Clarín
digital, febrero 20, 2001.
El tema Cuba sigue siendo uno de los más calientes del verano. Y,
aunque Fernando de la Rúa reafirmó el jueves pasado que la decisión
final sobre el voto argentino en la ONU quedará en sus manos, todos
quieren manifestar su opinión. Ayer fue el ministro del Interior,
Federico Storani, el que opinó que el Gobierno que integra debe buscar "una
posición coordinada con los países del Mercosur".
"Por supuesto que Cuba no es comparable a otras situaciones que han
sido condenadas (como Irak), ya que allí no hay violación masiva
de los derechos humanos", consideró Storani, y explicó que "lo
que habría que buscar, en todo caso, es una fórmula que permita
decir con claridad que nosotros estamos en favor del pluralismo y de los
sistemas que contemplen el irrestricto respecto por las libertades individuales
y colectivas".
El pedido de Storani de coordinar la posición argentina en la Comisión
de Derechos Humanos de la ONU con los otros países del Mercosur se alinea
detrás de la ofensiva en ese sentido que encabezaron la semana pasada Raúl
Alfonsín y Carlos "Chacho" Alvarez. Y aunque todos ellos se
cuidaron de decirlo de una manera explícita, eso significaría, en
la práctica, cambiar el voto de condena que la Argentina vino manteniendo
en los últimos años, por la abstención, que es la manera en
que ya anticipó que votará Brasil.
Las relaciones argentinocubanas se tensaron a partir del 3 de febrero,
cuando Fidel Castro acusó a la Argentina de ser "lamebotas yanqui",
en un discurso pronunciado en La Habana ante economistas latinoamericanos.
Algunos, como el propio Alfonsín, apuntaron a la Secretaría de
Medios. Según el ex presidente, desde allí se habría
difundido la versión de que Argentina volvería a condenar con su
voto a Cuba y esa noticia provocó la respuesta encolerizada del líder
revolucionario cubano.
La escalada diplomática siguió con la decisión
argentina de convocar al embajador en Cuba, Oscar Torres Avalos, para que
permanezca en Buenos Aires "por tiempo indeterminado". Pero, aunque es
usual que las relaciones internacionales se manejen por el principio de simetría,
Cuba decidió mantener a su embajador en la Argentina y hasta votó
a favor del argentino Leandro Despouy para presidir la Comisión de
Derechos Humanos.
Ese organismo iniciará sus sesiones anuales el 19 de marzo y en abril
deberá decidir si condena nuevamente a Cuba. El año pasado, la
Argentina mantuvo el voto condenatorio que había adoptado el menemismo y
eso generó reproches dentro de la Alianza.
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