LA HABANA. Afp . ABC. Lunes 21 de agosto de 2000
Elián González, el «pequeño balsero» cuyos avatares político-judiciales fueron noticia siete meses, pasa sus vacaciones en la playa junto a su familia, según la televisión cubana que difundió el jueves y viernes pasados dos reportajes «para
satisfacer el interés del pueblo». Elián ha pasado una semana en Varadero, donde «un cubano normal entra sólo a trabajar».
Siguiendo únicamente el deseo de responer «a las demandas del pueblo cubabno interesado por la recuperación de Elián», la televisión cubana mostró el jueves y viernes un vídeo de dos minutos del pequeño, sin comentarios y sobre un fondo
musical de violines en playas de tarjeta postal.
Nadando en aguas turquesa en medio de delfines, jugando con otros niños en la arena, abrazando a su hermano pequeño o llevando brevemente el timón de un yate, el niño cubano más famoso del mundo «está en excelente estado de salud», según
un comentarista oficial.
Elián volvió a Cuba el pasado 28 de junio después de una lucha político—judicial—propagandística entre la comunidad anticastrista del exilio en Miami y el régimen de Fidel Castro, que hizo de la desgracia del niño una causa nacional con
movilizaciones masivas y diarias portadas en los medios oficiales, los únicos autorizados en la isla.
«VISITAS PRIVADAS»
Según estos medios, Elián y su familia (su padre, Juan Miguel González, su hermano pequeño y su madrastra), han visitado durante sus vacaciones distintos lugares de Cuba que no han sido revelados «para garantizar el carácter privado de las visitas».
Sin embargo, sí se ha sabido que una de las etapas de estas vacaciones, que no pueden ni ser soñadas por el cubano medio, ha sido Varadero, destino privilegiado para los turistas que pagan en dólares y limitado casi exclusivamente para los cubanos de las clases dirigentes y
quienes trabajan en el sector turístico.
«LUJO PARA EXTRANJEROS»
En conversación con un conocido periodista independiente de la isla, éste manifestó a ABC que «ninguno de nosotros podemos entrar a Varadero. Es un lujo limitado para los turistas y algunos dirigentes, e incluso los trabajadores cubanos allí no pueden hacer uso
de las instalaciones. Lo que hacen con él es un premio para el niño y para su familia, como los regalos que le compraban allá en Miami», añadió.
Según el régimen, estas vacaciones «permitirán al pequeño comenzar el año escolar en Cuba en condiciones físicas y mentales óptimas». Elián, desde que regreso de Miami, ha vivido en un barrio residencial de La Habana, en una casa
con piscina que el régimen usa para visitantes «especiales», en cuyo entorno se montó un dispositivo de vigilancia especial.
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