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Proyecto Reyes Magos del Milenio
Testimonio
Seguridad del Estado persigue y decomisa juguetes
PINAR DEL RIO, 10 de enero (Víctor Rolando Arroyo, UPECI) - Quiero señalar que un grupo de residentes en esta provincia acogimos con agrado en el pasado mes de noviembre el proyecto Reyes Magos del Milenio de la Corriente Martiana, mediante el cual se entregaría un modesto
regalo a los niños más pobres de nuestra comunidad, en nuestro caso particular a los niños pinareños, con el propósito de recobrar esa tradición que se ha ido perdiendo y reeencontrarnos con nuestra Historia.
A mediados de la semana pasada, personas de muy buena voluntad y sin ninguna intención política nos hicieron llegar legalmente desde el extranjero una cantidad de dinero para que materializáramos dicho proyecto.
Inmediatamente nos dimos a la tarea de comprar la mayor cantidad de juguetes posibles en las propias tiendas recaudadoras de divisas del Estado, ya que en ninguna de las pocas tiendas que quedan en moneda nacional se venden juguetes, y comenzar a distribuirlos en los diferentes municipios de
nuestra provincia.
Desde el primer momento, las personas encargadas de comprar estos juguetes percibieron la presencia de agentes del aparato represivo vigilando sus acciones. Pero como todo se llevaba a cabo dentro del marco legal, nadie le hizo caso a esa persecución policial.
Así que casi al final de la mañana del sábado 8 de enero ya se había distribuido una parte considerable de esos juguetes y, en ese momento, cuando acompañaba al Sr. Eugenio Sanz, miembro de una cooperativa agrícola independiente de esta provincia, que
llevaba una cantidad de juguetes para repartir entre los niños campesinos de San Juan y Martínez, soy interceptado a unas cuadras de mi casa por un vehículo aparentemente civil conducido por tres oficiales del Departamento de la Seguridad del Estado (DSE), los capitanes Andrés
y Crespo, y otro que no pude identificar, los que me arrestaron y me llevaron para mi casa donde efectuaron un registro.
Tan pronto me introducen en mi vivienda y me ordenan sentarme, aparece el mayor del DSE conocido como Cirio, que es un alto oficial de la policía política que tiene a su cargo dirigir las operaciones represivas contra la disidencia en esta región del país.
Los oficiales del DSE fueron directamente al librero y comenzaron un intenso registro donde resultó decomisada toda la bibliografía extranjera y nacional, tales como libros editados por la revista Vitral. Incluso trataron de llevarse mi colección completa de la revista
Vitral a lo que mi hermana se opuso enérgicamente.
Luego pasaron al cuarto de mi mamá y se llevaron 140 juguetes que todavía quedaban por entregar y cuya relación conservo; también ocuparon una grabadora pequeña, un radio portátil, un reloj cronómetro, así como documentos personales y
relacionados con mi trabajo periodístico.
Todo lo decomisado lo montaron en un auto cuya chapa es 0676, y que aparentemente pertenece al mayor Vladimir. En dicho carro me llevaron arrestado.
Una vez en la sede del DSE comenzaron los interrogatorios, y comenzaron a acusarme de haber recibido de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) el dinero para la compra de los juguetes, a lo cual yo les dije que estaba completamente seguro que ese dinero no era de la FNCA, que eso
era incierto, porque ese dinero fue enviado a Cuba por personas de buena voluntad a través de CubaNet. Además les expresé que su acusación era una contradicción, pues ellos siempre han dicho que la FNCA es una organización terrorista y ahora le achacan que
está mandando juguetes. También les dije que fuera lo que fuera, si esos juguetes los manda la FNCA, pues los aceptamos porque no van a hacerle daño a nadie.
Les dije claramente a los oficiales del DSE que me arrestaron e interrogaron que esos juguetes se distribuían sin ninguna intención política, porque si de algo se entrenó a todos los participantes del proyecto fue que la entrega estuviera centrada solamente en la
esencia cristiana y humanitaria de ese día de Reyes Magos.
