Ramón Ferreira /
El Nuevo Herald,
agosto 20, 2002.
Cuba se ha ido desvaneciendo en las noticias como una especie de limbo de
donde solamente llegan rumores. Cuanto más se intenta descifrar hacia dónde
conduce el último desatino de Fidel, más evasivas se vuelven las
explicaciones de los medios. La prensa en general y CNN en particular se han ido
desligando del enigma fidelista para dedicarse a explicar todo lo relacionado
con el resurgimiento de Latinoamérica capitalista y una democracia
reforzada por el trágico desenlace del mito comunista en Cuba.
Sin embargo, ahora que Fidel está acusado de terrorista,
suministrador de armas biológicas y enemigo mortal del capitalismo, CNN
nos distrae presentando a un tal Robaina, pandillero de Fidel en desgracia, para
informarnos que ha sido expulsado del partido y se enfrenta a un futuro
incierto. Ya lo sabíamos.
En el espacio que CNN usualmente dedica para explicarlo todo, y reforzarlo
con la opinión de expertos en el tema: deudas astronómicas de
ciertos países, remedios aplicables, recuperación del capital y
beneficios para los pueblos, Robaina fue escoltado frente a los micrófonos
para dejarle perorar sobre su inocencia.
En un monólogo interminable pudimos enterarnos de la versión
de Robaina. No ha cometido delito alguno, se trata de un caso de confusión
debido a su falta de transparencia con sus camaradas. Nadie le preguntó
qué escondía esa falta de transparencia, por qué resultó
un acto criminal contra el régimen o qué podía aclarar
sobre el asunto. Ni preguntas, ni especulaciones, una misión cumplida sin
ofender a nadie.
CNN compartió la falta de transparencia de Robaina al darse por
satisfecha con sus divagaciones sobre lo que vio o dejó de ver, al no
indagar sobre los motivos de su expulsión del partido y un posible
fusilamiento.
CNN sí fue transparente cuando se limitó a reportar cómo
Juan Pablo II logró abrir iglesias en una Cuba comunista, llegando a
detallar la cantidad de sacerdotes que Fidel tolera desde entonces.
CNN sí fue transparente cuando no se apartó de Jimmy Carter y
se conformó con la solución que ofrecía mediante un Plan
Varela que lo resolvería todo si Fidel lo incorporaba al curriculum
escolar.
CNN no es transparente cuando su tolerancia en Cuba se ve amenazada por un
exceso de celo periodístico; se torna tan elusiva como Robaina cuando las
respuestas a ese celo conllevan consecuencias perjudiciales.
CNN ha sido y es evasiva a la hora de reportar sobre lo que acontece en Cuba
si en forma alguna demuestra una independencia de las versiones del régimen.
En cierta forma Fidel se siente legalizado al permitirle reportar todo lo que es
transparente, pero inocuo. CNN, por su parte, cumple la misión imposible
de defender víctimas mientras se enfrenta a una pistola. CNN es,
finalmente, otra arma contra la tiranía, donde exista.
CNN no puede lograr lo que no han podido ni la OEA ni la CIA. La recuperación
y el progreso en Latinoamérica son temas de interés universal. Los
horrores del comunismo en Cuba han perdido urgencia debido a que han sido
sepultados sin tener en cuenta que todavía queda un pueblo que los sufre
hoy día. Existe la tendencia a descartar atrocidades ajenas que no se
pueden impedir debido a que ya han sido consumadas y eventualmente serán
juzgadas.
Pero sin un periodismo independiente y vigilante de los derechos humanos, no
se hubieran derrotado tantas tiranías políticas, raciales y
culturales que separaban a los pueblos de la raza humana. Un periodismo
transparente permite llegar a y erradicar el origen de los males. Si se
convierte en un sistema particular a base de medias verdades y evasiones
provisionales, entonces deja de pertenecer a ese cuarto poder con su ejército
invencible a base de la verdad transparente para servir de instrumento a quienes
apelan a las armas para imponer la mentira por la fuerza.
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