Rebajan al 50
por ciento la cuota de keroseno para cocinar
Juan Carlos Linares, Cuba-Verdad
LA HABANA, 9 de agosto (www.cubanet.org) - En siete meses han rebajado al 50
por ciento la cuota de keroseno que el gobierno de Fidel Castro le asigna a los
cubanos como combustible para cocinar.
Al inicio de 2002 una familia de cinco personas podía comprar ocho
galones de keroseno al mes por la libreta de racionamiento. Meses después
esa cantidad fue reducida a seis galones y ahora, en agosto, sólo le
venden cuatro.
"Es la segunda vez en lo que va de año que recortan la cuota de
luz brillante (nombre popular del keroseno en Cuba)", confirmó un
empleado de la Empresa de Comercio de Arroyo Naranjo, uno de los municipios de
la capital cubana.
La fuente reveló que ni los funcionarios de la empresa ni los del
gobierno local han explicado el motivo de las reducciones de combustible para
cocinar, aunque presume que sea por la crisis energética que afronta el
gobierno de Castro.
"No tengo ni qué comer ni combustible para cocinar lo que
consiga", se quejó una residente de Arroyo Naranjo.
El keroseno se le vende de forma regulada a las familias que no disponen de
servicio de gas licuado, ya sea comprimido en balones o servido a través
de la red de tuberías. Analistas independientes calculan que al menos el
40 por ciento de las familias cubanas dependen del keroseno para poder cocer los
alimentos y calentar agua para bañarse.
Sin embargo, otros consideran muy conservadoras esta cifra y aseguran que más
de la mitad de los cubanos dependen del keroseno y de las cocinas "piker",
aparatos de pésima calidad fabricados en Cuba que requieren de
precalentamiento con alcohol para que el keroseno sea gasificado y pueda
encenderse en las hornillas.
Como sucede cuando un producto escasea, los revendedores de la bolsa negra
están obteniendo muy buenas ganancias con la venta ilegal de keroseno,
pues venden la botella de 750 centímetros cúbicos entre cinco y
siete pesos.
El alcohol para calentar las cocinas piker también es regulado por el
gobierno pero, al igual que el keroseno, se distribuye de una forma que nadie,
ni los funcionarios de la Empresa de Comercio, sabe a ciencia cierta cómo
es. Lo que sí es evidente es que es mucho menor la cuota de alcohol que
la de keroseno.
Antes de las dos reducciones de este año, una familia de cinco
individuos podía comprar ocho galones y la de tres sólo seis.
Ahora, si a una familia de cinco personas le asignan cuatro galones de keroseno
por mes, a una de tres sólo le corresponden 3 galones.
De lo anterior se infiere la citada irregularidad: a los que conviven en el
núcleo familiar de cinco personas le venden 0.8 galón per cápita,
mientras que los que son tres les asignan un galón a cada uno.
Otra irregularidad es que la cuota de keroseno es teóricamente la
misma para todos los cubanos, pero en la práctica a los que residen fuera
de la capital siempre les venden menos cantidad de la establecida.
De ahí surgió la modalidad de adaptar las cocinas piker para
que sus hornillas funcionen con una mezcla de keroseno y petróleo, lo que
a su vez es la causa del robo de este combustible en las empresas del Estado.
Otra manera de solucionar la escasez de keroseno es el uso de carbón
vegetal o leña.
Algunos consultados coincidieron en que antes que termine el año 2002
el gobierno de Castro se verá en la necesidad de volver a reducir la
cuota de keroseno porque sus instituciones son incapaces de resolver las
necesidades básicas de una población que ya supera los once
millones de personas.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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