Demolerán
caserío donde viven veinte familias
LA HABANA, 2 de diciembre (Reinaldo Cosano Alén / www.cubanet.org) -
Veinte familias muy pobres serán desalojadas de sus viviendas por orden
de la Dirección Municipal de la Vivienda de Habana del Este, en la
capital cubana, institución que también dispuso la demolición
de esos inmuebles.
El caserío que será destruido por los funcionarios se denomina
Camino del Tejar y se encuentra próximo a la playa de Guanabo, aunque
suficientemente alejado de las áreas para turistas extranjeros. Las
viviendas fueron construidas poco a poco por personas que perdieron toda
esperanza de obtener una casa por cualquier vía, gente desesperada
proveniente de diversas provincias del país, desalojados del Caserío
de Guanabo y hasta de las zonas más céntricas de la capital.
A Meinardo Chaveco Díaz le tumbaron la casa en el Caserío de
Guanabo. Lo localizaron en La Habana para que presenciara cómo destruían
en unos instantes todos sus esfuerzos y sus esperanzas de tener un hogar. Pero
era preciso demostrar que sus pertenencias personales no le serían
hurtadas. Una brigada de trabajadores de demolición del Instituto de la
Vivienda, dirigido por la técnica de ese organismo, Yohanka, arrasó
la casita.
"Me dieron pase para ir a mi casa y me encuentro este fenómeno. ¡Yo
estaba construyendo casas en la Ciénaga de Zapata para los damnificados
por el huracán Michelle!", declaró Chaveco.
Chaveco proviene de una familia de combatientes rebeldes de la Sierra
Maestra que luchó contra e régimen de Fulgencio Batista, pero
ahora enfrenta una nueva amenaza de desalojo y demolición en el Camino
del Tejar, adonde tuvo que ir a vivir. Como los demás residentes de ese
caserío tiene un plazo para abandonar el inmueble que construyó
con materiales de desecho y con esfuerzo propio.
Si Chaveco sigue con su terquedad de no irse a vivir a un descampado o a
deambular por calles y caminos, tendrá que soportar multas y amenazas
como le ocurrió antes, hasta que finalmente sea lanzado... a ningún
lugar por la policía.
Ya Chaveco fue multado con 800 pesos "por ilegal", pero como no
pudo pagar esta cantidad el Estado se la descuenta cada mes de su sueldo de
162.65 pesos. No ha terminado de pagar aquella multa y ya le han impuesto otra
de mil pesos, acompañada de la misma orden de demolición. Esta
situación la afronta cada cabeza de familia del caserío.
"Hace más de dos meses nos tienen 'aterrillados' con multas
imposibles de pagar. Estamos en nuestros trabajos, porque somos personas
trabajadoras y decentes, y queremos regresar pronto a nuestras casas, siempre
con el temor de que al llegar hayan convertido al caserío en un volcán
humeante. No les importa que tengamos familia, incluso niños. No hay con
qué pagar las multas. Otros se niegan a pagarlas porque de todos modos le
tumban la casa. La gente no tiene donde vivir. Por eso estamos aquí",
dijo un residente de Camino del Tejar que no quiere ser identificado.
Otro explicó que Argelio González Pérez denunció
la situación en que los mantiene el Instituto de la Vivienda, pero los
funcionarios son inconmovibles, sólo multan y demuelen.
La situación se complica. Un inspector se presentó en el
barrio acompañado de un policía para un desalojo. Al conocer las
razones y posturas de los vecinos del lugar de no dejarse avasallar, el policía
le dijo al inspector delante de todos que él no tenía orden para
desalojar a nadie, que aquello era un problema de la Vivienda y no de la Policía.
Después de dicho esto se marchó. Tras él, también se
fue el inspector.
Chaveco no debe caminar porque está recién operado, pero tiene
que estar de un lugar a otro, de gestión en gestión, como los
otros, tratando de evitar que le demuelan la casa.
"Si me la tumban no tengo a donde ir", sentenció.
Un chofer de turismo al que llaman Santiaguito también está
expuesto a perder su vivienda. Es un "ilegal", pues construyó
en terreno estatal sin autorización, la cual no le entregarían
aunque lo solicite.
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