Publicado el 2 de agosto de 2000 en El Nuevo Herald
El enigma de las cifras castristas
Pablo Alfonso. El Nuevo Herald
Las estadísticas oficiales del castrismo han sido siempre un enigma para los especialistas. Ya sean datos económicos o sociales, lo cierto es que quienes estudian la situación cubana, han constatado con reiteración las discrepancias entre fuentes oficiales e
independientes.
En los últimos días ha salido a la luz pública una de estas discrepancias en un tema del interés no sólo de expertos sino de la opinión pública y del exilio cubano. ¿Cuántos cubanos residentes en Estados Unidos viajan realmente a la
isla cada año?
Según cifras del gobierno cubano son cientos de miles y el número crece. Sin embargo según el gobierno de EU son mucho menos y el pasado año ni siquiera llegaron a 100,000.
¿A quién le debemos creer? Para beneficio de nuestros lectores aquí van algunas de esas cifras, y sus fuentes correspondientes:
Eduardo Bencomo, presidente de la Corporación Cimex S.A, declaró en marzo en La Habana, que un total de 124,000 cubanos residentes en EU habían viajado a Cuba durante 1999. Cimex S.A., es la más importante corporación estatal cubana, que controla a la agencia
de viajes Havanatur y a otra media docena de compañías dedicada a los viajes a Cuba.
Bencomo explicó que esta cifra sólo incluía a las personas que usan la licencia general de viaje autorizada por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFCA) del Departamento del Tesoro, que tiene entre sus funciones hacer cumplir el embargo de EU a la isla.
Dicho de una manera más clara, varios miles de residentes en EU viajaron también a Cuba, sin la autorización de OFCA. Según Bencomo 22,000 personas utilizaron este método ilegal.
Sin embargo un informe de OFCA divulgado hace unos días, desde su sede en Washington, reveló que en 1999 un total de 82,000 personas viajaron de EU a Cuba, usando la licencia general de viaje de ese Departamento.
El informe especifica que la cifra ofrecida por OFCA tiene como fuente los viajes charters que salen diariamente hacia Cuba desde el Aeropuerto Internacional de Miami e incluyen los vuelos charters a la isla desde New York, que comenzaron en diciembre de 1999.
La diferencia entre las cifras estadísticas ofrecidas por Cuba y Estados Unidos en este caso es notable: Cuba está informando 42,000 personas más que Estados Unidos. Si tomamos en cuenta que en Estados Unidos viven, aproximadamente, un millón de cubanos, la cifra
ofrecida por Cuba muestra que el 14.1 por ciento de los exiliados viajó de visita a la isla en 1999. En cambio, según OFCA, sólo viajó el 8.2 por ciento.
Algunos expertos consultados sobre esta discrepancia comentaron que el régimen castrista podría tener un interés político en exagerar el número de exiliados cubanos que regresan al país para visitar a sus familiares. De esta manera, alegan, refuerzan su
propaganda para despojar al exilio de su contenido político y poner el acento en su carácter de comunidad emigrada.
Otra razón, menos política pero potencialmente más grave apuntada por los expertos, sería el interés del régimen en utilizar esas supuestas visitas para justificar ingresos en dólares, de dudosa procedencia.
Hay que recordar que Bencomo no citó las fuentes de sus cifras, en cambio OFCA asegura que sus datos están basados en los vuelos charters que salen diariamente hacia Cuba.
Pugna por los secretos en caso del espionaje
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
La desclasificación de los documentos secretos sobre los supuestos espías cubanos fue objeto de negociaciones entre la fiscalía federal de la Florida y la defensa, que la necesita para el inicio del proceso judicial.
Ha estallado una pugna entre la fiscalía y la defensa sobre la documentación secreta relacionada con una supuesta red de espías castristas desbaratada hace dos años en Miami.
A pedido de los abogados defensores, la fiscalía federal en el sur de la Florida se verá obligada a desclasificar la próxima semana cerca de 700 páginas de documentos secretos que tienen que ver con el encausamiento seguido a los supuestos espías cubanos.
Sin embargo, aparentemente por presiones de la fiscalía, una jueza de Miami decidió que los documentos no podrán ser divulgados públicamente hasta que ella determine si serán usados como prueba en corte.
``Francamente, tendríamos algunas objeciones al uso [público] de algunos de estos documentos'', sostuvo el fiscal federal asistente David Buckner durante una audiencia el lunes a puerta cerrada, dijeron fuentes del proceso.
El 5 de septiembre, la corte empezará a juzgar a cuatro acusados de espiar para el régimen de Fidel Castro, mientras el juicio de un quinto sospechoso fue postergado para enero.
La desclasificación de la documentación fue objeto de negociaciones entre la fiscalía y la defensa, que la necesita para el inicio del proceso.
"Ellos aceptaron todo lo que les pedimos en este sentido", dijo Paul MacKenna, abogado defensor del supuesto jefe de la red Manuel Viramontes, a quien las autoridades encausaron bajo el nombre de Gerardo Hernández.
Sólo el índice de los documentos relacionados con el cliente de MacKenna llena tres páginas. Todos los abogados defensores disponen de los permisos de seguridad correspondientes para acceder al material, pero prefieren que sean hechos públicos para facilitar sus
argumentos ante la corte.
"Es obvio que si la jueza decide que no pueden ser divulgados no está facilitando nuestra tarea", añadió el letrado.
MacKenna no quiso elaborar más ese aspecto.
La decisión de Lenard es coherente con su actitud en el caso desde su inicio. Desde entonces, la jueza ha sellado más de la mitad de la documentación, incluido el interrogatorio inicial a Viramontes/Hernández cuando se presentó por primera vez ante el tribunal.
Este detalle ha llamado la atención de observadores del proceso, porque en esos momentos aparentemente los abogados no tenían aún permisos de seguridad.
Si la jueza decide sellar la documentación desclasificada a pedido de los abogados, ésta por si sola no es récord público, y a menos que sea usada en corte sólo podrá ser consultada una vez que concluya el proceso, lo cual pudiera suceder durante el
primer semestre del año entrante. | 