Sueños versus realidad
Zoimara Menéndez Simeón, Grupo de Trabajo Decoro
LA HABANA, enero - A propósito de un sueño, Fefa se desvivía en su negocio de pizzas y batidos. Ella soñaba con llegar a ser una gran "dueña de negocio" que le reportara mucho dinero. Así podría mantener a su extensa familia.
En su sueño siempre aparecía un oscuro obstáculo que le impedía llegar a su meta. No podría imaginar qué cerca de la realidad se encontraba. El Estado cubano, siempre atento a aquéllos que despegan de una manera peligrosa para alejarse de su
poder, encuentra formas para malograr todo intento de fuga hacia la independencia económica.
Fefa no constituía la excepción que tiene toda regla, en este caso toda norma. Merodeaban su establecimiento a toda hora unos llamados inspectores, que por cualquier causa le imponían una multa impagable. Ya sea porque ese día el agua no llegó a tiempo, o
porque encontraron a una intrusa mosca que ociosa vagabundeaba en el techo pintado de azul. Esto hacía que las ganancias del día se esfumaran como gotas de agua entre sus manos.
Cuando colocaba su cabeza sobre la almohada y cerraba los ojos agrietados de tanto trabajar, comenzaba a soñar. El sueño seguía el deseo de convertir su labor en logros productivos para su economía. Su mente no consentía verse derrotada ante la adversidad de
encontrarse en un país donde el control total sobre la propiedad está en manos del Gobierno.
Por eso, cada día que se iniciaba en su vida, volvía a abrir su pequeña cafetería con muchas esperanzas de cumplir sus anhelos. No le importaba que el enemigo pretendiera hacer de ellos una sola cosa: ahogarlos en lo profundo de la realidad del totalitarismo y
convertirla, así, en una menos por controlar.
No sabe hasta cuándo podrá continuar. Puede que mañana la llamen para confiscarle la licencia de cuentapropista, por no cumplir con los reglamentos absurdos que llenan el contrato. Mientras tanto, en silencio sigue su trabajo y lucha por extender el plazo que ya tiene fijado
en las Oficinas Nacionales Tributarias (ONAT). Y su sueño, algo irrealizable para esta sociedad, sigue adormando las paredes de su modesto pero necesario negocio.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente.
|