.Publicado en El Nuevo Herald
Un misterioso coronel cubano se suma al caso de los espías
El oficial, identificado como "coronel Escalante'', sería un elemento clave para la defensa si pudiera venir a Miami a testificar
Rui Ferreira. El Nuevo Herald. Publicado el lunes, 21 de agosto de 2000 en El Nuevo Herald
El misterio de la identidad de un coronel cubano se suma ahora al fuerte empeño de Cuba en defender a un grupo acusado de espiar para el régimen de La Habana. Dos abogados miamenses de los supuestos agentes castristas viajaron este mes a La Habana para reunirse con altos
funcionarios del Ministerio del Interior y un oficial identificado solamente como el "coronel Escalante''.
Según dos mociones entregadas esta semana ante el tribunal federal estadounidense que escucha el caso, Jack R. Blumenfeld y William Norris, quienes representan a los acusados Luis Medina y Antonio Guerrero, estuvieron en la capital cubana entre el 6 y el 11 de agosto pasados, donde
trataron de convencer a las autoridades para que el misterioso oficial viaje a Estados Unidos y dé testimonio vivo a favor de los presuntos espías durante el juicio, que ahora podría empezar el 6 de noviembre.
"El martes 8 de agosto entrevisté al coronel Escalante, un hombre realmente extraordinario con gran experiencia en el mando y un profundo entendimiento en asuntos de inteligencia'', quien sería "un testigo fantástico para la defensa'' si pudiera venir a Miami,
argumentó Norris, en un memorando enviado a la jueza Joan A. Lenard, quien preside el caso.
Pero los abogados regresaron con las manos vacías, y ahora esperan a que el "coronel Escalante'' les envíe su declaración por escrito.
Al parecer, Cuba no lo dejó viajar "por razones de seguridad'', añade el memorando, por lo cual "iniciamos el proceso para obtener su declaración jurada''. El documento no identifica plenamente quién es el "coronel Escalante'', ya que no menciona su
nombre. Los abogados no devolvieron ni el jueves ni el viernes llamadas de El Nuevo Herald para aclarar el detalle.
Sin embargo, en la isla existe un conocido oficial de inteligencia que publicó un libro, La Guerra Secreta, sobre las actividades de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) contra el gobierno de la isla. Se trata del general Fabián Escalante, antiguo viceministro del Interior y
uno de los jueces en el connotado caso del general Arnaldo Ochoa, fusilado en 1989 por poner en peligro la seguridad del país.
En la última semana, además de Norris y Blumenfeld, el defensor público Joaquín Méndez, quien representa a otro de los acusados en el grupo, Rubén Campa, entregó al tribunal cinco testimonios de cubanos que viven en la isla.
Con esta estrategia, la defensa pretende demostrar que sus clientes no estaban en Estados Unidos para espiar instalaciones militares del país, sino para informar a La Habana sobre las actividades del exilio, al que Cuba culpa de la ola de atentados contra instalaciones turísticas
en 1997 que provocó al menos 11 heridos y un muerto.
En La Habana, Norris mostró a las autoridades cerca de 320 páginas de información desclasificada que constituye el grueso de la documentación acusatoria contra Medina.
"El coronel Escalante fue informado sobre todo lo que el gobierno [estadounidense] parece tener sobre los acusados, la Red Avispa, y lo que hacían en la Base Naval de Boca Chica y en el Comando Sur [de las Fuerzas Armadas] en Miami'', dice el memorando de Norris.
Pero, añade el documento, "el coronel Escalante habló de la inteligencia militar en la aldea global de hoy, donde la rapidez de los tiempos hace necesaria la construcción de consensos políticos, y el despliegue de fuerzas permite conseguir ese tipo de documentación
detallada a través de la CNN o su competencia''.
No obstante, hay más: el oficial dijo a los abogados que el tipo de inteligencia que se estaría recogiendo, a juzgar por la documentación que el gobierno estadounidense presentó al tribunal, "sencillamente no tiene utilidad en el mundo moderno. Y seguramente no
es de beneficio alguno para la preparación militar cubana''.
Según Norris, el testimonio del oficial cubano es importante porque permite refutar dos puntos básicos de las acusaciones: que la información recabada por los acusados, si es que tenían algo, está disponible en fuentes públicas, y que no es útil
al gobierno cubano.
