Madrid. D. P. ABC. Viernes 18 de agosto de 2000
El presidente del COE, Alfredo Goyeneche está dispuesto a agotar las vías deportivas para intentar que Niurka Montalvo e Iván Pérez acudan a los Juegos: «Nos queda una última posibilidad que nos permite la Carta Olímpica. Es la de enviar un recurso
al COI contra los vetos cubanos. Este recurso se presentará hoy mismo (ayer para el lector), pero no tenemos muchas esperanzas de que prospere, porque nunca antes el COI ha fallado a favor».
Goyeneche señaló que la postura cubana es «incomprensible. Dicen que Niurka dejó una concentración con la selección cubana y no sé que más. Y, sin embargo, tengo una carta de la Federación de Waterpolo de Cuba en la que nos dicen que
Iván Pérez es una persona maravillosa y nos instan a que represente a nuestro país. Se contradicen ellos mismos».
El presidente del COE tiene claro que: «Es una cuestión más política que deportiva. Casi no tiene solución. Es muy difícil que este asunto se resuelva salvo que se den cuenta de que han metido la pata».
«Tienen miedo a que haya varias deserciones -continuó Goyeneche- y han querido dar un aviso a su gente. Por desgracia lo han pagado con deportistas que no se lo merecen. Me parece increíble que rusos y ucranianos dieran el visto bueno en 48 horas a Chepkine y Jivanevskaia y un
país como Cuba, tan entrañablemente hermano nuestro, sea el que queriendo dar una lección a sus deportistas la pague con Niurka e Iván Pérez. Tenemos muchos lazos deportivos y ayudamos mucho al deporte cubano. Me parece injusto que no hayan considerado eso».
NO PIERDE LAS ESPERANZAS
Por otra parte, Iván Pérez, nacionalizado español hace casi tres años, aseguró que mantiene vivas las esperanzas de ir a Sidney. El waterpolista considera que su caso es muy diferente al de Niurka Montalvo. Ha recordado que él salió de su país
hace cinco años «por la vía legal, por la puerta grande y con el consentimiento de las autoridades. Es absurdo que ahora no me dejen ir a Sidney».
Pérez subrayó que él no es «un desertor», ya que fue descartado por la selección cubana y, tras casarse con una española, la propia federación de su país le dio la autorización para jugar en España y una carta de
recomendación, además de permitirle que disputase con la selección española el Mundial de 1998. Al hispanocubano le faltarán además sólo 37 días para cumplir los tres años reglamentarios de nacionalización.
Subrayó que su presencia con la selección española no puede perjudicar a Cuba ya que ésta selección no consiguió su clasificación.
Recordó que «en Cuba sabían que jugaría con España, pero desconocían cuánto tiempo llevaba nacionalizado. De rebote me he visto salpicado en un lío que se podría haber evitado si esta información no se hubiera publicado. Se me
cae el mundo encima. No ir a Sidney es el peor castigo para un deportista porque es lo más grande». | 