CUBANET .INDEPENDIENTE

13 de diciembre, 2002

Viajar en Cuba

Rafael Ferro Salas, Grupo de Trabajo Decoro

PINAR DEL RÍO, diciembre (www.cubanet.org) - Se acercaba el amanecer. Los que esperaban para viajar mostraban el cansancio en los rostros. La terminal provincial de ómnibus era un mar de gente de todos los tipos, como en cualquier terminal.

Me acerqué a una mujer que estaba sentada en uno de los bancos de espera. Se cubría los hombros con una toalla tratando de combatir el frío de la madrugada.

- ¿Hay anunciada alguna salida de ómnibus para La Habana? -le pregunté.

Me miró sonriendo con ironía, y me preguntó con voz soñolienta:

- ¿A estas alturas usted hace caso de los anuncios en esta terminal, señor?

No me quedó más remedio que sonreír. La constante irregularidad en el transporte es la causa principal de la incredulidad de los viajeros ante los anuncios de salida y llegada de ómnibus en las terminales cubanas.

Después que llevaba un rato esperando, una anciana se acercó al hombre encargado de controlar la entrada de personas a los ómnibus, que en Cuba se conoce como jefe de turno. La señora le entregó algo. De manera discreta el tipo se llevó al bolsillo lo que la anciana le había entregado.

La mujer con la que había hablado minutos antes se quitó la toalla de los hombros, se levantó del banco y me aseguró:

- Puede apostar a que esa vieja se va en el primer carro que entre hoy a la terminal sin importar el turno que tiene en la fila de espera. Acaba de pasarle dinero al jefe de turno. ¿No lo vio usted?

- Bueno, yo vi que le dio algo, pero no puedo asegurar que sea dinero.

- Yo sé que le dio dinero. ¿Sabes por qué? Porque hace rato yo hice lo mismo. Si quieres viajar de un lugar a otro en este país tienes que pagarle a los jefes de turno. Si no, no sales nunca de una terminal de ómnibus.

Cuando terminó de darme la lección se dirigió al hombre que había hablado con la anciana. Le habló bien cerca, como recordándole algo que el hombre no debía olvidar. El hombre asintió, sonriente.

Amanecía. Un alboroto general anunció la entrada del primer ómnibus. Corrían hombres, mujeres y niños de un lado para el otro. Algunos policías intentaron poner orden, sin resultado.

Frente a la puerta de la salida se paró el señor Jefe de Turno. Fue llamando a algunos. Por las protestas de la gente me di cuenta de que las personas no eran llamadas según el orden que tenían en la fila. El Jefe de Turno seguía, inmutable. Se veía seguro, dueño de la situación. Entre los llamados estaba la mujer con quien había hablado. A una señal del Jefe de Turno se levantó del banco y pasó por mi lado despacio, mirándome con mucha picardía:

- Puedes apostar a que hoy no viajas, hombre. Te demoraste mucho en contactar con el jefe de turno.

Ese día no fue posible mi viaje a La Habana. La misma suerte corrieron muchos de los que desde temprano habían reservado sus turnos. Todos cometimos el mismo error: no contactamos con el Jefe de Turno.


Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

Noticias por e-mail

La Tienda - Libros , posters, camisetas, gorras

In Association with Amazon.com

Busque:


BUSQUEDA

Búsqueda avanzada


SECCIONES

NOTICIAS
Prensa Independiente
Prensa Internaional
Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
Inglés
Alemán
Francés

SOCIEDAD CIVIL
Introducción
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
MLC

DEL LECTOR
Cartas
Debate
Opinión

BUSQUEDAS
Archivos
Búsquedas
Documentos
Enlaces

CULTURA
El Niño del Pífano
Artes Plásticas
Fotos de Cuba

CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Eléctronico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887