El juicio de Manuel Viramontes --alias Gerardo Hernández--, Medina, Campa y René González estaba supuesto a empezar el 5 de septiembre. Sin embargo, el viernes Blumenfeld pidió a la jueza Lenard que lo postergue, una vez más, hasta el 6 de noviembre, para
esperar una declaración jurada de un testigo que está en Cuba.
El juicio de Guerrero está señalado para enero del 2001.
Indignada La Habana por el secuestro de un barco
A legan que el incidente es "un acto de piratería premeditado hasta en sus más mínimos detalles''
Rui Ferreira. El Nuevo Herald. Publicado el domingo, 20 de agosto de 2000 en El Nuevo Herald
El gobierno de La Habana dijo ayer que un pescador y su familia secuestraron un barco y su tripulación para viajar a Estados Unidos, donde obtuvieron asilo político, en lo que la prensa oficial de la isla calificó de "nuevo acto de piratería, fruto de la Ley de
Ajuste Cubano''.
Según el diario Granma, el incidente ocurrió el pasado miércoles 2 de agosto, cuando Jorge Nivaldo Castro Benítez, capitán de un barco pesquero de la occidental provincia de Pinar del Río, endrogó en alta mar a cinco miembros de su tripulación,
entre ellos un estudiante de la industria pesquera.
Mientras tres de ellos dormían, dice el órgano del partido comunista cubano, el capitán desvió la embarcación hacia la costa para recoger a un grupo de familiares y amigos.
El rotativo entrevistó a cuatro de los tripulantes: Juan Manuel Carballea Benítez, José María Pérez Hernández, Francisco Bacallao Sánchez y Ricardo Rivers Picos, quienes dijeron haber sido amarrados por los familiares de Castro Benítez y
obligados a venir a Estados Unidos.
Fue "un acto de piratería premeditado hasta en sus más mínimos detalles'', dijo Granma. Al parecer, el capitán de la lancha pesquera sirvió un refresco instantáneo con un somnífero no determinado, y logró convencer a dos de los
tripulantes que no se durmieron a aproximarse a la costa con la excusa de recoger cangrejos para la comida.
Un vez en el lugar, un punto entre La Coloma y La Salina conocido como Almácigo, 18 personas, entre familiares y amigos, abordaron la embarcación, amarraron a los tripulantes y pusieron proa a Estados Unidos, desembarcando tres días después en las Islas Marquesas. El
sábado, un vocero del Servicio Guardacostas de Estados Unidos confirmó a El Nuevo Herald el incidente, pero especificó que el grupo estaba compuesto por 20 personas.
"Cuatro miembros de la tripulación nos dijeron que querían regresar. Pero tardamos algunos días en hacerlo, junto al barco, porque hubo dificultades en sacarlo del arenal donde estaba atascado'', dijo la fuente.
Aunque tanto Granma como los guardacostas confirmaron el regreso de los tripulantes, excepto el capitán, el rotativo oficial cubano dio a entender que el estudiante, a quien identificó como Daymer Marrero, puede haberse quedado en Estados Unidos.
De hecho, la única mención que Granma hace de Marrero le menciona como el único tripulante que no fue atado y andaba "libre por el barco'' durante los tres días de travesía.
Al llegar a Estados Unidos, los pescadores declararon que fueron interrogados y fotografiados por los guardacostas.
"Nos trajeron a la fuerza, [les] dijimos, y hasta les propusimos que nos dieran combustible y aceite para retornar en la embarcación, la cual técnicamente estaba bien (...), pero nos respondieron que el regreso de la nave es un asunto entre los gobiernos'', indicó
Rivers Picos, según Granma.
Los dos grupos de cubanos fueron llevados hacia el mismo escampavías, pero los mantuvieron todo el tiempo en pisos separados, hasta que el capitán, sus familiares y amigos fueron entregados a la Patrulla Fronteriza.
El vocero de los guardacostas señaló que no hay cargos criminales contra los cubanos que se quedaron, mientras una portavoz del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) añadió ayer que no comentaría la información publicada en el
diario oficial de la isla.
La Cruz de los Jóvenes irá a Cuba
EFE. ROMA. Publicado el domingo, 20 de agosto de 2000 en El Nuevo Herald
La Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud, que en estos días preside el encuentro de Roma, partirá en septiembre hacia Cuba, donde recorrerá todas las diócesis de la isla, informaron ayer fuentes de la delegación cubana que participa en el encuentro de Roma.
