Publicado el 11 de agosto de 2000, en El Nuevo Herald
En Cuba, el paredón a todo tren
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
En Estados Unidos, con 267.8 millones de habitantes, fueron ejecutadas 98 personas el año pasado. Sin embargo, en Cuba, con una población de 11.2 millones, ejecutaron entre 20 y 30 personas.
En Cuba, la pena de muerte es popular con el régimen de la isla. En proporción con el número de habitantes, las cifras son tan escalofriantes que en la mayor de las Antillas se fusila cinco veces más que en Estados Unidos y dos veces más que en China.
Según la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), el año pasado cayeron ante pelotones de fusilamiento entre 20 y 30 cubanos, acusados en su mayoría de crímenes comunes, y en el "corredor de la muerte'' de las cárceles
entre 30 y 40 más esperan ser sentenciados a la pena capital.
"Parece que el gobierno quiere mantener esta espada de Damocles sobre la sociedad'', comentó telefónicamente a El Nuevo Herald el presidente del CCDHRN, el disidente Elizardo Sánchez Santa Cruz.
En un informe divulgado ayer, la organización opositora, que espera su registro legal desde 1987, "el número de personas condenadas a muerte y ejecutadas en Cuba sigue siendo uno de los más altos del mundo en cifras relativas''.
Teniendo en cuenta que en Estados Unidos, con 267.8 millones de habitantes, fueron ejecutadas 98 personas el año pasado, y que en Cuba, con una población de 11.2 millones, ejecutaron entre 20 y 30, los números no dejan margen para dudas: en la isla se ejecuta un promedio de
1.9 por millón de habitantes, mientras que su vecino del norte lo hace con 0.4 por millón.
"El número de fusilados es una apreciación general, porque el gobierno no divulga ningún tipo de información sobre este tema. Para lograr lo que hemos logrado, tuvimos que contactar las familias y hacer un trabajo de pesquisa en todo el país'', añadió
Sánchez Santa Cruz, quien en 1996 recibió el Premio Presidencial de Derechos Humanos de la República Francesa.
El informe surge después que La Habana realizó una masiva campaña de denuncia de la pena de muerte en Estados Unidos, a propósito de la ejecución, en mayo, de un afroamericano condenado a muerte en Texas que afirmó ser inocente hasta el final.
El informe también precisa los nombres de 24 personas que esperan sentencias por crímenes comunes para los cuales la fiscalía pidió la pena de muerte. Entre ellos se encuentran dos salvadoreños condenados el año pasado a perder la vida por la ola de
atentados terroristas que estremeció la industria turística de la isla durante el verano de 1997, y que provocó la muerte de un empresario italiano.
Estas cifras contrastan con las proporcionadas recientemente por la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI), según la cual en 1999 hubo apenas 13 ejecutados y apenas 9 permanecen esperando la sentencia.
De todos modos, dijo AI, las autoridades cubanas suelen ejecutar a los condenados pocas semanas después de agotado el proceso de apelación, que consta de dos etapas.
En algunos de los casos divulgados por el CCDHRN, las apelaciones están demorando más de dos años, pero en el caso de ciudadanos cubanos invariablemente están siendo llevadas a efecto.
"Aunque ellos se declararon culpables y los crímenes son graves, algunos pronósticos aquí dicen que los salvadoreños no van a ser ejecutados'', añadió Sánchez Santa Cruz.
Entre los que esperan ser condenados, enfatizó el disidente, está Jorge Luis Rodríguez Mir, un joven de Ciudad de La Habana acusado asesinar a un policía y que hace un par de meses se cercenó las manos a sangre fría mientras esperaba la apelación
a su sentencia de muerte.
"El se amputó la manos, y cuando los guardias aparecieron se las tiró diciendoles: `Estas manos ya no matarán a nadie más' '', dijo Sánchez Santa Cruz.
Para Sánchez Santa Cruz, este incidente es un reflejo del aumento del estado de violencia en la sociedad cubana.
"Esto no sucedía, no éramos violentos. Espero que las cifras que hemos proporcionado en el día de hoy hagan el gobierno reflexionar sobre el aumento de los actos criminales en los últimos años'', afirmó.
En su informe, el CCDHRN reiteró la petición de que el gobierno cubano "se una a la gran corriente mundial en favor de la abolición de la pena de muerte'', y disponga una moratoria que detenga las ejecuciones.
En mayo pasado, el presidente del Tribunal Supremo de la isla, Rubén Remigio Ferro, dijo a la prensa local en un futuro próximo la pena de muerta pudiera ser abolida.
Pero descartó que la medida vaya a ser aprobada a corto plazo, por la condición de plaza políticamente sitiada por Estados Unidos en que vive la isla.
"Es irónico. En 1997, 98 y 99 todos los ejecutados fueron por delitos comunes. No veo qué tenga eso que ver con una situación de plaza sitiada'', comentó Sánchez Santa Cruz.
Preocupa a Puerto Rico el posible comercio con Cuba
Rui Ferreira / El Nuevo Herald. SAN JUAN
Una posible apertura económica de Estados Unidos hacia Cuba ha preocupado a políticos y empresarios puertorriqueños, que temen no sólo un fuerte impacto en la economía turística de la Isla del Encanto, sino también la pérdida de
oportunidades de negocios.
"Hace más de 20 años que Estados Unidos le vende a Cuba vía México y Panamá; más recientemente por República Dominicana''; por eso, "¿por qué tener miedo al asunto?'', cuestionó el miércoles ante una comisión
del Senado local el empresario Atilano Cordero Badillo.
