CUBANET .INDEPENDIENTE

14 de agosto, 2002


Familiaridades extremas

Manuel David Orrio, CPI

LA HABANA, agosto (www.cubanet.org) - Como nunca he vivido en una sociedad democrática, desconozco si las normas cotidianas de ese modo social inmunizan a las personas de incurrir en familiaridades extremas. Pero sí puedo asegurar que en el país donde habito cualquiera está en peligro de perder un amigo, incapaz de comprender hasta cuánto se pasó del límite en un momento dado.

Entiendo como familiaridad extrema a la costumbre observada en ciertas personas a las cuales se ha otorgado determinada confianza, en virtud de la que sobrepasan los naturales límites de cualquier relación, a propósito de cualquier motivo.

La familiaridad extrema es un acto de invasión de la privacidad de los cercanos, un modo de imponer al otro una determinada conducta sin derecho alguno. Como es lógico, semejante proceder termina por conducir a una situación insostenible que da al traste con la mejor de las amistades.

Muchas veces he sido víctima de familiaridades extremas, sobre todo en mis años como periodista independiente. Casi estoy por llegar a la conclusión de encontrarme frente a una regularidad social no estudiada. Por ello me pregunto si en las sociedades democráticas aquéllas son menos probables que en Cuba, calificable en el más moderado de los tonos como estado post-totalitario.

Especulando, un poco especulando, me interrogo si esa ofensiva manera de ser tiene por origen prácticas estatales muy a la usanza de esta isla. Si millones de televidentes esperan por su programa preferido y, sin previo aviso, éste es sustituido por la transmisión monopólica de tal o más cual acto político, se está incurriendo de cierta manera en una invasión del derecho ajeno que puede estimular a nivel social una conducta como las características de las familiaridades extremas.

Si al más alto estrado se hace, ¿por qué el común ciudadano no va a sentirse con potestad de invadir irrespetuosamente la privacidad de un amigo?

He pasado por decenas de anécdotas. En unas mi paciencia se ha impuesto. En otras he ganado una crítica injusta o he perdido o renunciado a la amistad de la persona, sentido la tristeza de ver alejarse a alguien cuyos valores aprecio pero que es incapaz de comprender como benito Juárez que "el respeto al derecho ajeno es la paz". Porque no sólo no se comprende, sino que además el ofensor es quien se da por el gran ofendido, si obtiene merecida respuesta.

Quien fue el padrino de mi boda ya no es mi amigo. Dejó de serlo cuando sin previa autorización abrió una botella de vino reservada para compartir con mi esposa, en una cena de pescado prevista sólo "para dos". Su justificación para hacer lo que hizo fue muy simple: tenía deseos de beber. Ni siquiera le importó conocer el destino planeado para el licor. Él quería beber.

Un colega cuyo talento admiro acaba de pelearse conmigo. Tras soportarle un monólogo de cuatro horas, más o menos interrumpido en unas cinco ocasiones por mi discreto aviso de que necesitaba hablarle de asuntos importantes (importantes para él, además), me pidió hablar por teléfono con una persona en Miami. Hice todo lo posible para contactar a dicha persona, pero no se pudo. Pues bien, el colega interpretó que no deseaba darle acceso a la común amiga y casi inició una amonestación de índice admonitorio en presencia de mi esposa. Lo expulsé de la casa. Por su parte, él se despidió con este insulto: "Estúpido".

Yo no sé si los tremendos calores de este agosto cubano están haciendo hervir las molleras o si la mezcla de las altas temperaturas con esas familiaridades extremas provocan un aumento en el índice de ruptura de amistades. Sólo insisto en que estoy observando cierta regularidad, pues no solamente yo testifico sobre historias como las narradas. Y no quiero pensar que los cubanos somos una nación de maleducados. Más bien opino que las familiaridades extremas son uno de tantos síntomas propios de sociedades patológicas.


Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

Noticias por e-mail

La Tienda - Libros , posters, camisetas, gorras

In Association with Amazon.com

Busque:


BUSQUEDA

Búsqueda avanzada


SECCIONES

NOTICIAS
Prensa Independiente
Prensa Internaional
Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
Inglés
Alemán
Francés

SOCIEDAD CIVIL
Introducción
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
MLC

DEL LECTOR
Cartas
Debate
Opinión

BUSQUEDAS
Archivos
Búsquedas
Documentos
Enlaces

CULTURA
El Niño del Pífano
Artes Plásticas
Fotos de Cuba

CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Eléctronico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887