La idea, según las mismas fuentes, partió del cardenal arzobispo de La Habana, Jaime Lucas Ortega y Alamillo, que encabeza el grupo de 60 jóvenes católicos cubanos presentes en la Ciudad Eterna.
Juan Pablo II recibió el viernes a los jóvenes cubanos, a quienes pidió que difundan la "cultura del amor'' en todos los ámbitos de la vida cubana.
La "Cruz de los Jóvenes'', como se se le conoce, es una simple cruz de madera oscura que el Papa entregó a los muchachos del mundo en 1984, cuando se instituyó en Roma la Jornada Mundial de la Juventud, para que la llevasen por todos los rincones de la tierra.
La Cruz presidió las jornadas de la juventud de Buenos Aires (1987), Santiago de Compostela (España,1989), Czestochowa (Polonia, 1991), Denver (Estados Unidos, 1993), Manila (1995) y París (1997), las otras ciudades no italianas donde se celebró en años pasados
esta jornada.
Cuba decidida a frustrar el sueño olímpico de tres atletas
La Habana lanzó una batalla política contra los atletas de la isla que quieran competir Bajo otra Bandera.
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
Los deportistas cubanos que quieran competir bajo otras banderas van a tener que esperar tres años para que el gobierno de la isla les conceda el permiso necesario, manifestó la noche del martes un importante funcionario castrista.
"El Comité Olímpico Cubano (COC) no autorizará la participación en los juegos de ningún cubano o nacido en Cuba que no cumpla los requisitos [de la carta olímpica]'', declaró el presidente del organismo, José Ramón Fernández,
refiriéndose a una norma del Comité Olímpico Internacional (COI) que impide a atletas naturalizados competir bajo una nueva bandera mientras no hayan cumplido tres años con su nueva nacionalidad.
Además de la saltadora Niurka Montalvo, que obtuvo la ciudadanía española el año pasado, la medida también afecta de inmediato al jugador de polo acuático naturalizado español Iván Pérez, y al kayaquista Angel Pérez, a quien
le faltan apenas 42 días para cumplir los tres años desde que se hizo ciudadano estadounidense.
Pero la posición cubana tiene un trasfondo político que las autoridades no han querido ocultar, pues Fernández acusó a los atletas de dejarse sobornar y a los países que los acogen de robarlos al deporte cubano.
"Resultaría más honorable que [las naciones ricas] dedicaran los recursos suficientes para desarrollar el deporte en sus propios países, en lugar de robar talentos deportivos de los países pobres para ganar con ellos medallas y honores que no le corresponden y
que sus pueblos no pueden sentir como de ellos'', afirmó el funcionario cubano de origen español.
Hace dos semanas estalló una polémica entre La Habana y Madrid a propósito de Montalvo, a quien la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) quería enviar a los Juegos Olímpicos de Sydney.
Montalvo, de 31 años, se quedó a vivir en España en 1997 después de haber conocido a un dentista español con quien se casó hace dos años. La atleta empezó a participar en competencias bajo auspicio español.
Sin embargo, la semana pasada La Habana vetó su participación en las Olimpiadas y la RFEA amenazó con revisar los convenios de colaboración con la isla.
En contrapartida, un grupo de atletas cubanos fueron sacados el lunes de madrugada del centro que arrendaron en la ciudad española de Guadalajara, y enviados a Italia hasta completar el entrenamiento de cara a estos Juegos Olímpicos de verano.
En La Habana, el presidente de la Federación Cubana de Atletismo, Alberto Juantorena, justificó la retirada de los atletas cubanos con la cobertura que el caso de Montalvo recibió en el país ibérico, donde la generalidad de los órganos de prensa
criticaron la postura castrista. "Bajo estas circunstancias, creemos que no es propicio el ambiente de hostilidad de la prensa española, que ha cometido el irrespeto de calificar de llorones a nuestros atletas, y por eso decidimos levantar el campamento de Guadalajara para Italia'',
indicó el ex campeón olímpico cubano.
De todos modos, ayer por la tarde Juantorena hizo escala en Madrid en un vuelo rumbo a Alemania y, junto al presidente del Instituto Nacional de Deportes de Cuba (INDER), Humberto Rodríguez, comunicó a las autoridades españolas que no valía la pena insistir en el tema
de Montalvo y los demás.
Enterado del asunto, el presidente del COI, el español Juan Antonio Samaranch, vio pocas perspectivas de llegar a un arreglo.
