Vida de perro
Lucas Garve, CPI
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - Hay perros y perros. Algunos, hoy
por hoy viven de manera distinta a otros perros. Chocolate es uno de ellos. Un
salchicha muy inteligente. Aunque más inteligente que el perro demostró
serlo el dueño cuando decidió hacer de su mascota un perro
popular.
Chocolate se pasea por la zona turística del casco histórico
de la ciudad sentado en una cajita sobre la parrilla trasera de la bicicleta
china de su dueño. Es fácil encontrar a ambos en la calle Obispo,
a la altura de Mercaderes, San Ignacio, Cuba. La zona del ir y venir de los
turistas extranjeros por la Habana Vieja.
No gaste tiempo en pensar que un perro salchicha sentado detrás del
sillón de una bicicleta china sea un espectáculo. La curiosidad
está en el atuendo del canino. Gorra, espejuelos, reloj, lazo mariposa al
cuello, camiseta, overol de mezclilla y un monedero plástico con
billetes de un dólar sobre el pecho.
Chocolate es un perro trasvestido en cubano Nuevo Milenio.
Aficionados al béisbol, asiduos al estadio del Cerro, donde se juega
pelota todo el año, me aseguraron que el Choco es la mascota del equipo
Industriales, y favorito de los camarógrafos de TV cuando el equipo azul
anota una carrera y el Choco ladra entusiasmado.
Sin embargo, los trucos "dame la patica", "mira una mujer
bonita y ladra", no resultaron tan conmovedores hasta el momento justo en
que el dueño extrajo de su mochila Thaba (Talabartería Habana) un
termo mediano y en la tapa sirvió al canino el chocolate con leche.
Una joven mujer que asistía a la escena exclamó detrás
de mí:
- ¡Caballeros, hay que luchar el dólar para tomar chocolate con
leche! Mis sobrinos desayunan con refresco instantáneo.
Un moreno canoso, riendo sin prejuicio por la ausencia de algunos dientes,
la sacudió:
- ¡Ese perro tiene más de siete años y ya no le toca
bolsa de leche!
Algunos extranjeros de paso, atraídos por el perro disfrazado,
posiblemente no entendieron. Pero los cubanos presentes en la escena no dejaron
de reír y opinar sobre el espectáculo.
Una joven con una cortísima minifalda propuso al dueño de
Chocolate:
- Oye, tengo una salchicha con tremendo nivel que anda buscando un perro con
fulas. ¿Te interesa? Es una proposición deshonesta.
El camarero del café La Luz me explicó entonces:
- Esto es así cada vez que Chocolate se aparece. Los yumas le hacen
fotos y siempre le dejan algo. El dueño tiene su búsqueda. ¡Eso
es vida de perro!
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