MIAMI, Florida -Ya han transcurrido unos días desde el inesperado anuncio del acuerdo entre Cuba y Estados Unidos para iniciar la normalización de las relaciones diplomáticas. Recuperados de la sorpresa que causó podemos analizar el hecho con un poco de profundidad y vemos que no fue tan sorpresivo como creemos y que en cierta forma ya nos habían estado preparando para lo que iba a pasar y esto lo hicieron de diversas formas.
Tomemos por ejemplo los editoriales del New York Times que todos entendimos como una presión hacia el presidente Obama pero en realidad no lo era, ya que hacía meses que se venían negociando los acuerdos. Sin duda el Consejo Editorial del New York Times lo sabía y estratégicamente planearon hacer los editoriales para preparar al pueblo norteamericano sobre los cambios que se venían.
Algunos Senadores sabían algo, cómo el Independiente Bernie Sanders de Vermont, el Republicano Jeff Flake de Arizona y el Demócrata Tom Udall de Nuevo México quienes visitaron a Alan Gross en Cuba y declararon que “el encuentro con el contratista preso duró cerca de dos horas” y la nota añadía que “El viaje ha incluido también reuniones con funcionarios cubanos, aunque sobre estas no han sido revelados detalles”.
Las negociaciones secretas con los cubanos fueron conducidas por el Hondureño Ricardo Zúñiga, director principal para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo Nacional de Seguridad y por Ben Rhodes, otro asesor cercano al presidente Obama, y en ellas también participaron ocasionalmente algunos Senadores y Congresistas pero no se conocen actualmente los nombres. Se cuidó que no hubiera filtraciones a otros congresistas y en particular a los congresistas cubano-americanos.
Cuando en Mayo 30 de 2013 se ratificó la inclusión de Cuba en la lista de naciones que apoyaban al terrorismo se incluyó un par de párrafos diciendo que “no había evidencia de que Cuba proporcionara armas o entrenamiento paramilitar a grupos terroristas” y en otro se especificaba que desde 2012 Cuba era miembro del equipo de trabajo llamado “Acción Financiera de América del Sur contra el Lavado de Dinero” y que se había comprometido a adoptar todas sus recomendaciones. O sea, la pusieron pero a la vez decían que no debía estar. Sin duda será quitada de la lista.
Muchos se extrañan del silencio de Fidel, pero si vemos el diario Granma del 14 de octubre, Fidel comenta el editorial del New York Times del Domingo 11 y lo transcribe párrafo por párrafo incluyendo las partes donde se critica a la revolución, y esto llegó a cubanos cuya única fuente de información es el Granma y que no conocían los puntos de vista que sostenemos los que nos oponemos al gobierno. Los presentadores de la radio en Cuba leyeron la columna de Fidel Castro, sus reflexiones y analizaron el contenido, algo realmente asombroso por abordarse temas delicados para Cuba como los Presos Políticos. Igualmente se hizo en TV.
Es interesante la “visita” que en Junio del presente año le hicieron al presidente Obama un grupo de empresarios que incluía a Ricky J. Arriola, Andrés Fanjul, Jorge Pérez, Carlos Saladrigas, Enrique Sosa y otros multimillonarios, acompañados de algunos congresistas y en la que “casualmente” le pidieron que utilizara sus “prerrogativas ejecutivas” para poder hacer cambios en la relación con Cuba ya que levantar el embargo dependía del Congreso. Una gran coincidencia.
También llama la atención que las negociaciones duraron 18 meses y si vemos lo que se negoció (la apertura de las embajadas pero sin nombrar embajadores, disminuir los requisitos para viajar a Cuba, soltar espías, liberar a Alan Gross, permitir que los viajeros norteamericanos en Cuba puedan usar sus tarjetas de crédito y débito, aumentar el límite de las remesas a $2000 y por supuesto revisar (o quitar) a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo) son muy pocas cosas para tanto tiempo.
Aclaro que también se negociaron dos importantes concesiones que son el permitir un mayor acceso al internet y permitir la entrada al relator de las Naciones Unidas a lo que Cuba siempre se había negado y eso es un cambio interesante, pero falta ver cómo será implementado ya que eso no se dice.
Estarán ustedes de acuerdo que para esos pocos acuerdos se necesitaron 18 meses de negociaciones y la intervención del Papa y esto es excesivo. Por lo tanto, debe haberse hablado de muchas más cosas y haber acuerdos secretos que no conocemos, como por ejemplo, el evitar un nuevo flujo de balseros del tipo del Mariel en caso de que la situación económica empeore. También debe haberse tratado la modificación o eliminación de la ley de ajuste cubano y quien sabe cuántas cosas más. Esos acuerdos secretos que sin duda existen, no han sido publicados y no tenemos la menor idea de su alcance ni de lo que puedan representar, ni sabemos si pueden considerarse buenos o malos
Lo criticable de todo esto es que se haya hablado de tantas cosas y no se haya hablado, al menos públicamente, del problema de las violaciones a los Derechos Humanos que es uno de los problemas más serios con Cuba. Eso quiere decir que el respeto a los mismos quedará a criterio del gobierno de Raúl Castro y ese no creo que cambie. Debe esperarse que en Cuba siga habiendo represión, siga habiendo actos de repudio y se siga gobernando represivamente, a golpes y palazos, y ojalá me equivoque en esto.
Nosotros tendremos que seguir luchando por la libertad, sólo que el escenario de lucha ha cambiado.
Queremos el progreso económico de Cuba y que el pueblo tenga menos dificultades para “resolver”, pero no queremos que nuestro país se convierta en una China tropical. Buscamos cambios más profundos. Deseamos y exigimos una Cuba con libertades, donde exista pluralidad, donde se permita disentir sin ser perseguido, y sobre todo, donde se pueda retar democráticamente al poder.
Ojalá y esta nueva política abra nuevas posibilidades y que el mundo no nos deje solos y nos ayude en el aspecto de los Derechos Humanos porque llevamos años luchando solos contra un totalitarismo que es impenetrable.
Independientemente de que ha estado fuera de nuestro control, sabemos que por varias décadas nada había funcionado. Ojalá y ahora podamos encontrar algo que funcione. Nunca cejaremos nuestra lucha hasta que Cuba sea libre, independientemente de todos los acuerdos que se puedan hacer sin tomarnos en cuenta, porque los disidentes, los opositores, el pueblo, también somos Cuba.
En 1997 el entonces llamado “Grupo de trabajo de la disidencia cubana” integrado por René Gómez Manzano, Martha Beatriz Roque, Vladimiro Roca y Félix Bonne Carcassés escribieron un documento llamado “La Patria es de todos” y por hacerlo, fueron condenados a penas de hasta 5 años de cárcel.
Hoy, en 2014, la patria sigue siendo de todos y no propiedad de los comunistas cubanos. La patria siempre será de todos los cubanos.