Nuevo triunfo
cubano
Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, agosto (www.cubanet.org) - El doctor Pedro Sánchez, científico
de origen cubano residente en Estados Unidos de América, recibió
el premio World Food 2000, ascendente a 250 mil dólares, por desarrollar
métodos para transformar depauperados suelos tropicales en productivas
tierras agrícolas, donde se han incrementado los rendimientos promedio de
arroz por área en un 60 por ciento y equiparado los rendimientos del
frijol de soya a los niveles logrados en Estados Unidos.
El eminente científico, hijo de un agricultor cubano que poseía
una finca en provincia La Habana confiscada después de 1959, estudió
en la Universidad de Cornell, donde obtuvo su maestría y posteriormente
el doctorado.
En declaraciones formuladas a la radioemisora La Voz de América, Sánchez
puntualizó su disposición a compartir sus conocimientos con científicos
de Cuba. Mediante ese gesto mostró que además de su alto nivel
profesional lo caracterizan sus nobles sentimientos y amor al suelo donde nació.
En este caso se repite la historia de muchos compatriotas triunfadores en el
exterior: políticos, hombres de negocios, profesores universitarios,
profesionales de todo tipo y artistas que son una clara muestra del carácter
emprendedor y de la capacidad de los cubanos para abrirse paso en otras
sociedades, aún en aquéllas tan exigentes y competitivas como la
estadounidense, donde han logrado posiciones distinguidas que van mucho más
allá de la dimensión numérica de sus comunidades.
En Cuba, a pesar de la existencia de una amplia gama de científicos y
especialistas dedicados a la producción agropecuaria, incluidos la
conservación y mejoramiento de los suelos, la situación en esta
esfera es altamente precaria.
En el caso específico de los suelos, el 50.5 por ciento están
clasificados como "muy poco productivos" y el 17.6 por ciento como "poco
productivos", para un 68.1 por ciento en su conjunto, según
informaciones aparecidas en el Anuario Estadístico de Cuba de 2000.
A su vez, el área agrícola se encuentra dañada por la
salinidad en un 14.9 por ciento; por la erosión (de muy fuerte a media)
en 37.3 por ciento; mal drenaje, 40.3 por ciento; compactación, 37.3 por
ciento; acidez, 50.7 por ciento; muy bajo contenido de materia orgánica,
69.6 por ciento, y baja retención de humedad, 37.3 por ciento.
Como puede apreciarse, el estado de la fertilidad de los suelos en Cuba es
sumamente grave debido principalmente a prácticas agrotécnicas
indebidas, aplicadas durante muchos años, como la excesiva mecanización,
el uso ilimitado de las aguas subterráneas, la falta de una política
de rotación de los cultivos, el uso indiscriminado por mucho tiempo de
productos químicos en altas dosis (fertilizantes, herbicidas,
fungicidas...) y la deforestación de amplias áreas.
Uno de los problemas más graves de la economía cubana radica
en la incapacidad de satisfacer la cantidad de alimentos que requiere la población,
en primer lugar por la ineficiencia del sistema económico imperante, que
ha convertido al país en un importador neto de alimentos. Sin embargo, no
cabe duda de que en las condiciones actuales la continuada degradación de
los suelos constituye un factor de alto riesgo para la alimentación de
las generaciones presentes y venideras.
Por ello, los avances científicos logrados por el doctor Sánchez,
así como su noble disposición a compartirlos con sus colegas de la
isla constituye una señal de esperanza en una especialidad donde la
solución de los problemas existentes es de suma urgencia.
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