El camino de
los bicitaxis
Claudia Márquez Linares, Grupo Decoro
LA HABANA, agosto (www.cubanet.org) - Hace apenas una década comenzó
en Cuba la proliferación de un nuevo modo de transporte: los bicitaxis. A
raíz de la crisis económica que desde entonces sufre la nación
producto del derrumbe del campo socialista, múltiples han sido las
innovaciones del cubano para poder aliviar las necesidades de cada día.
En un principio, los choferes de bicitaxi podían alquilar a cubanos o
a turistas con entera libertad, siempre y cuando tuvieran sus respectivas
licencias. Con el tiempo creció la afición de unos y otros por ese
medio, que servía para transportarse por las estrechas calles de Centro
Habana y la Habana Vieja, municipios que se encuentran entre los más
populosos de la ciudad y que sólo cuentan con paradas de ómnibus
en su periferia.
Hoy, la policía y los inspectores de la Oficina Nacional de
Administración Tributaria (ONAT) acosan a los choferes de bicitaxis y les
imponen multas cuando violan las injustas regulaciones que restringen el desempeño
del útil servicio que prestan estos trabajadores por cuenta propia, el
cual goza de gran popularidad entre la población capitalina.
Uno de los choferes que se dedica a esta labor desde hace varios años
comentó: "Las leyes que nos impiden trabajar con libertad son
muchas. Por ejemplo, no podemos alquilar a los turistas porque a principios de
este año suspendieron las licencias que lo autorizaban, a pesar de que en
esta zona abunda el turismo. A los turistas les gusta pasear en bicitaxis, pues
así pueden recorrer con calma las calles de La Habana, pero si nos
sorprende un inspector o un policía nos multan con 250 pesos y, además,
si no tienes licencia te decomisan el vehículo".
Esta no es la única limitación que perjudica el trabajo de los
conductores de bicitaxis. Aunque tengan licencia, si recorren el casco histórico
de La Habana la multa es de 50 pesos para los que tienen licencia y de 250 pesos
y ocupación del vehículo para los que no tienen la autorización
gubernamental.
A pesar de los riesgos, es grande el número de los capitalinos que
desempeñan este trabajo ilegalmente, porque la ONAT decidió no
expedir más licencias ni siquiera para alquilar en pesos. Sólo
algunos casos de Seguridad Social (personas de muy bajos recursos económicos)
aprobados por organizaciones gubernamentales como los Comités de Defensa
de la Revolución pueden conseguir estas licencias, según reveló
uno de los choferes de bicitaxis que labora en la intersección de las
calles Reina y Belascoaín.
El impuesto mensual que deben pagarle a la ONAT estos bicitaxistas es de 80
pesos. Un número de ellos, aunque pequeño, poseen varios vehículos
que arriendan a otros choferes que no tienen recursos para comprarlos o
fabricarlos. El alquiler diario de un bicitaxi es de 30 pesos.
Juan José, propietario de varios bicitaxis, apuntó: "Aparte
del mío, yo poseo cinco vehículos más, los cuales tengo
alquilados. Pero hay quien tiene hasta diez. Ahora estoy reuniendo para comprar
otro y así tener más ganancias. Cada chofer me paga 30 pesos
diarios. Además, yo sí alquilo a los turistas, me arriesgo, y en
mi licencia siempre tengo guardados diez dólares (260 pesos al cambio
vigente) para pagar la multa".
Según uno de los inspectores de la ONAT que no quiso identificarse,
la causa por la que se le prohíbe a los conductores de bicitaxis que le
alquilen a los turistas es que desviarían los ingresos en divisas del
Estado hacia ese pequeño sector privado que, a pesar de las
restricciones, lucha por sobrevivir y donde algunos compatriotas han llegado a
crear verdaderas microempresas.
Recorriendo la Habana Vieja pudimos constatar las señalizaciones que
impiden la circulación de los bicitaxis. Esto es un ejemplo de cómo
el Estado mantiene su control económico sobre la sociedad en perjuicio de
los potenciales clientes, que de otro modo recibirían un mayor y mejor
servicio de transporte en esta zona de la capital, en la cual se mueven tantos
visitantes.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|