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Interrogan y
amenazan a la madre de niño enfermo por pedir ayuda internacional
PINAR DEL RIO, 10 de diciembre (Víctor Rolando Arroyo, UPECI /
www.cubanet.org) - Dos oficiales de la policía política cubana
interrogaron y amenazaron a María del Carmen Martínez García
el 3 de diciembre, por pedir ayuda internacional para su hijo enfermo de
porfiria eritropoyética congénita.
El hecho tuvo lugar en el consultorio del médico de la familia que
atiende al hijo de Martínez, en Pinar del Río, localidad donde
reside ella y el menor Miguel Antonio Falcón Martínes, de cuatro años.
Martínez tenía una cita con la doctora María Victoria
Hernández Fernández y cuando se presentó en el referido
consultorio dos oficiales de la policía política irrumpieron en el
local y la detuvieron tres horas, durante las cuales fue interrogada y amenazada
delante de su hijo enfermo.
"El oficial que dijo llamarse Emilito me dijo que yo no iba a recibir
ninguna visa estadounidense para viajar a ese país a curar a mi hijo,
pues agregó que ellos son los que dan los permisos de salida de Cuba",
dijo Martínez.
La mujer añadió que el oficial le dijo que él conocía
bien las relaciones de ella con opositores al gobierno que residen en la isla y
en el extranjero, señalando que eso no le convenía pues según
el gendarme se enriquecen a costa del niño.
Los agentes de la Seguridad del Estado le dijeron también a Martínez
que ellos sospechan que prepara una salida ilegal del país con el menor,
por lo que la vigilan de cerca, lo que es incierto y la mujer desmintió.
También le hicieron saber que estaban al tanto que ella había
recibido medicinas y apoyo financiero de personas en el exterior, aunque
presionaron a la mujer para que dijera quiénes la habían ayudado a
ella y al niño, lo que tampoco aceptó Martínez.
"Les pregunté (a los oficiales de la policía política)
por qué tanta preocupación ahora por mi hijo, cuando en cuatro años
nunca se habían preocupado por él. Ni siquiera tiene una dieta
adecuada. Sólo con la ayuda del exilio es que mi hijo se ha vestido
decentemente y he podido alimentarlo como él necesita. Les expresé
además que ésos, los que ellos dicen que se están
enriqueciendo a costa de mi hijo, me han dado alimentos, medicinas y apoyo
espiritual, y nunca me han pedido nada a cambio", apuntó Martínez.
La mujer agregó: "La situación se tornó tan difícil
que el niño rompió en llanto y la doctora que estaba fuera del
consultorio regresó para calmarlo pues estaba muy alterado. Incluso me
dijeron que un estudiante latinoamericano de Medicina que se interesó por
el niño no lo podría ver porque ellos no lo permitirían".
Martínez concluyó: "La ironía y la prepotencia de
estos gendarmes me molestaron mucho y también me preocupan sus amenazas.
Ellos se creen con derecho a todo y temo por mi hijo y por mí".
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