El ex atleta califica de "matrimonio de conveniencia" el de Niurka y dice que "no habrá gesto magnánimo"
Juan-José Fernández, Madrid. El País. Viernes 18 agosto 2000 - Nº 1568
Alberto Juantorena, presidente de la Federación Cubana de Atletismo y uno de los hombres fuertes del deporte de su país, negó ayer la última posibilidad de un "gesto magnánimo" para levantar el veto a participar en Sydney a Niurka Montalvo e Iván
Pérez, nacionalizados españoles. "La posición es inamovible", dijo. Y dio un salto cualitativo más al calificar de "matrimonio de conveniencia" el de Niurka Montalvo, algo que ella ha desmentido siempre, y al acusarla de "violación jurídica"
por romper el contrato de 10 años que tenía con el equipo nacional cubano.
El legendario doble campeón olímpico de 400 y 800 metros en Montreal 76 repitió los argumentos cubanos ya conocidos: principios morales, éticos y dignidad nacional en defensa del robo de atletas de los países ricos a los pobres. A la pregunta de cómo se
puede compaginar esto con la libre circulación de personas, señaló: "No nos oponemos a ello. Ana Fidelia Quirot está casada con un italiano y no pasó nada. Niurka abandonó la concentración para los Mundiales de Atenas 97 y era una opción
de medalla, porque había sido ya subcampeona en Gotemburgo 95. Cometió una violación jurídica al romper un contrato que tenía conmigo de 10 años. ¿Por qué presentarla ahora como víctima?". Sobre Pérez, negó la carta de
recomendación del waterpolo cubano.
Al señalarle que sus posiciones son políticas y parecen dictadas al más alto nivel, se defendió: "Ustedes se creen que a nosotros nos manipulan y nos dicen lo que tenemos que hacer, pero los principios son únicos", comentó. Además, se
responsabilizó directamente de la decisión de sacar a sus atletas de Guadalajara. "Yo mismo la tomé, porque a los cubanos no nos gusta que nos chantajeen ni que nos amenacen. No somos borregos ni ovejas porque llevamos 40 años peleando contra el imperialismo". Añadió
que los atletas apoyaron la decisión al 100%, pero al recordarle las lágrimas de muchos de ellos al marcharse, dijo: "¿Pero qué tipo de lágrimas?, ¿De sentimiento? Porque también están las del llorón y del cobarde". En el futuro,
no descarta que vuelvan al lugar donde se han concentrado durante 16 años y así lo repitió por la tarde en la propia ciudad, donde agradeció a los responsables el trato humano recibido, que no tiene nada que ver con las acusaciones de los estamentos deportivos españoles.
Se mostró ofendido porque Alfredo Goyeneche, presidente del Comité Olímpico Español haya calificado la postura cubana de "totalitaria".
Juantorena recalcó que la decisión es sobre casos individuales y en aplicación de la Carta Olímpica, nunca en contra del pueblo español o de sus atletas. En esa línea, la norma 46 alcanzará también a la velocista Liliana Allen, casada en México
en 1998 y a la que Juantorena acusó también de otro matrimonio de conveniencia, como el de Iván Pérez, que sí era conocido en España.
Juantorena señaló que Cuba no tenía de cara a Sydney ningún miedo a las posibles deserciones -moneda común en el país-, y señaló: "En un saco siempre hay papas [por patatas] podridas. Sentimos pena por ellos. Son víctimas de
bandoleros y mercachifles que se aprovechan de tomar mercancía terminada en lugar de formar deportistas desde niños". Juantorena estará hoy en Montecarlo, donde se celebra la quinta reunión de la Liga de Oro en la que precisamente también competirá
Niurka Montalvo, que ayer dijo: "No voy a entrar en la lucha política que ellos quieren".
Asimismo participarán, entre otros, Javier Sotomayor, en altura, Maurice Greene, en 100, y los españoles Andrés Díaz, Reyes Estévez y José Antonio Redolat en un 1.500 sin Hicham el Guerruj y Noah Ngeny, que correrá en 800.
lván Pérez recuerda a Cuba que él no desertó como Montalvo
RAFAEL CARBONELL, Barcelona
"No conozco la situación de Niurka Montalvo ni su opinión, pero por lo que se dice la atleta desertó. Yo no lo hice". El waterpolista Iván Pérez, español de origen cubano, solicitó ayer a Cuba que revise el veto que le ha impuesto para
ir a Sydney como miembro del equipo olímpico español al considerar que su caso es muy distinto al de Montalvo. Cuba se ha acogido a la norma 46 de la Carta Olímpica y ha vetado a Pérez para que actúe con España al no haber transcurrido el plazo de tres años
-le faltan 37 días- desde que obtuvo la nacionalización española.
Pérez reiteró que no es un "desertor" y que salió de Cuba en 1995 con la documentación en regla. "El caso Niurka me ha salpicado", dijo abatido, "y mi veto ha llegado de rebote. Eso me ha molestado aún más". "Cuba sabía
que participaría con España en Sydney, pero desconocía que me faltaba un mes para cumplir la normativa olímpica. Quizás, si la burocracia española hubiera estado más ágil, esta situación no habría llegado". Pérez no
juró la Constitución hasta el 23 de octubre de 1997 y la selección de waterpolo debuta en Sidney el 23 de septiembre.
Pérez señaló que no se considera "un mercenario" y apuntó que con el waterpolo no se gana dinero para ser millonario. Asimismo, subrayó que su presencia en la selección española no puede perjudicar a Cuba en Sydney, al no haber
conseguido la clasificación. El waterpolista dijo tener muy buenas relaciones con los dirigentes del deporte de su país, al que acude de vacaciones cada año con su esposa catalana y su hijo. "Yo soy cubano y me siento cubano. El destino me ha llevado a España para
continuar practicando mi deporte. Pero no renuncio a mis orígenes", concluyó. Por otra parte, el corredor francés de origen marroquí Driss Maazouzi, plusmarquista francés de 1.500, aseguró ayer que él está libre de cualquier posible veto
por parte de Marruecos por cuanto, asegura, "hace más de tres años que soy francés, desde el 95".
Más casos en México
No les ocurre lo mismo a la atleta Liliana Allen y al ciclista Luis Martínez, cubanos de origen y nacionalizados mexicanos, que no podrán representar a México en Sydney, según informaron las autoridades deportivas de México, que reconocieron haber recibido el
comunicado oficial del Comité Olímpico cubano firmado por su vicepresidente Alberto Juantorena, que indicaba que los cubanos se acogían a la Carta Olímpica para apoyar su prohibición.
Liliana Allen tenía previsto participar por México en los 100 y los 200 metros, mientras Luis Martínez lo haría en la prueba por puntos de ciclismo. Felipe Muñoz, máxima autoridad olímpica en México, reconoció estar extrañado
por la actitud de las autoridades cubanas "pues nunca habían puesto objeción alguna para que ambos deportistas representaran a México". Ambos deportistas se nacionalizaron en julio del 98, con lo que no cumplen el requisito previsto por el famoso artículo 46 de
la Carta Olímpica y al que se agarra Cuba para hacer efectivo el veto.
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