La Vanguardia Digital - 02:45 horas - 19/08/2000
BARCELONA. (Redacción.) - No sólo España se lamenta por la postura de las autoridades cubanas de vetar a deportistas para los Juegos de Sydney. Cuba ha decidido en las últimas horas endurecer los criterios de selección de los deportistas "mal vistos"
y hasta el momento ya son cinco los afectados por el artículo 46 de la Carta Olímpica que da la posibilidad de rehusar a los nacionalizados por un periodo inferior a los tres años. El punto de vista del Gobierno cubano contrasta con el del Comité Olímpico
Internacional, que ha decidido levantar la prohibición que pesaba sobre Afganistán para que participe en Sydney. Los talibán habían sido sancionados con la imposibilidad de competir en unos JJ.OO. a raíz del golpe de Estado que les llevó al poder.
A los conocidos casos de la atleta Niurka Montalvo y el waterpolista Iván Pérez hay que añadir otros tres nombres: el de Ángel Pérez, campeón de canoe-kayak, que deseaba participar en los Juegos australianos por Estados Unidos; el de la atleta Liliana
Allen, la mejor velocista de la representación mexicana, que obtuvo la medalla de oro en los Juegos Iberoamericanos disputados el pasado mayo; y el del ciclista Luis Martínez, que también había sido seleccionado por México. "Todos ellos se encuentran en el
mismo caso y ninguno recibirá la autorización para participar defendiendo los colores de otra bandera", ha dicho José Ramón Fernández, presidente del Comité Olímpico Cubano. "Para esto exactamente sirve el artículo 46, para evitar la
fuga de deportistas del Tercer Mundo a los países ricos", ha recordado Alberto Juantorena, presidente de la Federación de Atletismo cubana.
La reacción de los países afectados coincide en una crítica unánime hacia los cubanos. Felipe Muñoz, jefe de la delegación mexicana, ha manifestado que "no haremos nada contra la Carta Olímpica, pero Allen salió bien de Cuba y se casó
en los dos países con un mexicano. Nosotros no la sacamos de su país". "Los cubanos están muy majaderos", se ha sincerado Mario Vázquez Raña, presidente del Comité Olímpico Mexicano.
Ninguna de las gestiones iniciadas por españoles o mexicanos ha concluido de forma positiva, lo que indica la firmeza de la postura de los dirigentes cubanos. Por contra, Driss Maazouzi, campeón francés de 1.500 m, sí ha recibido el permiso de su país de
origen, Marruecos, junto a otros dos atletas, aunque la situación es más delicada para Quetier-Maroui y Sghyr, quienes no cumplen todavía los plazos.
Mientras, Iván Pérez se concentró ayer con la selección española de waterpolo en el CAR de Sant Cugat a la espera de obtener el permiso cubano. Un reto muy complicado.
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