El Mundo. Martes, 15 de agosto de 2000
MADRID.- El veto de Cuba a Niurka Montalvo provocó la primera intervención netamente política, en la voz del portavoz de deportes del Partido Popular, que calificó la decisión de «barbaridad y paranoia». «Quien gana las medallas es el atleta y no
el país, que tiene una simple representatividad en el triunfo», añadió a Servimedia Francisco Antonio González, muy beligerante en sus manifestaciones.
«Siempre que pasan estas cosas, estos incidentes, suele ser en países que, por una parte u otra, utilizan los éxitos deportivos para hacer discursos políticos», continuó el portavoz de deportes del PP, antes de exigir al Gobierno cubano que modifique su
postura.
En la localidad italiana de Forlì, donde se alojan desde el domingo los 30 atletas cubanos que se hospedaban en Guadalajara, Eduardo Pérez Caballero, el jefe de la delegación, cargó duramente contra España. «El presidente de la Federación Española
de Atletismo amenazó a Cuba con no pagar el alojamiento de nuestros atletas, cuando todos los gastos corrían de nuestra parte», comentó. Pérez Caballero explicó las razones de su traslado a las instalaciones de Sportilia. «Fue una cuestión orgullo,
siempre nos hemos costeado la estancia, sobre todo para mantener una absoluta autonomía. Odriozola contó con la connivencia de algunos medios de comunicación para tratar de convencer a la gente de algo falso: no éramos unos mantenidos». |