Liberan a disidentes después de 10 días de detención
LA HABANA, 4 de enero (Oswaldo de Céspedes, CPI) - El lunes 3 de enero después del mediodía fueron liberados del Departamento Técnico de Investigaciones de la policía ubicado en 100 y Aldabó, en el municipio Boyeros, William Ernesto Herrera Díaz,
presidente de la Liga Cívica Martiana; Carlos Alberto Domínguez, presidente de Naturpaz; Galman Rodríguez Acosta, presidente de la Unión Nacional de Opositores; Marcos Lázaro Torres, coordinador nacional del Partido Democrático 30 de Noviembre "Frank
Pais"; Miguel López Santos, activista del Partido Federalista, y Migdalia Rosado, del movimiento Tamarindo 34 Derechos Humanos, todos detenidos desde el 23 de diciembre para evitar su participación en la procesión convocada por la Iglesia Católica para el día
de Navidad, el 25 de diciembre, en la capital.
Aún continúan en celdas tapiadas de ese centro de instrucción Maritza Lugo Fernández, vicepresidenta del Partido Democrático 30 de Noviembre "Frank Pais", quien fuera detenida en igual fecha. En idéntica situación de cautiverio se
encuentran Oscar Elías Biscet, Marcel Valenzuela Salt, José Aguilar Hernández, Carlos Oquendo, Diosdado González, Angel Moya, Guido Sigler Amaya, Ariel Sigler Amaya, Eduardo Díaz Fleitas y Fermín Scull Zulueta.
En declaraciones a la Cooperativa de Periodistas Independientes el presidente de la Liga Cívica Martiana, William Ernesto Herrera Díaz, explicó que durante su permanencia en el DTI fue interrogado en varias ocasiones por el coronel Pichardo y el mayor Francisco Estrada,
ambos de la policía política, quienes le comunicaron que se iniciaba un nuevo expediente en fase preparatoria contra él por el supuesto delito de desorden público. Además, le informaron que acumulaba cinco actas de advertencia y seis expedientes anteriores
iniciados, todos los cuales obran en el Departamento de la Seguridad del Estado.
Según Herrera Díaz los gritos de "Vivan los derechos humanos", "Libertad para los presos políticos" y "Abajo la dictadura" eran escuchados frecuentemente dentro del centro técnico de investigaciones, así como el himno nacional, que
fue cantado reiteradamente por los disidentes y prisioneros comunes.
Agregó el disidente que fue amenazado con prisión prolongada si continuaba con su labor civilista por cambios hacia la democracia en la nación. Herrera Díaz expresó: "A pesar de estar 11 días prisionero, no recibí visita de mis familiares,
violándose así por parte del DSE mis derechos como detenido, de la visita que me correspondía a los siete días de la detención. Agreguemos a esto la separación forzosa de mi familia en días tan señalados como Nochebuena, Navidad y Año
Nuevo. La intolerancia se multiplica por parte del régimen, pero los deseos nuestros de seguir esta lucha, también".
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