Campesino
damnificado no podrá reparar su casa por no pagar las cuotas de la ANAP
GÜINES, 22 de agosto (José Izquierdo, Grupo Decoro /
www.cubanet.org) - El campesino Juan Galbán Torres no tiene derecho a
reparar su casa, que fue arrasada por el huracán Lili en 1996, porque no
paga la cuota que exige la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños
(ANAP).
Así lo consideran los funcionarios de la ANAP porque desestimaron el
pedido de materiales de construcción que Galbán presentó.
El campesino, de 66 años, reside en las ruinas de su vivienda, la
cual está ubicada en la Finca El Coronel, en el Consejo Popular Juan
Abrahantes del poblado Aguacate, municipio Madruga, provincia La Habana.
Galbán ha perdido la mayor parte de sus bienes debido a que prácticamente
vive a la intemperie.
Para resguardarse de las inclemencias del tiempo, Galbán colocó
algunas planchas metálicas sobre una estructura de ramas, debajo de la
cual ubicó su cama, que de todas formas se moja cuando llueve.
En mayo este campesino fue visitado por un grupo de funcionarios del central
azucarero Rubén Martínez Villena, quienes en vez de socorrer al
hombre lo instaron a que entregara sus tierras al Estado y se internara en un
asilo de ancianos.
El planteamiento de los dirigentes comunistas ocasionó una acalorada
discusión entre ellos y Galbán, que al no acceder a la propuesta
de los funcionarios fue calificado por ellos como "paranoico".
Los dirigentes utilizaron su influencia y encerraron a Galbán en el
hospital siquiátrico de provincia La Habana, Crisanto Betancourt, pero
una semana después le tuvieron que dar de alta porque se comprobó
que no tiene ningún desajuste mental, como afirmaban los funcionarios del
central Rubén Martínez Villena.
La ANAP es una organización diseñada por el gobierno de Fidel
Castro para controlar políticamente a los campesinos cubanos y ponerlos
en función de los planes que elabora el Ministerio de la Agricultura, los
cuales han desbastecido los mercados en vez de satisfacer la creciente demanda
de alimentos de la población.
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