El empresario, también ex secretario de Comercio de Puerto Rico, regresó recientemente de una visita exploratoria a Cuba con ideas tan precisas sobre la necesidad de comerciar con la isla, que terminó forzando la realización de una reunión de la Comisión
de Gobierno del Senado para estudiar la cuestión.
"Lo que estamos perdiendo es una oportunidad de mercado que tanta falta nos hace'', enfatizó Badillo, propietario de la cadena Supermercados Grande.
El martes, el senador Kenneth McClintock, del Partido Nuevo Progresista, declaró al rotativo El Nuevo Día que los comerciantes puertorriqueños debían viajar a Cuba para estudiar las oportunidades de negocios, pero "en caso de un cambio político'' en la
mayor isla de las Antillas.
"No dar ese viaje afecta la calidad del negocio de los comerciantes puertorriqueños porque hay comerciantes de todo el mundo, incluyendo de Estados Unidos, que están yendo a Cuba a analizar las oportunidades'', sostuvo el senador.
Este añadió que ha resistido a la tentación de viajar a la isla pues no desea "que un centavo mío vaya a parar en ese régimen político'', pero "en el caso de los empresarios, me he dado cuenta de que el no dar ese viaje afecta sus
proyecciones''.
Hace cuatro años otra comisión senatorial puertorriqueña concluyó que una apertura económica cubana afectaría mucho la industria turística de la isla. No obstante, a la vez descubrió que pudiera ser una buena oportunidad para exportar
tecnología y servicios.
La vicepresidenta de la Asociación de Hoteles y Turismo de Puerto Rico, Erín Benítez, subrayó en la comisión senatorial que Cuba es una amenaza turística para Puerto Rico todavía hoy día, sin una democracia en la isla, entre otras razones
por el bajo precio de las habitaciones hoteleras. "Encontramos varias ventajas allá, como por ejemplo los precios bajos de las habitaciones hoteleras'', indicó la funcionaria, quien regresó recientemente de un viaje al archipiélago. Además, "uno de los
factores que impide [a Puerto Rico] competir [con la isla] es el alto costo de la mano de obra aquí. [En Cuba] un empleado de la industria hotelera gana el equivalente a $25 al mes''.
Según Benítez, a principios de 1990, la isla tenía 12,000 habitaciones y se espera que en el 2010 la capacidad hotelera suba a 128,000. Puerto Rico "muy difícilmente logrará esa cifra'', agregó.
En las sesiones senatoriales, el economista Joaquín Villamil, del Departamento de Desarrollo y Comercio, indicó que en una sociedad democrática con libre intercambio de trabajadores, el mercado laboral cubano es también una amenaza para Puerto Rico, porque "están
acostumbrados a trabajar con unos salarios bajos''.
Tratan de impedir la asistencia de una atleta a la Olimpiada
Associated Press. MADRID
Las autoridades deportivas españolas se reunirán hoy con el titular olímpico Juan Antonio Samaranch para tratar de invalidar el veto de Cuba a la participación en los Olímpicos de la campeona mundial del salto largo Niurka Montalvo en representación de
España.
Las autoridades olímpicas cubanas dijeron el miércoles a sus contrapartes españolas que Montalvo no puede representar otro país que no sea Cuba en los Juegos Olímpicos.
La atleta de 31 años, que ha vivido en España durante casi tres años y el año pasado recibió la ciudadanía española, se expresó sorprendida.
"Soy una atleta y he dedicado toda mi vida a los deportes. Antes, hice lo mejor posible por Cuba y ahora mi situación ha cambiado y ahora hago todo lo mejor por España. No me meto en la política'', indicó Montalvo a la Radio Nacional Española.
Montalvo afirmó que apelará al Comité Olímpico Internacional por su derecho a representar a España.
El organismo olímpico español recibió el miércoles una carta de José Ramón Fernández, presidente del Comité Olímpico Cubano, en que decía que las leyes cubanas disponen que sus ciudadanos nunca pierden su nacionalidad.
En su carta a Alfredo Goyeneche, jefe del Comité Olímpico Español, Fernández indicó que la junta ejecutiva del comité cubano había tomado por unanimidad la decisión de que a Montalvo debía impedírsele representar a otra nación
en competencias olímpicas.
Fernández citó el reglamento 46 de la ley olímpica, según el cual cualquier atleta que participe en los Juegos Olímpicos debe ser nativo del país que representa y que su nación tiene el derecho de autorizar o negar que esa persona represente a
otro país hasta tres años después de cambiar su nacionalidad.
Fallece la madre del disidente Oswaldo Payá
Pablo Alfonso. El Nuevo Herald
Iraida Sardiñas, de 70 años de edad, madre del dirigente opositor Oswaldo Payá Sardiñas, murió ayer en La Habana tras una larga y penosa enfermedad.
"Murió sin poder ver a sus hijos que están en el exilio como era su deseo'', afirmó Payá, presidente del Movimiento Cristiano Liberación.
Las autoridades cubanas negaron reiteradamente el permiso para viajar a La Habana a los cuatro hijos de Sardiñas, quienes salieron al exilio hace algunos años, a pesar de numerosas gestiones emprendidas por ellos.
A Sardiñas la sobreviven su esposo Alejandro, y sus hijos Marlene, Alejandro y Oswaldo, que residen en La Habana. Además, sus hijos Rosa, Carlos Alberto, Oscar, quienes viven en Madrid, España, y Reynaldo, quien reside en Miami.
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