Un proyecto original
Héctor Maseda, Grupo de Trabajo Decoro
LA HABANA, 18 de enero - La unión de todos los cubanos en pensamiento y acciones cívicas, que buscan encontrar la inconclusa consolidación de la nacionalidad cubana a partir de sus Padres Fundadores (Varela, Luz y Caballero, Céspedes, Saco, Agramonte, Martí...)
es el principal objetivo perseguido por la Corriente Martiana, declaró Moisés Leonardo Rodríguez Valdés, uno de sus principales promotores, quien es además profesor de Física de la Facultad Obrero Campesina de Cabañas, provincia de la Habana.
Este movimiento social, creado a principios de la década de los noventa en la localidad de Cabañas, por su carácter filosóficamente ecléctico (que toma de las demás corrientes del pensamiento lo que encuentra aceptable), adquiere vida al vincularse a la
ciudadanía, sin exclusión de nadie. De igual manera -continuó diciendo Moisés- no responde a ningún color político o tendencias religiosas, como tampoco posee estructuras organizativas ni personalidad jurídica alguna; razones por las cuales no está
entre sus intenciones solicitar reconocimiento oficial a los organismos gubernamentales competentes.
Su actividad ante la sociedad queda materializada -apunta el entrevistado- por medio de proyectos, acciones y sugerencias. Estas propuestas tienen como centro al hombre, fundamentalmente aquéllos con problemas económicos o sociales, sin entrar a cuestionar las posibles causas
que las provocan. Como ejemplos de los proyectos podemos citar la entrega de juguetes a niños pobres, previamente adquiridos mediante donativos, estudios por correspondencia para jóvenes cubanos sin recursos económicos, el establecimiento de una escuela cubana de estudios a
distancia que fomente puestos de trabajo adicionales y facilite la superación cultural y técnica de los jóvenes que pueden sufragar los gastos de su especialización, atención a programas que estimulen el interés de los adolescentes por nuestra Historia,
partiendo de sus verdaderas raíces, así como impartir ciclos de conferencias y distribuir materiales que tengan el propósito de preparar a nuestros jóvenes en el ejercicio de una conducta sexual responsable.
Las acciones que promueve la Corriente Martiana -precisa Rodríguez- no están reñidas con el actual marco legal. Sus servicios se prestan de forma absolutamente gratuita y se extienden a disciplinas de la fe, sociales y educativas. Entre ellas podemos contar con la
realización de oraciones en favor de la unidad nacional a través del diálogo y la reconciliación, el establecimiento de una oficina que ayude en los trámites legales y humanitarios, ofrecer cursos de ortografía, mecanografía y redacción en la
comunidad de Cabañas, apoyados por la Facultad Obrera Campesina del lugar; y la elaboración de sistemas de encuestas de la opinión pública, con temarios cuyos entrevistadores adecúen atendiendo a las características de sus respectivas localidades.
Las sugerencias que propone este proyecto -aclara el profesor- inciden en las áreas económicas, sociales y de derechos humanos, y van dirigidas a lograr soluciones alternativas que mejoren lo alcanzado y permitan superar las insatisfacciones y fracasos del presente. Entre las
económicas están la cooperativización del transporte público de pasajeros en el municipio, la formación de una agrupación cubana de desarrollo económico cooperativo que tenga como propósito ayudar a las micro empresas privadas autorizadas
(trabajadores por cuenta propia) en su entrenamiento y viabilización de préstamos monetarios auspiciados por la propia asociación, para emprender nuevos negocios con ópticas renovadoras en eficiencia y rentabilidad. Otro de los programas apoya la entrega de tierras
estatales a agricultores que no la posean, pero que conozcan el oficio y estén dispuestos a hacerlas producir. Está última propuesta tendrá como fin la cooperativización masiva de las tierras fértiles que no se encuentran en explotación, así
como el restablecimiento del mercado libre campesino. Ambos sin la tutela estatal.
Entre los sociales y de derechos humanos, se inscriben la abolición de la pena de muerte, y beneficiar a los presos enfermos cuyos delitos se tipifiquen por posturas disidentes. Con relación a este último, es necesaria la participación de los gobiernos de EUA,
concediéndoles el refugio, y el de Cuba, autorizando su liberación. Ya está trabajando una institución modesta -aclara el educador- cuyo objetivo es buscar una base doctrinal común, basada en los principios martianos de la Nueva República, que supla al
fracasado modelo marxista.
El propio promotor de la Corriente Martiana, reconoce que los retos propuestos en su proyecto no serán de fácil realización. Sin embargo, algunos de estos reclamos ya se encuentran a mitad de camino. Otros se han vinculado con los organismos oficiales correspondientes y
demás involucrados. No obstante -puntualizó- no esperan que la reconciliación llegue por sí misma ni que el diálogo, en una atmósfera constructiva, se produzca por generación espontánea.
El movimiento debe convertirse en un coordinador que canalice las peticiones ciudadanas dentro de los espacios de legalidad establecidos, respetando los principios que inspiraron las doctrinas de los Padres Fundadores, quienes han contribuido profundamente con su pensamiento, a que se consolide
la aún inconclusa nacionalidad cubana. El propósito final es, indudablemente, construir una sociedad con todos y para el bien de todos.
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