Te sigo esperando
Leonel Belette, Grupo Decoro
LA HABANA, septiembre - Te sigo esperando, más que un título de comedia dramática, es la declaración de esperanza del cubano de hoy. Una contundente denuncia social que trasciende el tiempo, gracias a la inercia en la historia cubana de los noventa.
La obra, que viera la luz en 1996, es la más reciente producción de Héctor Quintero Viera y volvió a escena en estos días como parte de una retrospectiva de ese comediógrafo. Cuenta con un elenco de primera: Corina Mestre, Omar Alí, Paula Alí,
Pedro Díaz Ramos y la dirección de Raquel Revuelta. Ellos imprimieron a sus personajes el valor que pocas veces se puede mostrar sobre las tablas, en medio de un régimen totalitario.
El tema, tocante a la división de la familia, el exilio, la participación de los vecinos en la vida familiar, el detrimento de la calidad de vida y el olvido de tradiciones, está abordado con objetividad y galardonado con el aplauso del público que llena las salas.
Esta puesta, es una fiel heredera de otros títulos del autor: Contigo pan y cebolla, Los siete pecados capitales, Mambrú se fue a la guerra, Los muñecones, Algo muy serio, Si llueve te mojas como los demás, La última carta de la baraja, Esto no tiene nombre, Sábado
corto y El premio flaco, que en sí resultan lo más destacado en el teatro realista de los últimos lustros dentro de Cuba. Amplios reflejos de la miseria de un sistema utópico, que mantiene en las tinieblas a un pueblo y donde la solución juega entre una mirada al
futuro y una aparente resignación al presente. Venga la esperanza; mientras tanto, la seguiremos esperando.
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