La mesa vacía, ¡sin pescado!
LA HABANA, 26 de enero (Tania Díaz Castro, Grupo de Trabajo Decoro) - Los cubanos "de a pie" no comemos pescado fresco. Hace casi dos años se ha vuelto invisible en las pescaderías de venta normada, o sea, a precios normales, al alcance de todos. Sin embargo, según
el reciente balance anual del Ministerio de la Industria Pesquera (MIP) hay crecimientos significativos desde el punto de vista productivo.
Señala este organismo que existe un incremento del 14,7 por ciento de la acuicultura y un crecimiento del 11 por ciento en la cuota de la libreta de abastecimientos.
Los que gustamos del pescado leemos con estupor y pena estos balances anuales publicados en la prensa, sobre todo cuando vemos en la mesa la ausencia de este manjar que antes de 1959 lo consumía toda la población, incluso hasta los más pobres.
Se han recibido, es cierto, algunas latas de pescado chilenas, nada comparable con el pescado fresco, rico en fósforo y vitamina D. Luego vemos el colmo de la noticia: "El pescado no se repartió en el momento adecuado, como debe ser".
¿Qué pescado?, nos preguntamos. ¡La libreta de productos alimenticios dice que desde hace casi dos años no se recibe pescado fresco! En fin, que ni se cumplió en cuanto al volumen establecido, ni pudo repartirse, porque jamás fue sacado del mar ese pescado
imaginado sólo en cifras de buró.
Por último, hay un párrafo esclarecedor: las ventas aumentaron un 7 por ciento en 1999, ¡pero en exportaciones, en ventas por divisas y en las pescaderías especiales, inaccesibles para el pueblo! Ahora sí nos entendemos, porque el cubano "de a pie" se
quedó con la mesa vacía, sin pescado, hace casi dos años.
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