Falta de crédito
Manuel Vázquez Portal, Grupo Decoro
LA HABANA, agosto (www.cubanet.org) - Yanela tiró de las greñas
(crenchas) a Alhelí. Alhelí le dio de puñetazos a Yanela.
La fajatina se extendió. Doris se enroscó con Isabel. El edificio
se animó como un circo romano. Los que no habíamos asistido a la
reunión salimos a los balcones para ver el espectáculo. Triste
espectáculo. Las cuatro mujeres, rodeadas por sus enardecidos vecinos,
peleaban por obtener un bono que les posibilitaría la compra de un
televisor.
El edificio donde vivo tiene 45 apartamentos. No puedo decir que lo habitan
45 familias, porque en varios apartamentos conviven más de una familia. A
eso, en Cuba, se le llama familia extendida. La falta de inmuebles obliga a las
nuevas parejas a convivir con padres y abuelos en una sola casa. Para esa
cantidad de familias el gobierno otorgó un solo televisor. Más del
50 por ciento de las familias carecen del equipo. La jaladera de pellejo, la
sacadera de trapitos sucios, la bronca fue de ampanga.
En un principio pensé que las peleas se debían a la escasez de
televisores en el mercado. Hice un recorrido por las tiendas que venden en dólares
en la ciudad y pude comprobar que los mismos televisores que se otorgan por
medio de los Comité de Defensa están a la venta en dichas tiendas
a un precio de 350 dólares.
Me asaltó una duda razonable. ¿Por qué la gente se faja
si el equipo puede obtenerse en las tiendas por divisas? Respuesta inmediata: la
gente no tiene divisas, su sueldo lo reciben en moneda nacional y, al cambio, no
rebasa los diez dólares promedio. Indudablemente existe otra razón.
Facilidades de pago. Esa fue la respuesta. La gente no se faja por el
televisor. Se faja por la posibilidad de obtener un crédito que les
permita comprarlo.
Otra interrogante repentina: ¿Por qué el gobierno no le otorga
créditos a todo aquel ciudadano que, poseyendo un empleo y hallándose
en condiciones fiables para pagar, lo necesite?
Ahí mismo se complicaron las reflexiones. Con la poca capacidad de
producción que presenta el país se hace imposible abastecer el
mercado como para resistir la avalancha de compradores a crédito que se
desataría. Con la poca capacidad de importaciones que tiene el país
debido a la pobreza financiera que presenta resultaría imposible comprar
en el extranjero la cantidad de insumos que requiere la población.
Ironía. Si a Fidel Castro nadie le da créditos, ¿por qué
Fidel Castro tendría que darle créditos a la gente? Realidad
aplastante: ¡que se jodan!, que se fajen, que se ripien, que se machaquen;
así, mientras se desguabinan los unos a los otros, no les da tiempo para
pensar en que las cosas pudieran ser de otra manera.
Esta es la verdadera razón que provoca que a los televisores de
fabricación china les llamen el Panda Asesino, y hayan venido a sustituir
a las Brigadas de Respuesta Rápida, total, el pueblo se está
matando solito, solito.
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