Si lo reconoces, perdónale
Ornán Díaz (El Viboreño), Cuba-Voz
LA HABANA, enero - Hace algunos meses comenzó a aparecer en los periódicos y en las pantallas televisivas un nuevo personaje. Joven, estudiante, de dientes deformados, pero que habla mucho, y en los últimos días lo hace muy frecuente. Aparte de sus deformaciones
dentales también tiene deformaciones mentales; hace muy mal uso del idioma, ya que utiliza mal las S, R y L, además de usar los participios.
Este camarada (no mío por supuesto), y le digo camarada porque él me llamaría "ciudadano", hace un gran uso de las estadísticas. Claro está, las que le conviene. Pero, fatalmente, las utiliza mal. Hace poco, hablando de los círculos
infantiles (guarderías) llegó a tener mil niños en cada uno de esos centros. No se acordó que el primer centro de enseñanza superior en Cuba fue el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, fundado antes que la Universidad de La Habana.
Este sujeto jamás ha mencionado en sus cálculos estadísticos la cantidad de abortos que anualmente se hacen en Cuba, ni la cantidad de prostitutas que han proliferado en los últimos años, ni el número de jóvenes que se suicidan por no encontrar
sentido a sus vidas, ni la enorme cifra de presos que llenan las cárceles cubanas. Tampoco le he escuchado referirse a los cientos de miles de hombres y mujeres, niños y ancianos, que han muerto tratando de llegar a las costas de la Florida a bordo de endebles embarcaciones.
En todo este tiempo que lleva hablando ese compañero (no mío por supuesto), jamás recordó a los niños asesinados en el remolcador "13 de Marzo". Lógicamente su histeria no le alcanza para tanto, él ha sido preparado para la mentira,
para el engaño, ¡pobre infeliz! ¿Quién es este personaje amaestrado? ¿Cómo se llama? Sólo les diré que tiene nombre árabe y el apellido de un célebre señor que hace muchos años voló en un globo que desapareció
y su nombre era Matías. Ojalá este otro, algún día como aquél, se pierda también junto a su adorable, invencible, anciano maestro.
En sus discursos, ¡gracias a Dios que duran sólo cinco o diez minutos!, este aprendiz de comisario por momentos alaba al pueblo y al gobierno del "imperialismo" y acto seguido los acusa de consumir drogas, de analfabetos, de asesinos, torturadores y secuestradores de niños.
¿Cómo es posible que una nación formada por tanta crápula, como la pinta el personaje, sea la más grande y la más fuerte del mundo? ¿O tal vez sea que este muchachito que habla desordenadamente no sabe lo que dice o simplemente repite lo que tan mal le
enseñaron o tan mal aprendió?
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