CUBANET .INDEPENDIENTE

31 de diciembre, 2002

Alegría navideña gracias a familiares y amigos exiliados

Miriam Leiva

LA HABANA, diciembre / www.cubanet.org - Los rostros se iluminan. Se relajan y sonríen. Ancianos, jóvenes y niños se lanzan con similar entusiasmo y paso animoso a las tiendas de venta en dólares, las cuales durante todo el año permanecieron vacías. Las Navidades llegaron lentas y más bien tristes.

El 24 de diciembre la frugal cena fue lúgubre para la mayoría. El 25, aunque día feriado desde la visita del Papa Juan Pablo II en 1998, no ha recuperado el ajetreo lógico de la época. Incluso el transporte declinó aún más. Por ejemplo, la ruta 69 sólo posee un ómnibus para sus extensos y repletos recorridos diarios. Durante muchos días los apagones fueron tan prolongados que ya se hablaba de "alumbrones". Los informes económicos presentados en la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular anunciaron mayores penurias para el año 2003.

Pero los familiares y amigos procedentes de Estados Unidos de América, España, México, Francia y muchos países más intensificaron su llegada a fines de diciembre. Han traído cariño, regalos y dinero para sus allegados, así como encargos de quienes no han viajado pero deseaban hacer felices a los suyos.

El trajín en las casas, por muy discreto que se pretendiera, no podía ocultar el entusiasmo y la jovialidad. Los cubanos, declarados extranjeros por un gobierno que les concede permiso de entrada a su país si lo entiende pertinente, han recibido, visitado o llevado a pasear a los allegados, en autos rentados a particulares o a las empresas estatales, estos últimos denominados "tours".

Las tiendas dolarizadas del centro de La Habana han estado abarrotadas de miles de potenciales compradores. En La Época apenas se podía caminar durante el sábado 28 y el domingo 29. Ascender o descender las escaleras era difícil. En el elevador se sentía la misma opresión y asfixia que en un "camello" (camión de carga adaptado para trasladar pasajeros) transitando por la ciudad a las dos de la tarde.

En una de sus boutiques, se escuchó a un burócrata de la administración de la tienda llamar a una empleada para llenar un formulario. La muchacha iracunda le reclamó: "¡Tengo que ganarle la batalla a la venta. No recuerdas que casi no hemos vendido durante el año!" Ella sí era muy conciente de que su pequeña bonificación en dólares al salario depende del cumplimiento del plan de venta, y como hubo un descenso notable en las compras por escasez de dinero entre la población, también sus posibilidades se vieron mermadas.

En el mall de Carlos III hubo grandes filas para entrar en las tiendas de zapatos y ropa, fundamentalmente. La atención resultaba lenta porque la empleomanía no se aumentó excepcionalmente para la ocasión. Las veinte o treinta personas frente a los pequeños espacios para probarse esos artículos disminuían las intenciones de compra. Tampoco había que descartar que no todos los deambulantes pudieran realmente cumplimentar sus aspiraciones, pues los dólares debían reservarse para lo más necesario. No obstante, no extrañaba ver a personas deseosas de colmar algún antojo propio de la juventud como un jean a la moda, aunque bastante caro, o de un anciano frente a un simple turrón español, que para sus ingresos constituye un verdadero lujo.

Episodios similares han tenido lugar en los pueblos de toda la isla. "¡Está en casa de su prima!", se escuchaba responder cuando alguien deseaba saludar a Cusita, que llegó de Miami. De allí ambas se fueron probablemente a la "shopping", luego se dirigieron al parque, donde no podían avanzar porque constantemente encontraban conocidos a quienes abrazar y prometerles una rápida visita o invitarlos a una cerveza y chicharrones.

Afortunadamente, quedaron atrás aquellos tiempos cuando muchos de ellos salieron de Cuba luego de ser ultrajados por ser "gusanos. Como si la patria fuera coto excluyente.

Cuando la población enfrenta el incremento de las penurias de los últimos 14 años, etapa conocida como período especial, ha llegado una fuerte brisa que permite a muchos un alto en las carencias y preocupaciones cotidianas. El pueblo cubano no sólo se merece una feliz Navidad, sino un futuro de cambio y creación.


Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

Noticias por e-mail

La Tienda - Libros , posters, camisetas, gorras

In Association with Amazon.com

Busque:


BUSQUEDA

Búsqueda avanzada


SECCIONES

NOTICIAS
Prensa Independiente
Prensa Internaional
Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
Inglés
Alemán
Francés

SOCIEDAD CIVIL
Introducción
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
MLC

DEL LECTOR
Cartas
Debate
Opinión

BUSQUEDAS
Archivos
Búsquedas
Documentos
Enlaces

CULTURA
El Niño del Pífano
Artes Plásticas
Fotos de Cuba

CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Eléctronico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887