Barcelona. Àlex Guber. ABC,
febrero 28, 2001.
«Antes que anochezca» Puede que no quede nadie sin saber que
Javier Bardem ha sido propuesto al Oscar como mejor actor. Su candidatura no
necesita publicidad alguna, tampoco mucha «Antes que anochezca», la
película de Julian Schnabel que ha situado a Bardem en otra órbita.
Se estrena el día 16 y ambos, Schnabel y Bardem, la están
promocionando.
Aunque se esfuerza, y lo consigue a ratos, en dejar de lado su candidatura
al Oscar, Javier Bardem no logra escabullirse de la dorada sombra de la
estatuilla. El tremendo follón por su candidatura a los premios de la
Academia «el gran escaparate para vender, vender y vender», en
palabras del actor, le persigue y acosa, algo que al actor soporta a su
manera: «¿Que cómo llevo lo del Oscar? Pues lo llevo».
Ayer en Barcelona, donde junto a Julian Schnabel se desplazó para
presentar, por fin, «Antes que anochezca», Bardem expuso su papel en
todo este gran circo de los premios y los galardones: «Soy escéptico
con todo esto, aunque tampoco estoy al margen. Me disgusta si no me dan un
premio y me alegro cuando sucede lo contrario, pero en general, no apruebo la
idea de los premios. ¿Cómo es posible decir que un actor que hace de
gladiador lo ha hecho mejor que otro que hace de náufrago o de poeta
cubano?».
Al respecto, Schnabel lo tiene claro: «Los Oscar, más que otra
cosa, son un "concurso de popularidad". Los otros cuatro actores
nominados son muy buenos, pero creo que Bardem ha hecho la mejor interpretación
del año».
Escéptico o no, Bardem no desdeña la capacidad mediática
de los Oscar, algo que aprovechará para, «en el gran escaparate
mundial que es Hollywood, representar esta modesta película ante las
grandes multinacionales. De todos modos, tampoco me gusta cómo van las
cosas, toda esta movida esta eclipsando la película». Para Schnabel,
«la nominación de Javier es una pequeña gota de justicia en
el estúpido mundo de la industria del cine».
«EL LADO OSCURO DE CUBA»
Por el momento, el Oscar queda en un segundo plano, y antes, de lo que se
trata es de hablar de esta «Antes que anochezca», que se estrena en
los cines españoles el próximo día 16. En un principio, el
hecho de tener que meterse en la piel de un personaje real y el contenido
anticastrista que desprende el filme hicieron que Bardem se pensase la propuesta
de Schnabel, unas dudas que ahora Bardem no se perdonaría: «Por
suerte le dije que sí, si no ahora mismo estaría dándome
contra la pared».
Para el pintor y director Schnabel,la elección estaba clara: «No
me asombró para nada la simbiosis que consiguió Javier con el
personaje de Reinaldo Arenas el poeta homosexual y disidente en el que se
basa la película. Había visto sus trabajos en "Jamón,
jamón", "Huevos de oro" y "Días contados"
y tenía plena confianza en él. Sabía que sería capaz
de hacer lo que quisiera». Los piropos no se limitaron a eso: «Algunas
veces, filmando, detrás del monitor, lloraba de emoción por la
extraordinaria intensidad humana que conseguía Javier en su interpretación».
Las lágrimas son una opción personal de cada espectador,
aunque el estremecimiento parece obligado ante una película que se ensaña
con «el lado oscuro de Cuba», en la tragedia personal de un Reinaldo
Arenas «encarcelado por homosexual».
Con la película a punto de estrenarse, Bardem, claro, sigue
trabajando. Se habla de su participación en la próxima película
de Almodóvar: «Por respeto a la privacidad del proyecto, prefiero no
decir nada», concluyó el actor.
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