen las autoridades que no hay
suficiente caña para moler. Pero, ¿por qué no hay caña,
y la que hay es puro "caguazo" (caña flaca, falta de desarrollo
y de contenido de sacarosa?
Lastimosamente hay que decir que es por la falta de interés en hacer
producir la tierra y cuidarla de la enorme degradación.
Según estimados oficiales, la tierra de cultivo en poder de
particulares no sobrepasa el 15%, a lo que si se añade el área
cultivable perteneciente a las llamadas Cooperativas de Producción
Agropecuaria se obtiene un 25%, según datos de 1994. Esta cifra pudiera
haber aumentado muy ligeramente, con la entrega de algunas tierras en condición
de usufructo por tiempo fijo a algunas familias en extrema pobreza,
principalmente en regiones montañosas.
Sin duda el panorama azucarero en Cuba no es nada estimulante. Al caos
interno se unen los bajos precios del crudo en el mercado internacional y el
alza incontrolable de los insumos, de importación, especialmente del petróleo
de los que los centrales son grandes consumidores.
La propuesta del Congreso Internacional sobre Azúcar y Derivados de
fortalecer la caña para lograr la diversificación -de mejor
demanda internacional- y establecer alianzas entre productores y exportadores
parece poco realizable, porque después de tantos graves y perjudiciales
traspiés económicos, Cuba sencillamente ha dejado de ser un país
azucarero.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|