Publicado el martes, 13 de febrero de 2001, en
El Nuevo Herald
En Cuba el ex jefe del Comando Sur
Carol Rosenberg. The Miami Herald
Hace sólo unos cuantos meses, el general de Marina Charles E.
Wilhelm, dirigía las operaciones del Pentágono en América
Latina como jefe del Comando Sur, y tenía prohibidos todos los contactos
con los militares cubanos.
Ayer, el ciudadano Wilhelm, de 58 años, se encontraba en La Habana,
en un viaje de recopilación de datos para el Centro de Información
de Defensa, con sede en Washington, una entidad privada sin fines de lucro que
se especializa en cuestiones de seguridad.
"Van allí a hablar con los militares cubanos. Es similar a
viajes realizados anteriormente, si bien nadie tenía el nivel del general
Wilhelm'', declaró el coronel, en retiro, del Ejército, Dan Smith,
veterano de Vietnam y director de investigaciones del centro.
Smith afirmó que el centro, en cuyo personal figura un
contraalmirante retirado y otros altos ex oficiales estadounidenses, aboga por
los contactos entre militares de Estados Unidos y Cuba. No hizo especificación
alguna sobre el itinerario de la delegación.
Además, dijo: "Favorecemos el levantamiento del embargo y las
restricciones que se le aplican a Cuba. Cuba no es una amenaza para Estados
Unidos ni para nadie''.
Joe García, director ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano
Americana, apuntó que el patrocinador de Wilhelm se equivocaba al decir
que Cuba no era una amenaza.
"No tengo ningún problema en que ellos se entrevisten'', aseveró,
refiriéndose al contacto del general retirado con los militares cubanos. "El
problema es cuando regresen y digan que no son una amenaza. Sabemos que son una
amenaza de espionaje. Sabemos que son una amenaza por las drogas. Sabemos que
son una amenaza como terroristas. Y sabemos que son una amenaza en la inmigración''.
Se cree que Wilhelm es el primer ex comandante en jefe del Comando Sur que
visita la isla, controlada por un régimen comunista.
En 1998, el general, en retiro, de la Marina Jack Sheehan, cuya posición
abarcaba Cuba como comandante en jefe del Comando Atlántico, realizó
un viaje de recopilación de datos diferente, cuando se entrevistó
con Fidel y Raúl Castro y provocó un revuelo al reclamar
relaciones más estrechas entre Estados Unidos y Cuba.
El general retirado notificó al Departamento de Estado sobre su
viaje, recibió información y se esperaba que se reuniera con los
diplomáticos en la misión de Estados Unidos en Cuba. "El
general retirado Charles Wilhelm es un ciudadano norteamericano en un viaje
privado a Cuba. Punto'', indicó ayer una declaración del
Departamento de Estado.
Un funcionario de esa agencia federal aseguró que un general de dos
estrellas retirado también participaba en el viaje, que fue autorizado
por el Departamento del Tesoro.
Basulto enfrenta una orden de silencio
LA ORDEN de silencio obliga a Basulto a abstenerse de prestar
declaraciones públicas o a la prensa en asuntos relacionados con el
juicio contra una supuesta red de espionaje cubana.
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
El líder de Hermanos al Rescate, José Basulto, irá esta
tarde a corte para enfrentar una orden de silencio que le fue impuesta por una
jueza federal, y cuya aplicación estricta es demandada por el abogado
defensor de un hombre acusado de espiar para Cuba.
La orden de silencio obliga a Basulto a abstenerse de prestar declaraciones
públicas o a la prensa en asuntos relacionados con el juicio contra una
supuesta red de espionaje cubana en Miami. Uno de esos asuntos es el derribo de
las avionetas de Hermanos al Rescate, el 24 de febrero de 1996.
La convocatoria a la audiencia fue provocada por Basulto la semana pasada,
cuando en una conferencia de prensa anunció los planes de la organización
para recordar el derribo. Según el abogado Paul A. McKenna, con sus
declaraciones a la prensa, el activista político violó de forma "flagrante
y sensacionalista'' la orden de silencio de la corte, un comportamiento que debe
ser detenido inmediatamente para asegurar que los acusados reciban un juicio
justo.
"Las acciones del Sr. Basulto han mostrado una total falta de respeto
por las órdenes de la corte. Sólo una decisión [de la
corte] al respecto, después de indagar cuáles son las razones que
lo llevaron a no cumplirla y la imposición de las sanciones apropiadas,
podrá evitar violaciones futuras'', escribió el abogado, en una
moción enviada a la jueza Joan A. Lenard.
Sin embargo, Basulto declaró por intermedio de sus abogados que
McKenna no pudo demostrar ni atribuirle ninguna expresión manifestada a
la prensa, y que por eso lo único que está intentando es "mutilar
el derecho de expresión y de libre asociación consignados en la
Constitución estadounidense''.
"Como testigo potencial, [Basulto] está al tanto de la orden de
silencio que le prohibe hablar con la prensa sobre este caso, y no tiene intención
de violar la orden. Sin embargo, sostiene que esa orden viola su derecho,
consignado en la Primera Enmienda, de hablar sobre asuntos no relacionados con
este caso específico y de reunirse pacíficamente''.
En la sesión de ayer del juicio a los cinco presuntos espías
cubanos, se supo que el derribo de las avionetas fue seguido en el sur de la
Florida por un radar que ha tenido muchos problemas técnicos, admitió
un especialista.
El detalle salió a colación durante el contrainterrogatorio de
Lenny Clelland, el director asociado de una unidad federal de análisis y
evaluación de radares, quien estudió ese día los
movimientos sobre el Estrecho de la Florida de las tres avionetas y los dos
cazas castristas que la derribaron.