"En términos deportivos, no creo que pueda ser resuelto. Sin embargo, diplomáticamente se podría alcanzar un acuerdo. [De todos modos] no voy a realizar ningún gesto más sobre este asunto'', aseveró el ex funcionario de la dictadura franquista.
Cuba revela otros dos atentados con bombas
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
Un oficial del Ministerio del Interior cubano reveló esta semana en Miami la existencia, hace tres años, de otros dos atentados terroristas en Cuba dentro del marco de una ola de explosiones que sacudió la industria turística de la isla.
El régimen de La Habana jamás había anunciado el descubrimiento y desactivación de esas dos bombas.
Según el teniente coronel Roberto Fernández Caballero, en octubre de 1997 una bomba fue desactivada en una camioneta de alquiler para extranjeros, y otra en el aeropuerto de la capital cubana.
"El 19 de octubre descubrimos un aparato explosivo escondido en una camioneta de una agencia turística cubana, y el 30 de ese mes otro objeto similar fue encontrado debajo de un quiosco de la cafetería del aeropuerto José Martí'', informó Fernández
Caballero --mediante una declaración jurada-- a una jueza del sur de la Florida que se apresta a juzgar una red de supuestos agentes cubanos.
Según el oficial, entre abril de 1997 y octubre de ese año, al menos nueve bombas explotaron en diversos hoteles del país y un restaurante, dejando un muerto y por lo menos 11 heridos, todos ellos turistas extranjeros.
Fernández es uno de los testigos de la defensa de dos supuestos espías cubanos, Rubén Campa y Luis Medina, en un intento por demostrar que ellos no se interesaban por instalaciones o movimientos militares estadounidenses, sino por las actividades de grupos del exilio
anticastrista.
Sin embargo, uno de los acusados, Antonio Guerrero, fue arrestado mientras trabajaba como limpiapisos en la base aérea de Cayo Hueso, desde donde, según las autoridades, notificaba a La Habana sobre el movimiento de aviones en el Caribe.
En septiembre de 1998, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) anunció el desmembramiento de la red de supuestos espías cubanos en el sur de la Florida. Arrestó a 10 de sus miembros, pero escaparon cuatro.
Cinco de ellos ya han sido condenados. El juicio de los demás probablemente comenzará el próximo 6 de noviembre.
Además de Fernández, la defensa de los presuntos espías presentó el testimonio del médico que se encontraba de guardia en el hotel Copacabana, en la barriada de Miramar, cuando explotó allí la bomba que provocó el único muerto en la
ola terrorista.
En su declaración, el doctor Eloy Jesús Pineda Pérez reveló cómo el empresario italiano Fabio Di Celmo falleció a consecuencia de una hemorragia provocada por el impacto de un pedazo de un cenicero metálico, convertido en proyectil a consecuencia
de una bomba que explotó en el hotel el 4 de septiembre de 1997.
Las autoridades cubanas acusaron del homicidio al salvadoreño Ernesto Raúl Cruz León, quien fue condenado a muerte el año pasado por una corte en la Fortaleza de La Cabaña. Cruz León es uno de los cerca de 30 detenidos que esperan en Cuba por la apelación
de su sentencia.
El Papa se reúne con jóvenes cubanos
EFE. CIUDAD DEL VATICANO
Juan Pablo II recibió ayer en su residencia de verano de Castel Gandolfo a un grupo de muchachos cubanos que asisten a la XV Jornada Mundial de la Juventud, y les pidió que difundan "la civilización del amor'' en todos los ámbitos de la isla caribeña.
"No tengan miedo a abrir sus corazones a Cristo. No se cierren a su amor. Sean testigos ante los demás jóvenes asumiendo compromisos concretos para difundir la civilización del amor en todos los ámbitos: la familia, las comunidades eclesiales y el trabajo'', dijo
Juan Pablo II a los cubanos, que estuvieron acompañados por el cardenal arzobispo de La Habana, Jaime Lucas Ortega y Alamillo.
Con buen aspecto, rejuvenecido por estos días de contactos con los jóvenes, el Pontífice recordó su "inolvidable'' viaje a Cuba en 1998 y manifestó que los "ojos llenos de ternura'' de Cristo se siguen fijando en la juventud cubana, "esperanza
viva de la Iglesia y de Cuba''.
Hablando en español, el Obispo de Roma afirmó que esta XV Jornada Mundial de la Juventud "es una ocasión privilegiada de evangelización, de comunión eclesial y de renovación interior'' mediante el encuentro personal con Cristo.
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