Clarín
digital. Febrero 13, 2001
El jefe de la UCR, Raúl Alfonsín, redobló ayer su
embate contra el área de comunicación del Gobierno, al reafirmar
sus sospechas de que allí se originó la información que
precipitó el conflicto diplomático con Cuba.
"El origen de todo este entredicho viene del área de
comunicaciones. No de la Cancillería, sino de la Secretaría de
Medios", dijo Alfonsín ayer en un programa de televisión. De
ese modo, el ex presidente retrucó la nota que el secretario de Cultura y
Comunicación, Darío Lopérfido, difundió el fin de
semana para desmentir la responsabilidad de su equipo en el caso.
Fuentes cercanas al ex presidente le aseguraron ayer a Clarín que
Alfonsín le pedirá al presidente Fernando de la Rúa que
adopte "drásticas medidas" contra los responsables de haber
difundido la versión desmentida luego por la Cancillería
de que el Gobierno ya tenía decidido repetir el voto de condena a los
derechos humanos en Cuba.
Según esos voceros, el líder radical tiene la certeza de que
fue el subsecretario de Medios, Ricardo Rivas número dos de Lopérfido,
quien le suministró esa información a la agencia de noticias
privada de la Argentina que publicó el primer cable referido al tema.
La versión rebotó en todo el mundo a través de
Asociated Press y Fidel Castro se basó en el cable difundido por la
agencia norteamericana para lanzar su ataque contra el Gobierno aliancista, al
que calificó de "lamebotas de los yanquis". Esa frase disparó
la escalada diplomática que tensó al máximo las relaciones
con Cuba.
Consultado por Clarín, Lopérfido insistió con su
postura original: "Es un evidente error creer que pueda salir una versión
de este tipo de la secretaría a mi cargo, ya que no tiene injerencia en
este tipo de temas y se maneja en línea con lo que determina la Cancillería",
aseguró. "Por otro lado agregó, la versión
surgió de un cable de una agencia privada que cita fuentes de la
Cancillería posteriormente desmentidas por el propio canciller".
Aunque no es la primera vez que le apunta a la Secretaría de Medios,
la arremetida de Alfonsín desnuda la pulseada interna en el Gobierno por
la posición respecto de Cuba. Ayer, el ex presidente mandó otro
tiro por elevación: "No puede ser dijo que nosotros
estemos haciendo seguidismo, más cuando hemos ratificado nuestra oposición
al bloqueo norteamericano que lastima al pueblo cubano".
Por otro lado, fuentes radicales aseguraron que Alfonsín pedirá
que se habilite un ámbito de discusión con la cúpula
aliancista sobre la conducta que adoptará la Argentina en la votación
de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. El jefe radical aspira a
que el Gobierno modifique su postura y se incline por la abstención.
Antes del entredicho diplomático, el ex presidente junto a un puñado
de colaboradores entre ellos el vicecanciller Raúl Alconada Sempé
estaba desarrollando gestiones reservadas para lograr ese objetivo. Y cuando el
conflicto se hizo inevitable, Alfonsín encabezó una cruzada para
apaciguar los ánimos.
La decisión de la Cancillería de votar a favor de una condena
al país caribeño provoco el año pasado una discusión
dentro del Gabinete y el presidente De la Rúa se comprometió a
hacer consultas dentro de la Alianza antes de definir la posición que
asumirá el Gobierno en la sesión que realizará la Comisión
de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, a partir del 19 de marzo próximo.
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