Los derechos
humanos en Cuba
Miriam Leiva
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - El Día Mundial de los
Derechos Humanos se conmemora en Cuba bajo fuertes medidas represivas contra los
activistas que promueven las libertades políticas, civiles, económicas,
sociales y culturales del hombre. Se estima que existen 232 presos políticos
y de conciencia padeciendo infrahumanas condiciones en cárceles muy
distantes de los lugares de residencia de sus familiares.
Elizardo Sánchez Santa Cruz, destacado disidente que ha cumplido ocho
años y medio de cárcel por varias condenas, en entrevista
exclusiva nos ofreció algunas opiniones al respecto.
"El 10 de diciembre, Día Mundial de los Derechos Humanos, es una
ocasión propicia para meditar sobre el estado de los derechos humanos
fundamentales a nivel mundial y dentro de cada país. En el caso de Cuba,
lamentablemente, seguimos sufriendo unas condiciones muy desfavorables, que se
expresan en la violación masiva, sistemática e institucional de
todos los derechos civiles, políticos y económicos, lo cual coloca
a nuestro país, sin duda alguna a mi juicio, en la peor situación
en cuanto a tales derechos a escala de todo el hemisferio occidental".
Sánchez agregó: "Cuba continúa teniendo la única
sociedad cerrada en el continente americano. El gobierno sigue negado a aceptar
la cooperación plena de la Cruz Roja Internacional, al tiempo que bloquea
el acceso al país de organizaciones humanitarias como Amnistía
Internacional, Human Rights Watch Americas o la Federación Internacional
de Derechos Humanos".
"Lo más inquietante -prosiguió Sánchez- no es la
situación negativa que tenemos al presente, que ha sido la misma en los últimos
años, sino que el pronóstico -que yo comparto con otros colegas-
es que va a seguir siendo muy desfavorable a lo largo del año que viene,
a menos que ocurra un milagro. Y este pronóstico tiene que ver con la
absoluta falta de disposición del gobierno para cambiar la situación
de los derechos fundamentales que agobia a todos los cubanos, tanto a los
gobernados como a los gobernantes".
En cuanto a la represión, Sánchez precisó: "En lo
que respecta a la represión política, seguimos apreciando que el
gobierno mantiene más bien un perfil bajo. No se manifiestan los
encarcelamientos prolongados de años atrás, sino que lo más
común son las detenciones de corta duración, amenazas o formas
diversas de guerra sucia que el gobierno sostiene contra los opositores pacíficos,
que somos todos. Pero esta situación puede revertirse en cualquier
momento. Incluso hay quien dice que debemos esperar un fuerte aumento de la
represión política el año que viene".
Elizardo Sánchez Santa Cruz preside la Comisión Nacional de
Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, fundada en 1987, la cual ha
recibido diversos reconocimientos por su sostenida labor en defensa de tales
derechos en Cuba. Entre ellos se encuentra el premio por la Libertad de Expresión
de la Sociedad Interamericana de Prensa en 1990, el premio de Human Rights Watch
en 1991 y el premio Internacional de Derechos Humanos de la República
Francesa en 1996, entregado por el presidente Jacques Chirac.
Al arribar al Día Internacional de los Derechos Humanos, esforzados
luchadores pacíficos sufren largas condenas sólo por reclamar las
libertades contenidas en la Declaración Universal de las Naciones Unidas,
de la cual Cuba es signataria.
Francisco Chaviano se encuentra confinado en la cárcel Combinado del
Este desde 1994. Bernardo Arévalo Padrón, periodista alternativo,
cumple su condena en la prisión de Ariza, en la provincia Cienfuegos.
El abogado Juan Carlos González Leiva es el único ciego del
mundo sometido a un régimen carcelario degradante e injusto por luchar
pacíficamente a favor de los derechos del hombre. Él espera por un
juicio desde el 4 de marzo de 2002. Se halla en las mazmorras de Holguín.
Estos son sólo algunos ejemplos. También a diario se conoce de
periodistas independientes y disidentes que son citados por la Seguridad del
Estado para "advertirlos" sobre las consecuencias que para ellos puede
tener su actividad. Los pocos equipos con que cuentan para el trabajo, como
telefax, son ocupados en ocasiones y, como el resto de la población
cubana, no tienen acceso a Internet.
La represión cotidiana se ha tendido sobre todos los cubanos durante
más de 43 años. La llamada "doble moral" está
presente en muchas personas que repiten las consignas y opiniones oficialistas,
mientras esconden las propias. Pensar no se puede prohibir, pero manifestar las
ideas puede impedir el acceso a los estudios universitarios o a un empleo, lo
que se extiende a la familia del "infractor".
No obstante, poco a poco se vence el miedo. Esto se ha puesto de manifiesto
en los miles de cubanos que firmaron el Proyecto Varela. Pero el gobierno
totalitario no está dispuesto a ceder espacio, arremete contra los
activistas y simpatizantes. Desea dar escarmientos, expulsando de centros de
trabajo y estudio como le sucedió a los estudiantes universitarios Roger
Rubio Lima, Joan Columbié Rodríguez y Harold Cepero Escalante.
Mientras las condiciones económicas se tornan más difíciles
y el gobierno se niega a adoptar medidas para liberalizar la actividad creadora
de los ciudadanos, aumentan las diferencias sociales y la mayoría de la
población carece de los medios indispensables para tener una calidad de
vida adecuada, las pensiones y los salarios son ínfimos, la moneda
nacional apenas tiene valor, mientras la dolarización oficial impone el dólar
estadounidense, y los jóvenes no pueden aspirar a un futuro promisorio
con empleo acorde a sus conocimientos y esfuerzos, salario y vivienda decorosa.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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