¡Liberen a mi papá!
LA HABANA, 3 de enero (Oswaldo de Céspedes, CPI) - Karla Libertad Herrera Pantoja, es una bebita de cinco meses de nacida. Cuando perdió la comunicación con su madre a través del cordón umblical no pudo recibir el beso tierno de su padre porque éste se
encontraba desafiando al gobierno de Fidel Castro en un ayuno de 40 días cuyas exigencias aún se mantienen en pie: la liberación de los presos políticos cubanos y el debido respeto a los derechos humanos en el país. Aquel evento se conoció como el ayuno de
Tasmarindo 34.
William Ernesto Herrera Díaz, padre de Karla Libertad y presidente de la Liga Cívica Martiana (LCM), es uno de los tantos luchadores por las libertades básicas de los cubanos por cuya condición ha sufrido innumerables arrestos, maltratos, amenazas y otras formas de
represión por parte de la policía política.
Herrera se encuentra arrestado nuevamente desde el pasado 23 de diciembre. Lo detuvieron en su vivienda ante la mirada de su esposa, de su pequeña Karla, y de dos periodistas independientes que se encontraban en el lugar.
Inicialmente Herrera fue conducido hacia la Unidad de Policía del Reparto Capri, que radica en el municipio habanero Arroyo Naranjo, y con posterioridad trasladado hacia el Departamento Técnico de Investigaciones (DTI), cuya ubicación está en la intersección de
las calles capitalinas 100 y Aldabó. Desde entonces, el presidente de la LCM permanece encerrado junto a criminales comunes en una de las tantas celdas tapiadas existentes en ese sitio.
La causa de la detención de Herrera es simple: no comparte las ideas políticas ni el proceder del régimen que preside Fidel Castro, y quiere provocar cambios que conduzcan a su país hacia la democracia.
William Herrera es uno de esos cubanos que ya echó a andar, que apartó la doble moral, y que erradicó de su vocabulario la mentira. El costo que paga por su desobediencia es celda tapiada y separación de su familia.
Hoy por hoy, el régimen de los comunistas que liderea Castro proclama ser respetuoso de los derechos del niño y desarrolla una tremenda propaganda por la devolución del balserito Elián González, a quien su madre decidió sacar del país, pero, sin
embargo, para nada le importa el caso de la bebé Karla Libertad. A ella también le asiste el derecho de estar junto a su padre, derecho que es violado por la policía política de Cuba (DSE) que mantiene injustificadamente encerrado a su padre.
De igual forma se violan los derechos de los hijos de otros arrestados por el DSE. Tales son los casos de Maritza Lugo, Marcos Lázaro Torres León, Carlos Alberto Domínguez, Migdalia Rosado, Oscar Elias Biscet, Galman Rodríguez, Marcel Valenzuela, y otros, que desde
la oscuridad de las celdas tapiadas fortalecen sus ideas pro democráticas con el recuerdo de sus hijos: con esa luz que emanó de ellos mismos.
En tanto, los ojitos de Karla Libertad brillan intensamente y parece como si le gritaran al mundo: ¡Liberen a mi papá!.
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