Descontento por escasa venta de
alimentos normados
LA HABANA, 24 de septiembre (Rev. Pedro Crespo, Grupo Decoro) - La venta de
alimentos correspondiente al mes de septiembre por la cartilla de racionamiento
provocó airadas manifestaciones en consumidores de diferentes comercios
enclavados en Ciudad de La Habana.
La entrega de esos productos ha sido sumamente irregular. Comenzó con
una pastilla de jabón de lavar por consumidor, un pomo de detergente líquido
por núcleo familiar, un kilogramo de Cerelac (especie de cereal en polvo)
para personas de 65 o más años, compotas para niños menores
de 2 años y tres cuartos de libra per cápita de picadillo
texturizado (una masa de soya con residuos de carne molida).
Es de destacar que un creciente número de familias no pueden cubrir
sus necesidades básicas alimentarias, ya que lo que les oferta la llamada
libreta de racionamiento es totalmente insuficiente, por lo que se ven forzados
a acudir al mercado negro o al dolarizado cuyos precios son inaccesibles para la
mayoría de los cubanos.
Resulta paradójico que el gobierno de Cuba oferte 250 becas a jóvenes
afronorteamericanos, que regale escuelas y hospitales en América Latina y
Africa, que haga intervenciones millonarias para atraer el turismo
internacional, mientras su pueblo tiene que enfrentarse día a día
a una cruda realidad matizada por la reducción de los niveles de consumo,
la afectación de la calidad y cantidad de los servicios básicos,
el abrupto decrecimiento de las condiciones de vida y la dolarización del
país.
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