En otro orden de cosas los interrogatorios se sucedieron durante toda la noche de ese día y la madrugada del siguiente cuando trajeron a un oficial que dice llamarse Sergio Girald, que es de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Este oficial me instruyó por el supuesto
delito de "acaparamiento", con lo cual me quieren implicar en una causa común.
Ante semejante abuso de poder yo le riposté a este oficial de la PNR que no se estaba acaparando absolutamente nada, porque estos juguetes se estaban distribuyendo entre los niños más pobres, y que las compras de los juguetes se habían hecho de manera pública.
Es evidente que el tal Sergio Girald actúa bajo las órdenes del DSE.
En horas de la noche del domingo 9, después de concluir el último interrogatorio, me ponen en libertad y me comunican que no puedo salir de la ciudad de Pinar del Río porque tres veces a la semana debo firmar un libro en la Unidad de la Policía, y que hoy 10 de enero
debería presentarme allí so pena de ser detenido y enviado a la cárcel.
Allí me volvió a interrogar Sergio Girald quien me propuso de que yo acepte la imposición de una multa por acaparamiento, y que entonces el caso estaba concluido. Claro que ellos están buscando que yo firme mi propia condena por lo que le dije a este oficial de la
PNR que yo no tengo para pagar ninguna multa, que seguramente debe ser de mil 500 pesos, y que en segundo lugar yo quiero ir ante el tribunal porque quiero ventilar públicamente que no se acaparó nada, ni se lucró, ni hay mala intención en repartirle juguetes a los niños
más pobres de nuestro país.
Luego de esto el policía me dijo que me atendería entonces un oficial llamado Ricardo Hernández, que no se encontraba en ese momento, y que sin la autorización de ese supuesto oficial que nunca se presentó no puedo salir de la ciudad. También me
informaron que me comunicarían posteriormente cuándo sería el juicio.
Quiero informar además que los juguetes que se le entregaron a Eugenio Sanz para los niños campesinos de San Juan y Martínez llegaron a su destino, pero allá se presentó un carro patrullero y también fueron decomisados. Sin embargo, sí se
lograron repartir 100 juguetes aquí en la ciudad de Pinar del Río, los que no pudieron ser interceptados por los efectivos del DSE o de la PNR. En nuestro poder obran todos los comprobantes de que estos juguetes fueron legalmente adquiridos.
Por último quiero dar a conocer que en registro que el DSE efectuó en mi casa también ocuparon 100 libros pertenecientes a la Biblioteca Independiente "Cirilo Villaverde". También recuerdo que le pregunté al mayor Cirio de la policía política
si no se sentía incómodo persiguiendo y decomisando juguetes para niños pobres, que un alto oficial de la contrainteligencia estuviera en tan triste papel, a lo cual él me respondió: "Es que yo hacía mucho tiempo que tenía deseos de visitar tu
casa y de paso aproveché para recoger algunas cosas que me interesan y que tú no quieres tener".
Es de destacar que a este oficial del DSE, de entre los documentos decomisados, le llamó muchísimo la atención la información que nos hizo llegar CubaNet por fax copiada del Nuevo Herald del 7 de enero, donde se trata ampliamente sobre la respuesta contundente del
exilio cubano en Miami ante la decisión del INS de devolver a Cuba al niño balsero Elián González. Incluso este mayor del DSE me amenazó con que esos escritos eran propaganda enemiga, a lo que le riposté que, sencillamente, era lo que un periódico
había publicado en torno al caso de Elián. El me dijo que una de las cosas que había motivado la operación policiaca en mi contra es que yo había reproducido muy rápidamente esos escritos, fundamentalmente el artículo "Elián el niño
de los delfines" de la escritora cubana Zoé Valdés, y que los había diseminado por toda la ciudad, que en algún momento se me tendría en cuenta y me amenazó con aplicarme la Ley 88 (conocida como Ley Mordaza), y concluyó acusándome de
asalariado de la FNCA, de Radio Martí, de CubaNet, y de todas las emisoras. Yo le dije que sencillamente él me tenía que demostrar eso, porque de donde yo recibo dinero algunas veces era de mis amistades y que lo recibía por Tran$card, que es legal en el país, y
que no sé cómo es posible que si hay un secreto en esas transacciones bancarias él sabía que yo recibía dinero por esa vía.
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