Yupi
Internet, diciembre 24, 2002.
La Habana, 23 Dic (Notimex).- La cena de Nochebuena, una tradición
inextinguible en Cuba bajo su régimen socialista de 44 años,
volverá a celebrarse este 24 de diciembre con diferente magnitud, según
los ingresos de cada hogar en la isla.
La comilona nocturna anual antecedió a la Navidad que festejan con
mayor fervor los fieles católicos pero que el Estado se abstiene de
promover, mientras la jerarquía eclesiástica llamó a
recordarla orando por el futuro de la familia y de la Patria cubanas.
La Navidad tendrá este año su quinta edición tras
restablecerse en 1997 y autorizarse como día feriado desde 1998, pero, a
diferencia de otros países, sin el despliegue de iluminación con
luces multicolores que agregan alegría y entusiasmos adicionales.
La única iluminación que resaltó es la instalada en el
patio y rejas de la Sección de Intereses (oficina diplomática) de
Estados Unidos, ubicada en el malecón habanero, avenida costera que
bordea La Habana y que carece de alumbrado público en varios tramos.
En un año que marcó una interrupción de la recuperación
económica, el Producto Interno Bruto (PIB) sólo creció 1.1
por ciento y para el 2003 los cubanos fueron llamados a apretarse el cinturón
pues se espera que el país crezca sólo un 1.5 por ciento.
Las fiestas de Nochebuena y Navidad, ignoradas por la prensa oficial,
abandonaron en 1994 su semiclandestinidad en Cuba cuando en un creciente número
de hogares comenzaron a servirse austeras cenas pese a la grave crisis económica
de la isla.
En 1969, en vísperas de la fallida zafra de los 10 millones de
toneladas de azúcar, el gobierno suprimió el feriado navideño
argumentando que eran meses de duro trabajo agrícola y tildando a la
festividad de ajena a la realidad de esta isla del Caribe.
Los medios de comunicación oficiales ignoran esta celebración
religiosa, a diferencia de los festejos de fin de año, los cuales ligan
con el triunfo de la Revolución cubana el primero de enero de 1959 que
marcó el ascenso del presidente Fidel Castro al poder.
El gobierno accedió a declarar feriado en Navidad atendiendo a una
petición de la Iglesia Católica como una muestra de buena voluntad
hacia el Papa Juan Pablo II, quien visitó la isla en enero de 1998 y pidió
que el mundo se abra a Cuba y Cuba se abra al mundo.
Los fieles acuden a los templos, con menos inhibición, y en especial
a la Catedral de La Habana, donde se instala un nacimiento con un pesebre y una
escultura del niño Jesús, para escuchar la "Misa de Gallo"
la medianoche del 24 al 25 de diciembre.
El 24 la mayoría de los habitantes celebra la Nochebuena, cuya cena típica
debe incluir arroz, frijoles, yuca con salsa agridulce que llaman mojo, ensalada
de lechuga y jitomates, el infaltable cerdo asado, dulces, y va rociada con
cerveza, vinos o sidra.
Aunque fueron vendidos en las tiendas del Estado (excepto la robusta figura
de Santa Claus), este año los adornos navideños han sido más
austeros en la isla después que de 1998 a 2001 fueron colocados en casas,
oficinas, hoteles y locales comerciales.
Quienes reciben remesas en dólares de familiares en el exterior,
propinas por trabajar en el turismo, regalos de firmas foráneas donde
laboran, o estímulos porque su empresa pertenece al llamado "sector
emergente", fueron más dispendiosos en las compras navideñas.
Pero los trabajadores estatales, con salarios promedio de 262 pesos (poco más
de 10 dólares, según la cotización de casas de cambio
oficiales) "sudaron frío" frente a los precios liberados de los
mercados agropecuarios y en las llamadas "shoppings". |