Defensa legal de Arroyo: ¿jaque a la vista?
Manuel David Orrio, Cooperativa de Periodistas Independientes
LA HABANA, 28 de enero - Defensores del periodista independiente cubano Víctor Rolando Arroyo se aprestan para poner en jaque al sistema judicial de la Isla, luego de que el Tribunal Provincial de Pinar del Río ratificó en apelación y en contra de aquél una
sentencia de seis meses de privación de libertad por haber cometido un presunto delito de especulación y acaparamiento, trascendió en La Habana.
Juristas consultados en la capital de Cuba calificaron a la sanción impuesta al periodista como una ilegalidad flagrante y aconsejaron promover un proceso de revisión, apoyándose en que los hechos imputados no constituyen delito, una de las causales previstas por la ley para
llevar adelante ese recurso y hacerle prosperar.
El proceso de revisión puede ser solicitado por cualquier persona o entidad ante el ministro de Justicia, el presidente del Tribunal Supremo Popular o el Fiscal General de la República, y debe tener respuesta de cualquiera de éstos en o antes de noventa días
naturales. De ser afirmativa, ha de practicarse una investigación en la que Arroyo tiene derecho a nombrar abogado.
Arroyo fue condenado el 14 bajo la citada tipificación delictiva, después de adquirir unos 200 juguetes en las tiendas de recaudación de divisas de Pinar del Río, la ciudad donde residen, para repartirlos entre niños pobres de esa localidad en el marco del
proyecto civilista y humanitario Reyes Magos del Milenio, destinado a rescatar una tradición cristiana y pertenece a la cultura nacional de la Isla.
De acuerdo con documentos oficiales y testimonios de asistentes al juicio donde se condenó al periodista, el delito de especulación y acaparamiento no se integró porque un acuerdo de la Fiscalía General de la República considera "contradictorio y
contraproducente" limitar las ventas de las tiendas de recaudación de divisas -donde Arroyo compró los juguetes-y porque no se probó la intención de lucro que sería necesaria para integrar esa figura delictiva.
Opositores a Castro y residentes en Pinar del Río vinculados a la Iglesia Católica de la provincia, en la cual Arroyo es practicante, afirman que la sanción es en verdad una represalia destinada a silenciar al periodista independiente, cuya labor es considerada como muy
molesta para las autoridades de la localidad. Amnistía Internacional ya le declaró prisionero de conciencia.
Aunque los pesimistas opinan que un proceso de revisión no prosperará, los partidarios de ese recurso le consideran conveniente como paso jurídico final que debe darse, al ser posibilidad de lograr la libertad del periodista, o prueba de la intención violatoria de las
leyes por parte del Gobierno de Fidel Castro, dado el carácter injusto de la condena. En este sentido, el sistema de justicia cubano sería puesto en jaque a sus más altos niveles, los cuales condenaron a los autores del documento alternativo La Patria es de Todos a nombre de una
legalidad sui generis, pero legalidad al fin.
Otros analistas estiman que el recurso de revisión podría prosperar, tomando en consideración que procesos judiciales como el de Arroyo nacen a consecuencia de intereses de dominación locales, que contradicen determinadas estrategias del poder central. "La
torpeza provinciana es uno de los dolores de cabeza del Gobierno de Fidel Castro. El caso de Arroyo puede crear asperezas entre La Habana y el Vaticano, dado el referente de persecución religiosa contenido en el mismo. Pero parece que en Pinar del Río ni pensaron en eso, afirmó
uno de los analistas, vinculado al Poder Popular de la ciudad de La Habana.
Periodistas independientes habaneros critican a su colega de Pinar del Río por haber cometido lo que llaman un "error táctico". Arroyo se involucró en un proyecto civilista, cuando su misión era sólo reportarlo y, en cierto sentido, cayó víctima
de un conflicto de interés profesional que pudo haber crispado a las autoridades provincianas. No obstante, son ellos principales promotores de la idea de solicitar un proceso de revisión.
Por lo pronto, la partida de ajedrez ya comenzó, mientras los curiosos se preguntan: ¿jaque a la vista?
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