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Intermediarios
agrícolas y alza de precios
Reinaldo Cosano Alén
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - La comercialización de
productos agrícolas fue un punto de debate durante el noveno período
de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba (parlamento
unipartidista), cuya atención se centró en el papel de los
intermediarios en la comercialización.
La diputada Mercedes Cavada aseguró que los intermediarios originan
el alza de los precios.
Por su parte, el gobernante Fidel Castro calificó a los
intermediarios como "gente parásita que no produce nada".
Cuestionada sobre el particular, la economista Martha Beatriz Roque Cabello,
directora del Instituto Cubano de Economistas Independientes "Manuel Sánchez
Herrero", dijo: "En todo proceso comercial -productos destinados al
comercio- siempre han intervenido necesariamente tres factores: el productor, el
intermediario y el consumidor o cliente. Suprimir uno de estos factores sería
absurdo. Así ha sido históricamente. El gobierno quiere que el
mismo que produce sea quien venda".
El asunto, que no tiene en cuenta realidades, ha constituido siempre un
fuerte dolor de cabeza para los productores individuales y para el gobierno,
siempre en guerra con éstos.
Hace un año, el Ministerio de Agricultura ensayó una rebaja
del 50 por ciento de los altos impuestos a los campesinos que venden en los "mercados
topados" (con precios topes), para incrementar la participación de
productores y productos con precios diferenciados, con control estatal casi
absoluto. Pero la práctica ha demostrado que estos mercados, ciertamente
con algunos centavos de rebaja, están menos abastecidos y con menor
variedad de productos agrícolas que los otros, los "mercados
agropecuarios" (de campesinos individuales).
Lo curioso es que en ambos casos no han podido eliminar el intermediario -ése
que Castro califica de parásito. En el primer caso está a cargo
del Estado tanto la transportación como la venta, mientras en el segundo
caso se hace lo mismo pero con particulares, que son muy perseguidos,
constantemente multados por una u otra razón, se les ocupan sus mercancías
y se le imponen altísimos impuestos. A pesar de todo y contra todo
sobreviven a duras penas, siempre demostrando una eficiencia superior.
El diputado Carlos Lage llamó a enfrentar el problema (¿cuál
problema, de quién y por qué?) y aseveró que la mejor
manera es la vía de seguir incrementando los mercados agropecuarios
estatales donde no existe el intermediario y los precios están
controlados por estar debajo de los precios del mercado al que concurren los
privados.
El gobierno chino, aunque caracterizado por la intolerancia política,
permitió en 1974 la libre concurrencia de las leyes del mercado. Oferta y
demanda. Los resultados en su agricultura han sido casi espectaculares. Pero en
Cuba ni siquiera eso. Las ideas mesiánicas están muy por encima de
lo que necesita y quiere el pueblo cubano.
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