El escritor cubano publica en España 'Puro humo', una crítica al castrismo
efe •madrid. Idea.es. Agosto 6, 2000.
El cubano Guillermo Cabrera Infante, Premio Cervantes 1997, dedicó hace quince años un libro a su único vicio, el tabaco. Un título, "Puro humo", que escribió en inglés, que ahora será
publicado por primera vez en español y en el que deja traslucir sus constantes críticas al régimen de Fidel Castro.
«Cuba toda es una enorme plantación de tabaco, con un capataz, como siempre, y los obreros como esclavos de tiempos de la colonia», dice este escritor, guionista y crítico cinematográfico. Cabrera Infante abandonó Londres -donde vive desde hace 32 años,
cuando decidió huir del régimen de Castro- para viajar a San Lorenzo de El Escorial (Madrid) y participar, el próximo lunes, en el curso Libros para el tercer milenio.
A falta de saber cómo será la literatura del futuro que aún no se ha escrito, Cabrera Infante dice que «por ahora» lo que se sabe es que entre ellos estarán «los libros del pasado». Uno de estos libros del pasado que serán recuperados para
el tercer milenio es Puro humo, que será publicado en España el próximo otoño y que no es «una agonizante defensa del tabaco», sino «una narración directa, sin intervención de la ficción, que se puede leer y gozar en sí misma».
La metáfora
El escritor recorre, con sus característicos juegos de palabras y su personal sentido del humor, la historia del tabaco desde que los descubridores de América pisaron por primera vez Cuba y vieron asombrados cómo los indígenas echaban humo, algo que incluso, cuenta en
el libro, al mismo Colón le hizo temer que en lugar de pipas, fueran un arma que pudiera hacerles saltar por los aires. Junto a la historia del tabaco, Cabrera Infante relata la relación de puros, cigarros y pipas con otras de sus pasiones, el cine y la literatura, y es que, en su
opinión, «fumar es una metáfora sobre los hombres y las modas porque es una actividad que sustituye a la realidad con algo tan irreal como el humo». «El puro, el cigarrillo y la pipa no sólo están presentes en la moda, sino que han hecho moda. No se puede
concebir el siglo XIX sin el puro, como tampoco se puede concebir el siglo XX sin el cigarrillo», afirma este escritor de 71 años.
Holy smoke, su título en inglés, surgió a raiz de un artículo que le encargaron para una revista estadounidense y que «creció desproporcionadamente» hasta convertirse en un libro. En algún momento llegó a salvar las reticencias de los
editores de EE UU a publicar algo que no fuera un ataque al tabaco gracias a lo que Cabrera Infante llama «la vuelta del arte de fumar puros».
El autor de Tres tristes tigres o Cine o sardina sigue atacando al régimen cubano: «ya se sabe por el estruendoso ejemplo soviético donde terminan las revoluciones socialistas», afirma para, a continuación, apuntar que Fidel Castro «para sobrevivir apeló
a los rusos primero, luego a los españoles y ahora al tabaco». «Aparentemente Fidel Castro cree que la increíblemente aumentada producción de tabaco, puros sobre todo, le creará una cortina de humo para esconder sus crímenes», añade.
Cine y literatura
Dicen de él que ha elevado la crítica cinematográfica a la calidad de género literario y es que él opina que «no hay más que tres posiciones críticas ante una película como fenómeno narrativo: me gusta, no me gusta y me es
indiferente». «El resto es literatura», dice, para asegurar después que las críticas hay que leerlas «como parte del arte del entretenimiento» sin olvidar el refrán sicalíptico francés que dice que «los edictos de un sabio son siempre
masturbatorios».
El cine español está «mucho mejor que el francés y mucho pero mucho mejor que el inglés, que virtualmente no existe y ha acabado en la televisión», explica el hombre que en Puro humo escribe que «los hombres y el tabaco terminan, por igual, en
cenizas».
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