"Sí señor, solamente el radar de Cudjoe Key registró
los movimientos en esa etapa'', aseguró Clelland cuando McKenna le pidió
que precisara el detalle.
La fiscalía trajo al experto para ilustrar al jurado, con un
sofisticado programa de computadora, los movimientos de las avionetas ese día.
Clelland explicó que el vuelo fue seguido por tres radares, uno en el
aeropuerto de Tamiami, otro colocado en un globo en Cudjoe Key y un tercero en
Key West.
Sin embargo, por el alcance y la curvatura de la tierra, solamente el radar
desplegado en un aerostato sobre Cudjoe Key registró los minutos finales
de las dos avionetas derribadas y el regreso de la tercera a territorio
estadounidense.
Pero, "¿ese radar no ha tenido problemas en el pasado?'', indagó
McKenna. Según Clelland, eso sucedió antes, pero el 24 de febrero
de 1996 no se detectó ningún defecto en su funcionamiento.
Ese día cazas castristas derribaron dos avionetas de Hermanos al
Rescate, lo que provocó la muerte de los pilotos Carlos Costa y Mario de
la Peña junto a sus acompañantes, Pablo Morales y Armando
Alejandre.
En la reconstrucción computarizada del vuelo se constata cómo
las dos avionetas derribadas no cruzaron el espacio aéreo cubano. La que
era conducida por Costa alcanzó apenas un punto a 13.7 millas náuticas
de Cuba, mientras que la de De la Peña estuvo apenas a 21.5 millas náuticas.
El espacio aéreo cubano está demarcado a las 12 millas náuticas.
Sin embargo, la tercera avioneta, especificó Clelland, fue conducida
por Basulto y se aproximó a unas 9.9 millas náuticas de la costa.
Cierran decenas de galerías independientes
Pablo Alfonso
Las galerías independientes que en los últimos años
proliferaron en el casco histórico de La Habana Vieja fueron clausuradas
la pasada semana por las autoridades cubanas, poniendo fin a un novedoso
experimento que atrajo a cientos de turistas fuera del marco de la cultura
oficial.
La dictadura cubana aplicó esta medida como ha sido habitual en sus más
de cuatro décadas de poder: sin dar mayores explicaciones. Agentes de
policía y funcionarios del Poder Popular del municipio Habana Vieja, se
unieron "en el operativo'' que clausuró de un portazo más de
40 salas de exposición que funcionaban legalmente en otras tantas
viviendas de la zona.
La noticia de esta drástica clausura y de las causas que la
provocaron, no ha llamado la atención hasta ahora de las agencias
internacionales de prensa acreditadas en La Habana.
Estas galerías comenzaron a funcionar, desde hace aproximadamente
cinco años, en las salas de varias viviendas ubicadas en el llamado
circuito de tránsito turístico del casco histórico de la
capital.
Los propietarios de las viviendas pagaban a las autoridades municipales un
impuesto proporcional a las ventas de las obras que decenas de artistas plásticos
exponían en ellas. A su vez, los expositores pagaban a los propietarios
una "renta'' por utilizar su vivienda.
"Pienso que la razón de la clausura es fundamentalmente económica'',
me comentó desde desde La Habana ayer, el pintor Carlos Soto, durante una
entrevista telefónica.
Soto, quien preside el grupo Proyecto de Arte Alternativo, explicó
que el volumen de las ventas en las galerías independientes alcanzó
proporciones significativas en franca competencia con las galerías
oficiales.
"Además, el ambiente en estas galerías independientes,
tanto para los expositores como para los turistas parecía más
confortable'', indicó Soto. Añadió que para los artistas plásticos
las galerías independientes resultaron una alternativa mucho mejor que la
feria que se organiza en la Plaza de la Catedral de La Habana, donde las obras
pueden deteriorarse.
Otra de las posibles razones de la clausura, según Soto, puede estar
relacionada, precisamente, con el auge que alcanzaron las galerías,
incluso en el interior del país.
"Aparentemente se creó una extensa red comercial a través
de la cual artistas plásticos del interior del país viajaban hasta
la capital a negociar también sus obras'', subrayó.
Según Soto, las obras que se comercializaban en las galerías
independientes cumplían "las exigencias del oficio con toda
dignidad'', contrario a lo que algunos funcionarios de la cultura oficial solían
señalar.
"Yo diría que había un rigor técnico en el arte
que se ofrecía en estas galerías'', subrayó.
El auge de las galerías independientes ya había sido objeto de
críticas en el último Congreso de la Unión Nacional de
Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Sin embargo, su suerte se decidió
aparentemente el pasado mes de enero, durante una visita que efectuó el
dictador Fidel Castro a la Academia de Artes Plásticas San Alejandro.
En lo que algunos consideran ahora "una operación de relaciones
públicas'', Castro visitó el máximo centro de la plástica
cubana para "buscar apoyo en el sector oficialista'' y "lanzar una
campaña de críticas contra ciertos artistas plásticos que
trabajan un arte contestario''.
Castro aprovechó esa visita para elogiar "la cultura artística
y las batallas libradas por la Revolución en los últimos meses'',
según informó entonces el diario Granma.
Por su parte, los representantes del oficialismo cultural expresaron al
Comandante en Jefe, "su preocupación'' por la proliferación
de las galerías independientes y la exposición que en ellos se hacía
de "un arte no representativo del país''.
Sin dudas, en ese momento, quedó definido el futuro del experimento
turístico-cultural que cobró vida en el marco de las obras de
renovación de La Habana Vieja. Un experimento que llegó a su fin
cuando la policía tocó a la puerta de las galerías
independientes hace una semana.
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