Destruyen
tres vehículos útiles por escasez de combustible
GÜINES, 21 de agosto (José Izquierdo, Grupo Decoro /
www.cubanet.org) - Directivos de la fábrica de ladrillos refractarios
ubicada en Güines, provincia La Habana, ordenaron la destrucción de
dos camiones y un automóvil útiles porque no tenían
combustible para que operaran dichos carros.
Los conductores de los tres vehículos fueron enviados para sus casas
en calidad de interruptos, eufemismo con que los burócratas comunistas
designan a los desempleados.
Se confirmó con fuentes confiables que Agustín Guerra,
director de la fábrica de ladrillos, ordenó la venta de los tres
carros como chatarra ferrosa a un rastro de la Unión Recuperadora de
Materias Primas de Güines.
Los vehículos eran de fabricación soviética (un camión
marca KAMAZ y otro MAZ 500, y un automóvil Moskovich) pero estaban en
perfecto estado técnico.
"El MAZ 500 había sido reparado por su chofer, que le informó
de la decisión de destruir los carros a la sección sindical de la
fábrica, cuyos dirigentes se pusieron de parte de los directivos y
explicaron que la medida se adoptó por la crisis de combustible existente
en Cuba", apuntó una de las fuentes.
Adalberto Valdés, uno de los choferes desempleados, dijo: "Es
común ver que envíen equipos en buen estado técnico hacia
los rastros. Recientemente también decidieron vender varios motores eléctricos
en buen estado como chatarra, a sabiendas del elevado costo de esos aparatos en
el mercado internacional".
Esta fábrica de ladrillos refractarios opera con capital mexicano y
es una de las entidades económicas que forma parte del llamado Plan de
Perfeccionamiento Empresarial, un programa de control y revisión creado
por el mando militar cubano y que se aplica en industrias civiles presuntamente
para lograr mayor efectividad en su gestión y que sean rentables.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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