El INDER apoya la decisión del Comité Olímpico Cubano - Gómez Angulo, secretario de Estado para el Deporte, se reúne hoy con Samaranch
Javier Martinez . El Mundo. Agosto 11, 2000
MADRID.- Niurka Montalvo ha visto redimensionado su protagonismo en la reunión de Zúrich de hoy, una vez que el COE (Comité Olímpico Español) hizo oficial ayer el veto de Cuba a su participación en los Juegos Olímpicos. La noticia, adelantada por
este periódico en su edición del miércoles, encontró la repercusión lógica en todos los estamentos deportivos.
Desde el país caribeño, Pedro Cabrera, presidente del INDER, organismo similar al Consejo Superior de Deportes español, escapó levemente de la impermeabilidad del marasmo burocrático de la isla. «Se trata de una decisión ética; simplemente
nos limitamos a apoyar al Comité Olímpico Cubano (COC)», dijo en una breve conversación telefónica.
Cuba se acoge a la norma 46, apartado 2 de la Carta Olímpica, para negar su plácet a la saltadora de longitud nacida en La Habana y nacionalizada española en mayo del pasado año, en virtud de su matrimonio con el español José Sanleandro. Según
este artículo, es necesaria la autorización del comité olímpico del país de origen para que cualquier deportista pueda competir en unos Juegos bajo su nueva bandera si no ha cumplido tres años como nacionalizado.
Política
La IAAF (Federación Internacional de Atletismo, siglas en inglés) aprecia «un problema político», en palabras de su portavoz, Giorgio Reineri, a la agencia Efe. Juan Antonio Gómez Angulo, secretario de Estado para el Deporte, se reúne hoy en Zúrich
con Juan Antonio Samaranch, presidente del CIO (Comité Internacional Olímpico) con el delicado asunto en un lugar privilegiado de la agenda.
Las reacciones de solidaridad de los atletas españoles, manifiestamente contrarios a la decisión del COC fueron contundentes. «Me parece una revancha bastante pobre por parte del Estado cubano», dijo Martín Fiz.
En Cuba, las indagaciones llevaron a José Ramón Fernández, presidente del COC, que no atendió los requerimientos de este periodista. En el trayecto, eludió pronunciarse Eduardo Cabrera, presidente de la Federación Cubana de Atletismo, desde donde se
remitieron al COC. Misael Lima, director ejecutivo de este organismo, justificó su silencio: «No soy electo, no estoy autorizado a opinar sobre ese asunto».
Juan Molina, secretario de la Federación Cubana de Atletismo, se sumó a la actitud escapista de los jerarcas deportivos del país. «Se trata de una norma del Comité Internacional Olímpico (CIO). Nosotros no tenemos nada contra España ni contra Niurka»,
explicó en Zúrich, donde asistirá al mitin atlético de esta noche.
Un argumento similar se maneja desde la IAAF. «Nosotros no podemos intervenir en el asunto, porque se trata de una regla interna del CIO. Por nuestra parte no hay ningún problema», dijo su portavoz.
Giorgio Reineri cree que «José María Odriozola [presidente de la Federación Española de Atletismo, RFEA] y Alberto Juantorena [titular de la federación cubana] tienen que intentar llegar a un acuerdo con el Comité Olímpico Cubano».
Odriozola, presente ayer en la rueda de prensa en la que se dio conocimiento oficial del veto, se manifestó de forma muy clara. «Se ha mezclado la política con el deporte», comentó, antes de reconocer que Alberto Juantorena le había expresado que por su
parte no había ningún problema para que Montalvo compitiese con España. En la atmósfera de conflicto diplomático que rodea a la prohibición, el presidente de la RFEA añadió: «Hemos sido como unos padres para ellos, ayudándoles todo
el año. Les hemos dado mucho y no hemos recibido casi nada», refiriéndose al convenio de colaboración con Cuba, que permite a sus atletas de elite realizar concentraciones en Guadalajara.
La réplica entre los atletas españoles no se hizo esperar. A Martín Fiz se sumaron el mediofondista Reyes Estévez («Creo que lo han hecho más por perjudicar a la persona que por otra cosa») y su colega, el emergente José Antonio Redolat («Cuba
no está jugando limpio»).
Marion Jones
El eco alcanzó a Marion Jones, competidora directa de Montalvo. «Es una desgracia, sobre todo paralos aficionados. Para mí es una buena noticia porque me ha ganado las tres últimas veces en que nos hemos enfrentado, pero el público se puede quedar sin ver a la
actual campeona del mundo», comentó la estadounidense en Zúrich, con semblante incrédulo.
La noticia dio entrada a protagonistas secundarios. Es el caso de la atleta china nacionalizada estadounidense Yueling Chen, que el pasado día 10 obtuvo la autorización de su país de origen para competir con Estados Unidos en los Juegos de Sydney, permiso que le había
sido denegado en primera instancia. Chen, campeona de 10 kilómetros marcha en los Juegos de Barcelona, padeció la resistencia del Comité Olímpico Chino, que incluyó en la negativa a dos jugadores de tenis de mesa y uno de badminton.
Peor suerte corrió el keniano Wilson Kipketer, que no pudo competir en los Juegos de Atlanta'96 una vez conseguida la nacionalidad danesa tras contraer matrimonio con una ciudadana de este país. A la oposición del Comité Olímpico Keniano se unió la
inflexibilidad de las leyes de Dinamarca, que exigían ocho años de residencia para poder representar al estado nórdico en unos Juegos. Su única opción, consensuada entre los comités olímpicos de Kenia y Dinamarca, era competir como keniano. El ex
campeón mundial de 800 metros rechazó tal posibilidad y solicitó en vano correr bajo bandera olímpica. | 